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[escepticos] Enigma OVNI 2.- ¿Y cómo es él?
Bueno, aquí os mando la segunda parte de la serie de artículos que voy a
publicar en la revista de la Escuela de Estadística de la UCM.
Me interesa sobre todo la opinión de los biólogos, porque el tema se
dedica a la forma de los extraterrestres.
Gracias por adelantado.
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ENIGMA OVNI
2.- ¿Y COMO ES EL?
En la anterior entrega de nuestra serie hablábamos de las fábulosas
máquinas que traen a estos seres del espacio, pero sólo muy someramente nos
referimos a sus tripulantes, el verdadero interés en el estudio de la
fenomenología OVNI. En este artículo veremos cómo los extraterrestres
"adaptan" sus morfologías de acuerdo con nuestra propia visión del mundo y
la naturaleza.
Marcianitos Verdes
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Cuando quedó firmemente establecido el origen extraterrestre de los ovnis
(algo que, como vimos en el anterior capítulo, vuelve a ser cuestionado) el
siguiente paso era claro: conocer a sus ocupantes. Aunque mucha gente crea
que los extraterrestres aparecen en la mitología urbana con el avistamiento
de Arnold, la verdad es que la presencia de seres de otros mundos en las
novelas de ciencia ficción se remonta a muchos años atrás -recuérdese la
famosa novela "La Guerra de los Mundos". Este es otro de los hechos
curiosos del mundo OVNI: la "fantasía" antecede a la "realidad", es decir,
los extraterrestres se consideraban material de novela antes de que
empezasen a ser considerados como algo real. Para que el lector tenga una
visión más clara de la fenomenología OVNI podemos hacer una comparación:
imaginemos que mañana los periodicos se hacen eco de noticias que relatan
avistamientos de personajes de la serie "Bola de Dragón" alrededor de China
y Japón. ¿Absurdo? Pues esa es la historia del fenómeno OVNI.
Tal vez influida por esas novelas de ciencia-ficción, la imagen tradicional
del extraterrestre no deja lugar a dudas: marciano, verde, 1,10 m, cabeza
grande y cuerpo subdesarrollado (igualito que los de "Mars Attacks!"),
aunque debemos reconocer que esta imagen ha sido desplazada en los últimos
años por la del extraterrestre con cabeza ovalada, gris, grandes ojos
negros y boca pequeña y sin labios, popularizados en las novelas
("testimonios reales") sobre abducciones que aparecieron a finales de los
80.
En cualquier caso, sean marcianos, sean venusianos, sean verdes, sean
grises, los extraterrestres "clásicos" responden a una fisonomía muy común
en las revistas de ciencia popular: la de la especie humanoide
"evolutivamente avanzada" (¡ah, el avance en la evolución! Otra falsedad
ampliamente extendida): cabeza grande, cuerpo reducido a la mínima
expresión... sólo hay que ver el cambio, ya no a nivel de especie, sino
generacional, que sucede en Homo sapiens: cada vez somos más altos y
fuertes, sin contar con el físico que se necesita para ser astronauta
(aunque quizás en los platillos las condiciones de vida sean más cómodas);
en cuanto a nuestra cabeza, ¿para qué necesitaríamos aumentar el tamaño de
nuestro cerebro? Para una especie que, como la nuestra, ha desarrollado
suficiente tecnología como para, por ejemplo, poder almacenar más datos o
desarrollar procesos matemáticos más complejos de lo que el cerebro humano
es capaz por sí solo, una mayor capacidad craneal no tendría suficientes
ventajas como para compensar las desventajas que supone el mantenimiento de
un órgano tan "caro" fisiológicamente como es el cerebro (Arsuaga 1998).
Por todo ello, los extraterrestres "clásicos" son solamente como la gente
se imagina habitualmente a un ser avanzado, y eso da mucho que sospechar.
Nuestros Hermanos del Espacio
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Pero existen muchos más tipos de extraterrestres: predomina el perfecto
humano que, aunque viene de otro mundo, comparte todos los rasgos del Homo
sapiens e incluso se cruza con él con descendencia fértil (pobre Darwin);
una variante de gran interés en el "tipo humano" es aquel que, según la
revista Karma-7, es "alto, rubio y con el pelo negro" (Hombrecillos
Grises); desde luego, eso sí que es paranormal... También puede encontrarse
el humanoide de tres metros, el de aspecto de demonio, e incluso un pequeño
hombre azul con barba y sombrero (Sheaffer 1994) ¿Estamos más cerca de
conocer el origen de Papá Pitufo? Otros extraterrestres tienen aspectos más
extraños, como cubos volantes con aletas.
Como puede verse, a nadie se le escapa que la mayoría de los
extraterrestres avistados son, simple y llanamente, humanoides (Gámez
1997). Supongo que a la mayoría de la gente le parecerá normal: "Cerebro
relativamente grande, apéndices, ojos ¿No se necesita eso para avanzar
hacia una especie tecnológicamente avanzada?" No; como diría mi querido S.
J. Gould, el hecho de que seamos como somos es contingente a la Historia de
la Vida: no tenemos dos brazos y dos piernas porque sea la mejor
configuración, sino porque descendemos de animales que presentaban esa
misma configuración; somos tetrápodos porque pertenecemos a un phyllum que
incluye animales con endoesqueleto, simetría bilateral y cuatro miembros;
en este mismo planeta podemos encontrar phylla formados por seres con
simetría radial, o con simetría bilateral, exoesqueleto y más de dos pares
de apéndices (los artrópodos, verdaderos campeones de la evolución, si es
que este término puede existir). El endoesqueleto y las cuatro patas es
sólo una más (y, en número, no la más exitosa) de las organizaciones
corporales que se presentan en el Reino Animal.
Por lo tanto, el hecho de que seres que se han desarrollado a miles de
millones de kilómetros de distancia sean multicelulares compuestos
básicamente de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, tetrápodos (con
cuatro miembros), endoesqueléticos, antropomorfos e incluso con
prácticamente el mismo código genético (existen muchos informes sobre
violaciones con embarazo incluido) probablemente viola todas las leyes
conocidas de la estadística y de la evolución. Y si alguien piensa que el
universo es lo bastante grande como para permitir que la casualidad recree
formas de vida exactas a miles de años luz, hay que recordar que a esa
probabilidad debemos multiplicar las de la famosa ecuación de Sagan (número
de estrellas capaces de albergar planetas, etc.) y además la probabilidad
de que esa civilización esté lo suficientemente cerca como para visitar
nuestro mundo. Me temo que la probabilidad sigue siendo demasiado baja.
Alguien podrá contestar "¿Y si los extraterrestres son tan parecidos a
nosotros porque en realidad descendemos de ellos?" Bueno, como ya he
comentado, H. sapiens presenta una organización corporal que se ha dado en
todos los tetrápodos desde hace casi 400 m.a., así que, si una raza
extraterrestre se cruzó con australopitecinos hace 3 m.a., el problema
sigue siendo el mismo: ¿qué probabilidad hay de que una especie nacida a
miles de años luz sea tan parecida a unos homínidos de hace 3 m.a. como
para poder entrecruzarse? Y lo mismo, yendo hacia atrás en el tiempo,
podemos decir para los prosimios, los reptiles mamiferoides... La hipótesis
sólo tendría sentido si los extraterrestres de aspecto humanoide hubieran
empezado a cruzarse con los primeros anfibios, cuando éstos aún no habían
desarrollado las características anatómicas que identifican a todos los
tetrápodos, para que así nuestra organización corporal descendiese de la de
los extraterrestres; y no creo que el ufólogo más fantasioso estuviese a
favor de la teoría de extraterrestres violando anfibios, reptiles y
mamíferos durante 400 m.a. con el objeto de crear una especie igual a la
suya. Y sólo estamos hablando de la organización corporal de los
tetrápodos; si queremos buscar más coincidencias, como la de utilizar el
código genético tal y como lo conocemos para transmitir características,
deberíamos remontarnos prácticamente al inicio de la vida en la Tierra.
Bueno, pues así son los extraterrestres. En otro capítulo hablaremos, entre
otros temas, de las intenciones que les traen a nuestro humilde planeta.
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BIBLIOGRAFIA
?ARSUAGA, J.L. & MARTINEZ, I. (1998) "La Especie elegida" Ed. Temas de Hoy
?GAMEZ, L.A. (1997) "El Gran Engaño de los Platillos Volantes". En Ovnis a
Mogollón (http://www.ctv.es/USERS/vader/)
?"Hombrecillos Grises"
http://www.fortunecity.com/roswell/cameron/94/infiltrados.htm
?SAGAN, C (1992) "Cosmos" RBA Editores S.A.
?SHEAFFER, R (1994) "Veredicto OVNI. Análisis de la Evidencia" Ed. Tikal.
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Saludos
Mario
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"Lo menos que podemos hacer, en servicio de algo, es comprenderlo"
Ortega y Gasset
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