[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]

RE: [escepticos] RV:



    Recogía Ricardo Campo <rcampo en datalogic.es> el siguiente mensaje:
Fecha: martes 19 de enero de 1999 22:30
Asunto: [escépticos] RV: (................)
<EL HOMBRE Y EL MONO

<Los avances en genética no sugieren, como mantenía Darwin, que una especie
<procede de otra, todas han estado separadas desde el principio. Los
<especialistas que hoy acuden a León argumentan esta teoría en que "no hay
<ninguna demostración de que un organismo se haya transformado en otro".
<"Hay más evidencias de que la formación de una raza supone un
empobrecimiento
<genético de una raza respecto a la especie de la que procede. Hay ejemplos
<de la reducción de carga genética, ninguna de su ampliación". Es decir, el
<hombre no puede proceder el mono ya que posee una mayor carga genética.

    No si al final va a ser al revés, va a ser el mono el que procede del
hombre.
    Ya nos lo decía un viejo profesor "¡si seguís así os vais a convertir en
monikakos!"

Saludos escépticos desde Bilbao.-((:.-))))X((0:8))<
P.Citando: Hablando ahora un poco más en serio yo también os envio la
siguiente nota escrita por Jáuregui en "Cerebro y Emociones". A ver qué os
parece:

"7. Control emocional de la fatiga y del peligro.
   (1) Los que creen en la evolución como en una ascensión continua e
ininterrumpida de seres (de los inanimados a los animados, de la ameba al
reptil, del reptil al mono y del mono al hombre), aunque sostengan que la
evolución es fruto del puro azar, de hecho presuponen y admiten que se da un
ascenso armónico continuo de seres imperfectos a seres más perfectos. Si
todo es fruto del puro azar, ¿por qué se da un progreso ininterrumpido,
lógico y ordenado y no un puro caos? El gobierno ordenado y armónico de la
pura casualidad es una contradicción tan flagrante como hablar del círculo
cuadrado. Hace falta tener una fé ciega para tragar todas estas
contradicciones darwinianas y aceptar como una teoría científica lo que es
un misterio que nos desborda por todas partes. Darwin, sin darse cuenta, lo
que hace en verdad es remplazar a <<Dios>> por la <<naturaleza>> y a la
<<divina providencia>> por la <<evolución>>. Es divertido observar como
Darwin, con objeto de <<probar>> que la <<evolución es la divina providencia
de la naturaleza>>, intenta justificar lo que a los ojos del hombre parec
éticamente incomprensible y estéticamente cuestionable: <<Cuando meditamos
sobre la lucha, podemos consolarnos con la creencia de que la guerra de la
naturaleza no es continua, que no se siente miedo, que la muerte es
generalmente rápida y que los vigorosos, los sanos y los felices son los que
sobreviven y se multiplican>>(Darwin, el origen de las especies, cap.III,
<<Lucha por la vida>>). Pero querido Darwin, ¿cómo se consolaran los menos
vigorosos, los enfermos, los minusválidos, los tristes, los que pierden el
juego? ¿Cómo hemos de entender dentro de la providencia darwiniana de la
buena naturaleza la crueldad de las arañas que atrapan a las moscas, del
águila que goza asesinando al cervatillo, de la mantis religiosa que
decapita a su amante como regalo de boda en su luna de miel y de hiel? Si un
mono pudiese razonar diría a Darwin: <<Mire usted, mi querido amigo, usted
se deja guiar por el dogma antropocéntrico que se encuentra perfectamente
definido en la frase de Protágoras: "El hombre es la medida de todas las
cosas". Su mito antropocéntrico de la evolución de los monos, a los lobos y
a las ranas nos deja fríos, ¿comprende usted?"

   (2) Carlos Darwin se sorprende y se maravilla ante la extraordinaria
relación que se encuentra en el universo de las diversas especies de
animales e incluso de animales y plantas. Así esplica cómo, cuando aumenta
la población de gatos, disminuyen los ratones; al disminuir los ratones que
atacan a las colmenas, aumenta la colonia de abejorros. Al aumentar la
colonia de abejorros -prosigue Darwin-, siendo esta la única especie que
busca el néctar de ciertas flores (Violeta Tricolor, Trifolium repens y
Trifolium pratense), estas familias de flores se propagan proporcionalmente.
Pone Darwin un signo de admiración -en una culura que proscribe el uso/abuso
de estos signos enocionales- al comprobar con pasmo que exista una tal
relación entre gatos, flores, ratones y abejorros. El mismo Darwin se asoma
aquí a esta ley que podríamos denominar <<ley de armonización de todas las
especies>> (incluyendo a las vegetales y a la <<racional>>, una ley que se
da de bruces con la supuesta ley del ascenso imparable o de la evolución
ininterrumpida de los animales <<inferiores>> a los <<superiores>>)".

    Pues ahí queda eso........