Re: [escepticos] Corridas de toros y sufrimiento animal.

[Javier Susaeta <javier.susaeta@...>]

At 21:26 24/02/99 +0100, Juan José Reina wrote:
>[Juanjo]
>-El toreo puede ser considerado como un arte.
>[Puma]
>Como el de un gladiador.
>[Juanjo]
>Efectivamente, si el circo romano es censurable es porque se asesinaba a
>una persona,  y no por la falta de arte del gladiador.
>Si hay que elegir entre salvar una tradición (el circo)y salvar una persona
>(la víctima), salvo a la persona pero si hay que elegir entre salvar una
>tradición (el toreo) y salvar la vida de un animal (el toro), prefiero
>salvar la tradición.
>
>--
>Juanjo Reina Aguirre
>Cien en IRC
>PGP disponible
>http://www.come.to/divulgacioncientifica
>


 Pero si falta la sangre se pierde la gracia, hombre, que el color rojo es
de los más bonitos...

 Y bromas aparte, el valor simbólico del líquido vital es muy importante
para el respetable. En una obra de Tennessee Williams (Summer and Smoke) que
es menos conocida, pero tan agobiante o quizá aún más que otras suyas, la
protagonista, Alma Winemiller, es una señorita de una pequeña ciudad que va
ya para solterona y, no recuerdo en qué circunstancias, algún amigo que le
sale la lleva a ver una pelea de gallos. Esta mujer (quizá la obra sólo se
haya hecho para el cine. La actriz era Geraldine Page) se siente fascinada
por el espectáculo, que a la vez le repugna, pero en el momento estelar, en
pleno enfrentamiento de los gallos, salta una gota de sangre que le mancha
la blusa. Es como una fecundación: el líquidio vital de un macho por
excelencia, un gallo de pelea, fecunda a la hembra virginal, tanto más
receptiva por cuanto que su tiempo vital se agota.  La mancha de sangre en
la blusa, un pequeño detalle, que casi nadie más advierte, distraídos como
están por la pelea, conmueve profundamente a la protagonista, y es quizá la
escena más potente del drama. El paralelismo con una sexualidad secretamente
ansiada, pero a la que teme y le repugna es demasiado obvio como necesitar
aclaración. Alma pierde su virginidad espiritual en ese momento clave.


 Película algo agotadora. Recomendable quizá para ver en verano, sin aire
acondicionado.


 Y es que la sangre es esencial. O su efusión, más bien. Si no, el
espectáculo pierde fuerza. Una lucha de gladiadores sin sangre es como un
"interruptus"...

¡Olé...!

Saludos

Javier