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[escepticos] Magufada kennedyana
Con motivo de la muerte de John Kennedy Jr. nos ha invadido tal cantidad de
información, que raro sería que entre ella no se colara alguna magufada
típica. Esto lo he encontrado hoy en las páginas de "El Comercio", el diario
local de Gijón (Web http://www.elcomercio-sa.es/diario/Indice.html) pero me
imagino que será una información de agencias y que habrá salido en más
periódicos.
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¿Quién encarna la maldición delos Kennedy?
El local de Sybil lleva doce años abierto en la calle principal de Hyannis,
la localidad costera que vio crecer a la saga de los Kennedy. Sus
habilidades como vidente han sido reconocidas por la policía local, que en
cuatro ocasiones ha utilizado sus percepciones extrasensonsoriales para
localizar a niños desaparecidos o mujeres asesinadas por sus maridos. Sybil
ha seguido de cerca la vida y la muerte de los Kennedy. Permaneció a las
afueras del cementerio cuando la familia enterraba a Michael Kennedy, el
hijo del senador Robert que falleció en un accidente de esquí. A distancia
contempló al joven matrimonio que hoy acapara la atención pública y sintió
un escalofrío al paso de Carolyne Bessette. «Estaba tan pálida y delgada...
llevaba un halo de muerte a su alrededor», recuerda. «Entonces no supe
reconocer exactamente lo que era. Pensé que estaba enferma y que le quedaba
poco tiempo de vida y aún me pregunto para qué eran las pastillas que le
había prescrito el médico. ¿Ustedes han sabido algo?», pregunta. Pero la
vidente de Hyannis tenía su peor presentimiento con John John. Asegura que
desde el verano pasado Jacqueline Kennedy Onassis se le apareció en una
visión preocupada por su hijo. Ella vio a un hombre joven envuelto en una
tragedia y mandó un mensaje a los Kennedy para que se pusieran en contacto
con ella. Las jóvenes de la familia han recurrido a sus servicios alguna vez
para dilucidar su futuro, pero los adultos nunca han querido creer que el
más allá se comunique con los vivos.
«Nadie me llamó», reconoce. «Si lo hubieran hecho tal vez los tres jóvenes
estarían vivos todavía». La confirmación de su presentimiento en torno a la
futura muerte de John-John Kennedy le llegó por las noticias hace dos meses.
Cuando oyó que el joven se había partido una pierna haciendo paracaidismo
acuático en la isla de Martha's Vineyard supo que ese sería el lugar del
accidente. «Ese fue el primer intento, pero no funcionó», explica. «Una
fuerza superior lo estaba atrayendo hacia la muerte».
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