El estimado
y muy macho Sr. W. Navarro, quien por cierto sincopa su apellido en W. cuando firma (probablemente por
considerarlo de origen muy argentino), ha venido realizando una serie de
comentarios y afirmaciones que no dejan de tener su parte jocosa, a pesar de que
algunas hayan sido realizadas de una forma un tanto grosera y
sexista.
[Héctor W.
Navarro]
"Uno de los tantos argentinos que enseñaron
hablar el idioma de Cervantes a los españoles fue Borges."
Pues conste que sin tener nada en contra de la
poesía ni de la prosa de tan ilustre escritor, tengo entendido que si por
algo se caracterizó el eminente Procer argentino no fue precisamente por
su enaltecimiento de la lengua Castellana (ni por cierto de determinados
sentimientos humanistas) sino más bien por las continuas alabanzas hacia
el idioma inglés y hacia la cultura anglófila,; a la cual tuvo
siempre considerada como superior a la castellana o hispana.
[Héctor W. Navarro]
"Los argentinos de entonces nos
despanzábamos de risa desde la costa por la ignorancia de los
españoles."
Ese despanzabamos (con autoinclusión de
usía) me resulta especialmente irrisorio habida cuenta de que por sus
apellidos es más probable que los "argentinos de entonces" lo
que hiciesen fuese despanzarse de la ignorancia de los ancestros de vuesa
merced.
[Héctor W. Navarro]
"Además la petulancia. Nosotros ya sabíamos que era la unión de los ríos Paraná y Uruguay y no necesitábamos que le pusieran un nuevo nombre, encima equivocado." En primer lugar, deseo comunicarle
que vuelve a divertirme ese Nosotros de inclusión indígena.
En segundo lugar, debo
decirle que estoy absolutamente convencido de que ni los indiecitos de la
época tenían ni repajolera idea de qué demonios era lo que
desembocaba en dicho "Mar Dulce".
Igualmente me ha
deslumbrado su afirmación acerca de que alguien pueda equivocarse al
rebautizar con un nuevo toponímico cualquier accidente geográfico.
Esta aseveración constituye algo tan novedoso como teoría que no
dudo ni por un momento de que los ilustrísimos académicos de la
Lengua Española estarían encantadísimos de escucharle a Ud.
realizar una ponencia sobre tan singular
"Subjet".
Finalmente, y habida
cuenta de que según parece le gustan a vuesa merced las citas del
Quijote, me otorgo el derecho de anexarle las dos siguientes que a mi entender
ilustran perfectamente el estado de ánimo que en mí ha provocado
la lectura de sus últimas intervenciones:
(1)
"Cosas veredes amigo Sancho que harán fablar las
piedras".
(2)
"¡Con la Iglesia hemos topado!"
Saludos escépticos desde
Bilbao.-((:.¬C)))) de un vasco micófago.
P.Data1: Constele Don. Hector que
por lo que a mi respecta seguiré escribiendo según me vaya
saliendo de las pudendas partes, al margen claro está de los rios y los
valles, de las pampas y llanuras, de los estuarios y desembocaduras y de todos
aquellos charlatanes con oficio de enmendadores de ajenas
planas.
P.Data2: Sobre las
humorísticas recomendaciones realizadas a su compatriota acerca del modo
de escoger consorte, amén de resultar burdas y zafias, se encuentran
totalmente fuera de lugar dado que lo que ella ha manifestado deseosa de
mantener es un marido y no como Ud. ha malinterpretado un gañán
garañón argentino.
P.Data3: Al resto de colisteros argentinos decirles solamente que
¡Tranquilos! que de estos tipos los tenemos por desgracia en todas las
casas.
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