Hola,
Creo que era Luís Alfonso Gamez, que denunciaba no hace mucho la
pasividad de los escépticos frente a supuestas campañas
orquestadas por sectores activos de creyentes para influir sobre la
opinión pública a través de las "cartas al
director" de los medios de comunicación. La verdad es que en aquel
momento no tenía la sensación de que hubiera tales
campañas, pero el caso es que en el periódico que leo
habitualmente (La Vanguardia), si lo que hay no es una de estas campañas,
se le parece mucho. Desde hace varias semanas aparecen cartas continuamente
poniendo en cuestión o simplemente negando la teoría de la
evolución. Hoy domingo, dos por falta de una.
Hoy he mandado una réplica, pero puesto que las posibilidades de ver
publicada una carta en La Vanguardia no son muy elevadas, y que en cualquier
caso los que defendemos la postura racional estamos en franca minoría,
hago un llamamiento a quien pueda apoyar. (Animo Ernesto que se te da muy bien y
el mundo no se acaba en "El País" ;-) ). Si se publican
ya os tendré al corriente.
Saludos,
Toni
P.S. Adjunto, por este orden, las dos cartas magufas publicadas hoy
(recomiendo tomar un poco de tila antes de leerlas) y la que yo he
mandado.
La dirección es http://www.vanguardia.es/ y de ahí
saltar a "cartas al director" en que hay un formato para
mandarla.
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Dios y el universo
El martes 2 de noviembre Víctor M. Amela entrevistaba en “la
contra” a Martin Rees, astrofísico de Cambridge, quien
afirmó, mientras citaba a Bertrand Russell, que no existen pruebas
suficientes de la existencia de Dios.
Einstein (1879-1955), fundador de la física contemporánea
-teoría de la relatividad, premio Nobel de 1921- opina: “A todo
investigador profundo de la naturaleza no puede menos que sobrecogerle una
especie de sentimiento religioso, porque le es imposible concebir que haya sido
él el primero en haber visto las relaciones delicadísimas que
contempla. A través del universo incomprensible se manifiesta una
inteligencia superior infinita”.
Muchos otros científicos han realizado confesiones de su postura
ante Dios: Marconi, Eddington, Millikan, Schleich, Edison, Darwin, Secchi,
Robert Mayer, Liebig, Gauss, Gauchy, Ampère, Volta, Linneo, Newton,
Copérnico, Keppler o Schrodinger.
Todos estos prestigiosos científicos coinciden en un humilde
reconocimiento de Dios, con lo que se comprueba aquel famoso dicho de Bacon de
que “la poca ciencia aleja de Dios, la mucha acerca”.
SERGIO MACIÁN DE GREEF
La evolución no es una teoría
He leído el ataque apasionado de Llorenç Parreu Vila, de
Sabadell, en su carta publicada en “La Vanguardia” del 16 de octubre
con este título.
Cita sólo a Carl Sagan, un divulgador materialista, y desconoce
-él, que adora a la ciencia- las últimas declaraciones contrarias
de auténticos investigadores científicos. Hoy es física y
químicamente imposible fabricar una célula viva, a pesar de las
preclaras inteligencias y los medios técnicos modernos. El señor
Parreu debería pensar en el origen de esos millones de células
vivas que hay en el pétalo de una rosa, en las alas de una mariposa o en
los ojos de un niño. ¿Quién las inventó?
¿Quién las diseñó? ¿Quién
ordenó sus elementos físicos y químicos para que
funcionaran? No pensará usted que la materia ciega y bruta...
Esas verdades que no entiende y ataca tienen una plena y razonable
explicación. El señor Parreu haría bien en buscarla, pues
le importa mucho. Del Dios creador le hablan todas las cosas que ve, pero hace
falta que se detenga a pensar.
JUAN ANTONIO GONZÁLEZ
(Y ahi va la mia)
Parecería que entre algunos lectores de La Vanguardia ha surgido una
impetuosa necesidad de afirmar a Dios frente a la ciencia. Bien sea con
ocasión de algún entrevistado por "la contra" que se
declara escéptico (el último, el astrofísico Martin Rees) o
alimentando la insólita -por decimonónica- polémica de
evolución contra creación, no hay día que no asistamos a
una proclama de fe "a pesar de".
Las voces más sensatas, desde todos los campos, proclaman que la
ciencia no puede demostrar ni la existencia, ni la inexistencia de Dios. Por
decirlo con el tono conciliador que el científico Stephen Jay Gould
empleó a raíz de la esperpéntica decisión del
"Kansas Board of Education" de excluir la teoría de la
evolución del curriculum oficial de dicho estado americano: "
Ninguna teoría científica, incluida la evolución, puede
suponer ninguna amenaza para la religión, por cuanto estas dos grandes
herramientas del entendimiento humano operan en reinos distintos (no
contrarios): la ciencia como una búsqueda de la realidad del mundo
natural, la religión como una búsqueda del sentido espiritual y de
los valores éticos (...) La evolución está tan bien
documentada como cualquier fenómeno en ciencia, tan fuertemente como lo
está la rotación de la Tierra alrededor del Sol y no
viceversa".
Antoni Mont
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