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Re: [escepticos] Articulo cubano sobre seudociencia y medicina (largo)



"José M. Bello Diéguez" ha escrito:

> Buenas.
>
> Para todos, por supuesto, pero sobre todo por si le resulta de utilidad
> a nuestro amigo cubano, transcribo completo un artículo crítico con las
> seudociencias medicinales. Es de una revista científica cubana, y su
> autor parece ser un científico (matemático, no médico) de relevancia,
> con abundante participación en congresos internacionales y algunos
> libros publicados.

Pasa que creo que no le sirva de mucho a nuestro amigo cubano
porque este artículo, como se verá, si bien en la cuestión de las
pseudociencias se muestra agnostiquillo, es decir, a medias,
ni fu ni fa, claramente se muestra en línea opuesta a la de él.
Recordemos que contaba su dolor por tener que justificar ante
los familiares la muerte de un joven que, si contaran con las
técnicas y farmacología moderna, se podría haber salvado.

> Ya en 1976 Illich1 alertaba que "el compromiso social de proveer a todos
> los ciudadanos de las producciones casi ilimitadas del sistema médico
> amenaza con destruir las condiciones ambientales y culturales para que
> la gente viva una vida autónoma y saludable. La medicina
> institucionalizada ha llegado a ser una grave amenaza para la salud". La
> parafernalia tecnológica desempeña un papel singular, por ejemplo, en el
> enfermo terminal, ya que contribuye a ignorar que la prolongación de la
> muerte no es sinónimo de prolongación de la vida.

Este comienzo del artículo es aterrador. Si los cubanos tuvieran
la opción de decidir la prolongación de la vida propia o de un ser
querido usando o no "la parafernalia tecnológica"
me parecería bien que por un respeto a la dignidad
no se someta a nadie obligatoriamente a un sufrimiento prolongado
y con un costo humano y económicamente elevado.
    Pero debe saberse que el cubano no tiene esa opción. Les
recuerdo que a los enfermos de SIDA los mandan a la isla
de Pinos, ¡y a morirse!. En la Argentina, donde no disfrutamos
del socialismo cubano, el tratamiento del SIDA es gratuito y
por ejemplo se suministra el llamado cocktail de drogas, que
cuesta al estado más de U$A 1.000.- por mes.

> Paralelamente, se ha producido un auge espectacular de la producción y
> comercialización farmacológicas que ha permitido que la industria
> farmacéutica escale el tercer lugar mundial en cuanto a volumen de
> ganancias y al adquirir un poder económico manipular el consumo mundial
> de fármacos.

Como se puede apreciar, es una visión muy desfavorable de la
farmacología y su industria en el mundo perverso del capitalismo.


> Paralelamente, cabe tener en cuenta que por medio de la práctica social
> las sociedades han desarrollado experiencias y sistematizado formas
> especiales de "conocer y saber" acerca de la salud y la enfermedad, que
> han ido configurando un conjunto de nociones y conocimientos formados en
> la práctica cotidiana y espontánea de la gente común, hasta llegar a la
> práctica empírica que concentra y sistematiza la experiencia de la
> colectividad en largo tiempo.

Como se puede apreciar, paralelamente, se vierte una visión muy
favorable a la "Medicina Tradicional" en los países socialistas.

> 2 Este saber informal, de indudable valor
> cultural, es considerado por algunos
> salubristas como algo que es necesario conservar o recuperar debido a su
> valor secular.

A ver, quiénes son esos salubristas. Yo siempre creí que lo que es
necesario conservar o recuperar en medicina es lo que ha demostrado
efectividad y no por su valor secular. Por contra, a mi entender y a
lo bruto digo que todo lo de medicina que tenga más de 20 años
de antigüedad debe someterse a revisión.
En caso de buscar un médico, que tenga menos años de recibido
o que se haya actualizado.

> Todo ello explica en parte la tendencia a que cada vez más gente eluda
> la "medicina oficial" y acuda a procedimientos marginales o
> alternativos, parte de los cuales se encuadran en la llamada Medicina
> Natural y Tradicional (MNT), fenómeno que emerge con especial énfasis en
> países desarrollados pero que ha alcanzado gran empuje en Cuba, donde se
> parte de una cultura popular propensa a este tipo de prácticas y de un
> favorable contexto sociocultural e histórico. Cuba es un país con gran
> tradición de yerberos y prácticas mágico-religiosas, como señalaba
> Fernando Ortiz en 1951:3
>
> La medicina folklórica es la que más se practica en la realidad, pues
> las clases pobres, que son más numerosas e ignorantes,

Bueno, esto no debe referirse a Cuba, donde ya no hay clases sociales
ni pobres, que además no son numerosos ni ignorantes..
Espera que piense. ¡Sí!. En las playas perseguían especialmente
a los negros, que no sé porqué evidenciaban ser cubanos.
Un cubano blanco podía pasar por turista y quizás no lo molestara
la policía para pedirle documentos.

> tienen que acudir
> en sus dolencias a la medicina casera y a los recursos del curanderismo
> profano o religioso, benéfico o explotador, bien intencionado o con
> malicia y eficaz o inútil y hasta nocivo, por no tener ellas a su
> alcance otros medios defensivos de su salud.
>
> Las terapias de este tipo producen, sin embargo, un marco polémico. Se
> identifican en la actualidad dos posiciones extremas: una, caracterizada
> por la defensa sectaria y vehemente de estas prácticas; la otra,
> representada por su negación categórica desde posiciones cientificistas.

En esta última me anoto yo y quizás, no sé, algún otro en la corrala.

> Posiblemente, ambas sean perniciosas.

Como si ya no lo hubieran hechos otros en la corrala este viene aquí
y me califica de pernicioso

> Naturalmente, entre esos dos polos
> se ubica una amplia gama de posiciones, en muchos casos matizadas por la
> confusión y el desconcierto.

En eso estoy de acuerdo. Aceptar los efectos anestésicos de la
acupuntura, como dice el FAQ, es una posición intermedia "matizada
por la confusión y el desconcierto"

>
> Este proceso se ha venido desarrollando a lo largo de los últimos años
> en un marco carente de nítidas directrices orientadoras

¿Qué es esto? ¡Cómo puede este hombre decir que en un país
socialista no hay nítidas directrices orientadoras! Pueden ser
erradas, bestiales o beneméritas, pero que las hay, las hay.

> en lo que se
> relaciona con la investigación y el carácter científico o no de las
> diversas expresiones posibles de la MNT. Parece claro que la actividad
> de investigación en este campo ha sido -con excepción de la fitoterapia-

Ya les conté de mi asombro al ver que en la sala de espera de los
médicos de cabecera había dibujos mimeografiados de yuyos y
sus efectos diuréticos, colagogos, laxantes, etc. etc., para que con
el dibujito saliera el paciente a buscarlo por el campo.
    Mi visita a ese médico de cabecera, se las aclaro, no se debió
a ninguna dolencia sino porque no hice turismo precisamente en
Cuba. Me interesó fundamentalmente investigar su realidad.
Tengo con mi mujer un correo permanente de pedidos
de remedios de amigos de allá y cada vez que viaja
alguien conocido van los consabidos paquetitos.

>
> fragmentada, no exigida ni sistematizada, muy escasamente estimulada y
> no sentida como necesaria por la casi totalidad de los practicantes,
> quienes se contentan en general con sus observaciones y las anécdotas
> que pueden relatar.
>
> Es imposible valorar una propuesta científica si no se cuenta con un
> marco teórico potente que permita distinguir entre ciencia y
> pseudociencia. Con frecuencia se escuchan debates en que intervienen
> declaraciones del tipo "la práctica X sí es científica pero la Y no lo
> es, en tanto que la teoría Z aún está en discusión".
>
> Muchas veces, lamentablemente, se trata de palabras vacías de contenido,
> pues no dimanan de un examen sistemático y correcto de X, Y y Z, sino de
> convicciones nacidas de la intuición, de la asimilación inercial de lo
> que dicen o hacen otros, o de una concepción errónea de los objetivos y
> procedimientos de la ciencia.

¿Qué les enseñan en la carrera de medicina?

>
> Por lo tanto, lo primero que debe establecerse con transparencia es que
> el propósito central de la ciencia es el establecimiento de las leyes
> que rigen los fenómenos que examinan, así como conformar teorías
> (sistemas de leyes) que expliquen los acontecimientos, tanto los
> actuales como los potenciales. Tal esfuerzo se orienta a conseguir, a la
> postre, el control tecnológico más fructífero de esos acontecimientos.
>
> Es bien conocido que el proceso de conformación de dichas leyes y
> teorías exige la aplicación de un método riguroso, que muchas veces es
> arduo y árido, complejo y lento, a diferencia de la especulación no
> científica, que resulta más fácil y en principio más interesante que la
> paciente colección de datos objetivos en un marco teórico previo y el
> proceso subsiguiente de desentrañarlos y organizarlos dentro de
> estructuras teóricas que sean interna y externamente coherentes.
>
> La ciencia no pretende ser final, incorregible y definitivamente cierta.
> Como resume Bunge,4 lo que afirma la ciencia es:
>
>      que es más verdadera que cualquier modelo no científico del mundo
>      que es capaz de probar, sometiéndola a contrastación empírica, esa
> pretensión de verdad.
>      que es capaz de descubrir sus propias deficiencias
>      que es capaz de corregir sus propias deficiencias.
>
> Lo que se propone sobre estas bases es construir representaciones
> parciales de la realidad que la modelen de manera cada vez más adecuada.
> Nunca parte de postulados mesiánicos e inamovibles; en todo caso, de
> hipótesis siempre abiertas a ser desechadas o mejoradas si se hallan
> motivos para ello. Ninguna especulación extracientífica es tan modesta
> ni da tanto de sí. La pseudociencia es, en cambio, típicamente
> arrogante, se autoproclama dueña de la verdad y raramente se
> autocritica.
>
> Las especulaciones no científicas acerca de la realidad suelen
> caracterizarse por uno o más de los siguientes rasgos:
>   no suelen formular interrogantes transparentes, sino más bien
> problemas para los que ya se tienen respuestas anticipadas
>   no proponen hipótesis ni explicaciones fundamentales y contrastables;
> para averiguar la verdad se valen de técnicas inescrutables
>    no se proponen hacer contrastaciones objetivas de sus tesis y
> desdeñan o eluden los estándares
> universalmente admitidos para ello
>   suplen los argumentos estructurales con ilustraciones de sus
> concepciones y las evidencias estadísticas con anécdotas
>   las leyes que esbozan o enuncian son básicamente especulativas y se
> definen a través de categorías difusas y elusivas
>   permiten la coexistencia de contradicciones internas en su propia
> formulación; su carácter sectario no consiente las enmiendas que se
> podrían derivar de dichas contradicciones.

> Algunos defensores de prácticas que carecen de toda explicación racional
> o que están en franca oposición a leyes comprobadas de la ciencia,

¿No están en oposición a las leyes penales? Ya veo que allá no
podría haber puesto entre rejas al acupunturista chino al que
denuncié en Rosario. Pero es de observar que el autor está
levantando un poco la puntería.

>
> arguyen que lo único importante es si el método funciona o no. Esto trae
> a colación un viejo dilema: si los tratamientos no suponen iatrogenias
> ni efectos secundarios negativos, y además hay testimonios favorables a
> su efectividad, ¿por qué cuestionarlos?, ¿por qué no aprovechar el
> recurso terapéutico sin más discusión?, ¿cuál es la posición
> científicamente válida ante este dilema?
>
> Hay dos razones de naturaleza diferente pero cada una suficiente para
> objetar la traslación de este burdo pragmatismo a la ciencia médica. La
> primera concierne al espíritu del pensamiento científico. Aceptar las
> terapias a partir exclusivamente de sus éxitos clínicos, supone un error
> metodológico, porque tiende a convalidar la renuncia a determinar su
> base teórica y restringe la investigación, si es que la admite, a un
> marco puramente empírico. El problema de aceptar oficial o socialmente
> terapias sin base científica, y manejarlas como válidas, puede suponer
> un freno y un retraso grave en dicha investigación, e implicar a la
> larga grandes despilfarros en inversiones y subvenciones. Además de lo
> anterior, hay que enfatizar que tal convocatoria supone restringir
> nuestras herramientas valorativas al marco del pragmatismo, como si la
> teoría y el conocimiento general no pudieran ser útiles incluso para el
> propio perfeccionamiento de dichas terapias.
>
> Cabe no perder de vista una realidad admitida en todos los entornos
> mundiales en que rige un sentido estratégico de la ciencia: "La práctica
> sin teoría es ciega y la teoría sin práctica es estéril".5
>
> Por otro lado, hay otra razón práctica: no es nada insólito que un
> paciente, ante una enfermedad grave, preocupado o irritado por una
> ausencia de mejoría, acuda al terapeuta alternativo abandonando el
> tratamiento prescrito inicialmente. Cuando más tarde, en ausencia de
> mejoría o tras una recaída, vuelve a su médico habitual, el abandono del
> tratamiento ha resultado clave. Esta pérdida de tiempo, puede resultar
> trágica.6
>
> La especulación acientífica ofrece muy poco a la ciencia contemporánea.
> Prestar atención automática a cada propuesta, por descabellada y
> contradictoria que sea, no puede ser la regla de conducta, aunque sólo
> fuera por mero afán de racionalidad y de ahorro de recursos humanos y
> materiales. Sin embargo, aun en casos como estos, pudiera ser
> aconsejable contrastar rigurosamente y con estándares valorativos
> indiscutibles las pretensiones de corte pseudocientífico, pues
> establecer que ellas son falsas significará adquisición de
> conocimiento y, llegado el caso, permitirá combatir convicciones
> absurdas o erróneas, especialmente cuando han conseguido extenderse.
>
> La condición más importante que tiene que cumplir una tecnología
> terapéutica para verse dignificada por el escrutinio científico no es,
> sin embargo, que se asiente en un cuerpo teórico adecuado. Aunque ello,
> desde luego, es altamente recomendable para, como se ha dicho, no
> despilfarrar recursos, no resulta absolutamente indispensable.

De vuelta con la exhortación a no despilfarrar recursos, lo que
sumado a que no es indispensable un cuerpo teórico adecuado
debemos aceptar la acupuntura como anestésico, aunque esté
sustentada en un cuerpo teórico inadecuado.
Pero a esta altura exhorto a la corrala a no dejarse seguir
arrastrando por la fascinación de las palabras. JM y Riego Cué
llegaron a polemizar si alguien dijo o escribió algo en un
sentido o en otro respecto a si Fidel era o no
comunista desde el vamos. Pese a la validez de la polémica
yo pretendo ejercer materialismo, y me planteo que lo
de Fidel, sea socialismo, comunismo o budismo, es
bueno si es bueno para el pueblo cubano. Y es malo
si el pueblo no tiene comida, ni libros ni remedios.
O libertad, me olvidaba de algo sin importancia.
Y a otra cosa, mariposa.
¡Españoles!, no me obliguéis a que continuamente
tenga que devolverles la pelota que en otro
tiempo nos arrojaron los insignes Ortega
y Gasset. "¡A las cosas!"


> Existen diversas expresiones terapéuticas alternativas que invocan
> sistemáticamente la existencia de energías desconocidas para la física,
> y procesos fisiológicos no descubiertos por la bioquímica ni la
> biología. La pertinaz y enmarañada alusión a tales energías y procesos
> no sólo no aporta un ápice de evidencia en favor de su existencia real
> (del mismo modo que la repetición machacona de que se ha alcanzado un
> obejtivo no contribuye en nada a la convicción de que se ha
> alcanzado)             sino que obstaculizan seriamente su observación.

Este tipo es candidato al gulag. ¿Así que hay quienes repiten
machaconamente que se ha alcanzado un objetivo cuando no es así?
Niños de la corrala, a leer entre líneas, que este hombre es mejor
de lo que parecía al principio.

>
> Por lo tanto, constituye una demanda crítica que la propuesta
> tecnológica esté definida claramente y no maneje términos borrosos e
> inapresables; y lo que sí es simple y directamente imprescindible para
> proceder a la contrastación rigurosa que demanda su convalidación
> inicial es que formule con nitidez sus presuntas virtudes.

Estos tiros serían justos si, además de dirigirlos contra la
"propuesta tecnológica" se extendiera a la medicina tradicional,
pero bueno, hay que hacer buena letra y repartir palos
también contra el imperialismo tecnócrata.

>
> Se vislumbra un confuso entramando teórico-conceptual que involucra a
> todos: practicantes, investigadores, personalidades científicas y
> dirigentes de la ciencia. La disparidad de actitudes y posiciones entre
> personalidades relevantes de las ciencias de la salud es tal que se
> registra desde gran entusiasmo

¿Hay científicos cubanos que tienen gran entusiasmo por la "medicina
tradicional"? ¿No serán empleadillos que cumplen con la tarea
diaria encomendada?

> hasta honda preocupación y alarma; no se
> observa, sin embargo, indiferencia.

La "honda preocupación y alarma" sabemos quién la tiene,
nuestro amigo de Olguín..

> Es necesario aprovechar ese interés
> para promover espacios de discusión científica dentro y entre los
> estamentos involucrados.

¿Cómo es posible una discusión científica con quienes desde
el vamos se cagan en la ciencia? Yo a los acupunturistas,
homeópatas y curanderos los metí en cana (en la cárcel).
Si discutí con Livio Vinardi fue porque tuvo el atrevimiento
de usar el Aula Magna de Ciencias Exactas.

>
>
> Luis Carlos Silva Aycaguer, Dr. C.
> Vicerrectoría de Investigaciones y Posgrado
> Instituto Superior de C. Médicas de la Habana
>
> REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
>
>   1.Illich I. Némesis médica. Joaquín Ortiz, México, 1978.
>   2.Breilh J. El deterioro de la vida. Corporación Editora Nacional,
> Quito, 1990.
>   3.Ortiz F. La medicina folklórica de Cuba. Bohemia/1951;12(48):16-8.
>   4.Bunge M. La investigación científica. Ciencias Sociales, Instituto
> Cubano del Libro, La Habana, 1972.
>   5.Bernal J. La ciencia en nuestro tiempo. Nueva Imagen, México DF,
> 1979.
>   6.Tellería C, Sanz VJ, Sabadell MA. La homeopatía: historia,
> descripción y análisis crítico. Alternativa
>      Racional a la Pseudociencia. Zaragoza, 1994.

                                Ya no me quedan abrazos para repartir
                                    Les envío besos en ambas mejillas
                                            Héctor Walter Navarro