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[escepticos] Lynn Margulis



Hola,

La entrevista a Lynn Margulis que reproduzco a continuación, aparece hoy
en el diario La Vanguardia. Puede ser un buen colofón -o quizá un
acicate para ahondar- a la polémica sobre la complejidad y la evolución.

Saludos,

Toni

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"Usted es una comunidad de bacterias ambulante"
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-Entrevista de Víctor M. Amela a Lynn Margulis:

-Pregunta gorda: ¿qué es la vida?

-Es materia y es un flujo de energía.

-Eso es muy vago, ¿no?

-Es la formulación más ajustada que puedo darle. Hay otra: es materia
que puede escoger. O sea, materia que elige estrategias, que evoluciona.

-¿En qué momento surge la primera forma de vida?

-Hace unos 4.000 millones de años. Eran bacterias anóxicas, es decir,
bacterias que vivían sin oxígeno.

-¿Y cómo aparecieron? ¿Por qué?

-Sabemos mucho..., pero nada seguro. Las moléculas se combinaron hasta
dar lugar a un ser vivo, capaz de duplicarse.

-¡Y sin oxígeno!

-No lo había entonces en el planeta. Empezarán a generarlo otras
bacterias mucho después: el oxígeno era el "excremento" que expelían, un
gas tóxico.

-¿Tóxico? ¡Nos da la vida!

-Esa es la cosa: la ecopoyesis.

-¿Ecopoyesis?

-Fue el gran invento: los residuos de una especie dan vida a otra, y así
sucesivamente. Los átomos van circulando: usted tiene átomos que han
estado en un dinosaurio y en la mano de Julio César, por ejemplo.

-Qué poético suena.

-Es así. Si en la Tierra hubiera una sola especie, sólo duraría 300
millones de años: en ese tiempo habría agotado su sustento. ¡Gracias a
la ecopoiesis aún hay vida aquí!

-Y nosotros somos la cumbre de la vida.

-Ja, ja... No: en este teatro de la evolución todos los actores son
igualmente necesarios. Pero, si se puede prescindir de alguno, es del
último que ha llegado: nosotros.

-¿Acaso no soy yo más importante que una bacteria?

-Para la vida, no. Además, sin el trabajo de sus bacterias intestinales,
usted estaría muerto. Usted es una comunidad de bacterias ambulante: ¡el
10% de su peso corresponde a sus bacterias!

-Pero yo tengo conciencia, y ellas...

-Usted tiene proteínas, aminoácidos..., ¡lo mismo que una bacteria o un
perro, todo igual! Lo diferente es sólo la organización de esa materia:
hay diferencias sutiles, que dan variaciones grandes.

-La noto a usted poco entusiasta con el género humano.

-¿Sabe lo que dijo Nietzsche?: "La tierra tiene una piel... y le ha
salido un cáncer". O sea, nosotros.

-Un poco drástico.

-Tengo un amigo, el doctor Warren Hern, que ha tomado fotos de melanomas
de piel y las ha puesto al lado de fotos tomadas desde satélite de
territorios deforestados y urbanizados. Salvada la diferencia de
escalas, ¡las imágenes son idénticas! ¿Curioso, eh?

-Es la hipótesis Gaia: el planeta como organismo vivo. Y, nosotros, su
plaga, ¿no?

-Eso es. Deberíamos controlar el crecimiento de las poblaciones humanas,
desde luego, sobre todo en el área del Amazonas.

-¿Teme el fin de la vida en la Tierra?

-Ja, ja... Eso sucederá un día, seguro: cuando el sol se apague.

-Pero... ¿por qué hay vida aquí y no en otro planeta del Sistema Solar?

-Misterio. Tiene que ver con el agua. La temperatura de Venus (400º)
impide que haya agua y carbono, por ejemplo, y, sin eso, no habrá
compuestos orgánicos.

-Aquí tuvimos suerte: había agua.

-Sí. Y Gaia actúa para conservar su vida, o sea, su agua: por eso sigue
habiendo agua 4.000 años después de la primera bacteria. La bacteria
necesita el agua para medrar; nosotros llevamos el agua ya incorporada a
nuestro organismo.

-¡Ah, ahí derrotamos a las bacterias! ¡Uno a cero!

-Depende: una bacteria sin agua puede estar seca durante años, latente,
y, cuando le llega agua, ¡resucita! Y la bacteria "Deinococcus
radiodurans" sobrevive a dosis de radiactividad 400 veces superiores a
la que toleraría un ser humano.

-¿Cuál es su bacteria predilecta?

-La que hemos descubierto en el delta del Ebro: "Titanospirillum velox".
La llamo, en broma, "la bacteria catalana". Es muy importante: está en
el origen de la célula con núcleo, que es la base de las plantas, los
hongos, los animales...

-¡Enhorabuena!

-Sí. En el delta del Ebro hay un ecosistema como el que había al
principio de la vida.

-Y, dígame, ¿cómo se metió usted en todas estas investigaciones
biológicas?

-De niña yo quería ser exploradora y escribir. En mi universidad
obligaban a estudiar ciencias. No me atraía, al principio, pero luego me
interesó tanto... Y al final, por esa vía imprevista, resulta que
exploro y escribo.

-Y ha escrito "¿Qué es el sexo?". ¿Qué es?

-Sexo es la mezcla de genes de dos fuentes distintas en un individuo
nuevo. Pero que conste que la mayor parte de los seres vivos no necesita
sexo para reproducirse.

-¿Quién fue el primero en usar el sexo?

-Las bacterias. Primero se autoclonaban, es decir, eran siempre iguales
a sí mismas genéticamente y, en ese sentido, inmortales. El sexo
permitió individuos con variaciones genéticas que facilitaron explorar
ambientes hasta entonces sin vida. El sexo originó al individuo. Y el
individuo sí muere como tal. La muerte, pues, es herencia del sexo.

-Menos mal que el placer también...

-Sí. Pero la reproducción más ventajosa es la de los rotíferos, unas
microscópicas pulgas de agua: son todos hembras, y se reproducen sin
sexo. En el otro extremo están los hongos: gozan de 50 sexos distintos.