Al parecer mis seguidores, que no entienden que hago en esta corrala augusta e interminable, excepto cuando les enseño los mensajes del señor Hércor Navarro, abogado Argentino, para aquellos que no lo conozcan, y compañero cercano en esta lucha imprevisible contra las fuerzas de la ignorancia y la credulidad, me han sugerido o conminado tal vez sea la mejor forma de escribir esto, a razonar acerca del Ayatollah que se comunicara en primera instancia conmigo.
Sabemos todos que a veces no es posible dar la cara a la sociedad que arbitrariamente sesga nuestras ideas y corazones con la indiferencia vil y húmeda que conlleva una última esperanza de odio por la verdad.
Es de esta forma que la revelación llega a mí, con la resolución impropia de algo quie no pertenece al reino del conocimiento sino de la intuición animal que subyace en la inmanencia de nuestra última serenidad.
La identidad del Ayatollah debe seguir siendo un misterio por ahora hasta que ellos estén preparados y Hércor no debe revelarse todavía, aún cuando parezca propicio el sino.
La fertilidad de la mente debe comprender que gran parte de la misteriosa intencionalidad del universo no es otra cosa que el manejo inconciente de la misma intencionalidad que se esconde entre las porciones de verdad que asoman a través del escepticismo en la racionalidad. No tenemos todos las capacidades cognitivas del Sr. Hércor Navarro Fuentes, pero algún día evolucionaremos y Hercor podrá revelarse sin ser incomprendido , sin ser atacado y sin ser, sobre todo eso, envidiado.
El Ayatolla seguirá en la nebulosa hasta que Uds. pobres incomprensibles estén preparados para aceptarlo, yo ya lo he hecho y estoy presto a recibirle. La revelación será un golpe en aquellos que no han logrado impremeditar las intensidades de la mente. Y Hercor podrá ser quien quiera sin las máscaras del Ayatollah.
saludos desde valencia
Ari