[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]

[escepticos] Estetica hereditaria?




	Os paso un articulo aparecido en El Pais Digital,
http://www.elpais.es/p/d/20000221/sociedad/aaas.htm  , que toca
varios de nuestros temas favoritos. Hay bastantes cosas que me 
parecen muy dudosas, y de hecho el que justo despues de hable de
los premios IgNoble ya dice algo... en fin.

	Santi



Los científicos aceptan la teoría de que el gusto por la
belleza o el paisaje es hereditario 

El padre de la sociobiología proclama el triunfo de su teoría a los 25
años de lanzarla 

MALEN RUIZ DE ELVIRA, Washington 
El científico Edward O. Wilson, padre de la sociobiología, aseguró ayer
ante los asistentes a la reunión anual de la Asociación Americana para
el Avance de la Ciencia (AAAS) que su teoría sobre la influencia de la
evolución y la herencia en la naturaleza de los animales ha salido
reforzada después de las duras críticas que recibió tras publicar su
monumental obra Sociobiología: una nueva síntesis en 1975 . La
sociobiología atribuye a normas genéticamente heredadas la
necesidad de los paisajes o el gusto común por la belleza y hacen que
la conducta social humana sea idiosincrática. 

¿Por qué los seres humanos tienen gustos estéticos tan similares, cuál es la
base de la competitividad o la cooperación, de la amistad o la ética, cuáles son
las reglas que les llevan a elegir pareja, por qué se comportan como se
comportan? La naturaleza humana puede parecer natural a los humanos, que
carecen de la objetividad para juzgarla, pero sólo puede explicarse por la
existencia de unas normas epigenéticas heredadas que regulan el
funcionamiento mental, a través de los mecanismos como la percepción, o los
bioquímicos, aseguran Wilson y su amplia escuela.

Encontrar estas reglas, objetivarlas mediante experimentos científicos, es la
base de la sociobiología, que abarca ahora áreas de conocimiento en
expansión, como la psicología, la sociología y la antropología evolutivas, cuyo
estado fue revisado ayer en un simposio dedicado al 25º aniversario de la
publicación de la obra de Wilson. A este biólogo, que extrajo de su dilatado y
reconocido trabajo sobre las hormigas gran parte del bagaje teórico y empírico
de la sociobiología, no le importa provocar y ayer reiteró que las objeciones
ideológicas a su doctrina procedieron de "los marxistas", que ahora se han
retirado a los departamentos de lingüística. No quiso comentar el hecho de
que el actual presidente de la AAAS, el paleontólogo Stephen Jay Gould, se
haya declarado promarxista más allá de hacer un gesto de desaprobación.

Para ilustrar su tesis, Wilson explicó que los estudios indican que al ser
humano le resulta estéticamente agradable un determinado nivel de
complejidad, ni mucho ni poco, en los dibujos geométricos; respecto al paisaje,
su ideal sería una casa con vistas a un horizonte despejado pero con
vegetación dispersa y algún curso de agua, "el ambiente de sabana en el que
nuestra especie evolucionó durante centenares de miles de años", ya que "las
especies tienden a la selección de su hábitat". También resulta que a los
hombres les resulta sexualmente atractivo un rostro de mujer con ciertas
proporciones, probablemente porque representa una madurez juvenil con alta
capacidad de reproducción, igual que a las mujeres se ha supuesto que les
atraen los hombres maduros y económicamente fuertes como garantía de
reproducción y cuidado de los hijos. Wilson reconoció que estos aspectos
llamativos de la sociobiología no están suficientemente probados, sobre todo
porque se han empezado a estudiar hace muy poco, y aseguró que la teoría
sobre el arte está esperando a su Mendeleiev (el artífice de la tabla del
sistema periódico en química).

La famosa "línea divisoria" entre las ciencias naturales y las humanidades no
es una falla, aseguró Wilson, sino una amplia zona fronteriza de fenómenos
poco comprendidos que esperan la cooperación para explorarlos. Disciplinas
fronterizas emergentes son la neurociencia cognitiva, que cartografía la
actividad cerebral y define los procesos mentales; la genética del
comportamiento, que estudia la base hereditaria del comportamiento; la
biología evolutiva, y las ciencias medioambientales.

Dependencia heredada

En estas nuevas disciplinas se están fundiendo en gran medida las antiguas
psicología y antropología, señaló Wilson, para quien la sociobiología
representa un paso muy importante hacia la unidad del conocimiento, una
nueva forma de enfocar el estudio de la naturaleza humana más amplia que el
reduccionismo genético o cultural.

Áreas normalmente separadas como la ética, la biología, las ciencias sociales
y la política mediombiental resultan íntimamente interconectadas cuando se
trata de abarcar problemas como la deforestación, en los que hay que tener
en cuenta el comportamiento humano, los intereses de la sociedad y el
conocimiento de los árboles. Y conocer la dependencia, heredada, del ser
humano de su ambiente natural permite enfocar la conservación de la
naturaleza y la biodiversidad desde un punto de vista más egoísta pero
también más cercano al ser humano. 

Galardones a las tonterías más grandes que se han
dicho en nombre de la ciencia 

M.R.E, Washington 
Eran las ocho de la tarde del pasado viernes en Washington. Cuando se
abrieron las puertas del salón se llenó a rebosar en apenas dos minutos. Muy
pronto, el primer avión de papel surcó el aire por encima de las cabezas.
Luego fueron varias decenas, en un ambiente de jolgorio.

Tras horas y horas de simposios sobre temas difíciles, los asistentes a la
reunión anual de la AAAS tenían ganas de divertirse y para conseguirlo
estaban dispuestos a reírse de ellos mismos si hacía falta. La ocasión era una
revisión de las tonterías que se pueden hacer, y publicar, bajo el amplio manto
de la ciencia.

Los organizadores del acto eran los mismos que cada año, en la Universidad
de Harvard, conceden los premios IgNobel (innobles, ignominiosos) a los
logros científicos más "improbables", en una ceremonia en la que verdaderos
premios Nobel entregan los galardones y para asistir a la cual los premiados,
muchas veces procedentes de lugares muy lejanos, se pagan ellos mismos el
viaje.

Entre los premiados el año pasado, varios ejemplos: en Sociología, un estudio
sobre las tiendas de Donuts en Canadá; en Física, uno sobre el diseño de una
tetera que no se derrame al verter; el de Literatura fue a parar a un organismo
británico que había hecho un folleto de seis páginas sobre cómo hacer una
taza de té, y en Medicina lo obtuvo un médico noruego que durante años
clasificó los recipientes en los que le traían orina sus pacientes y luego publicó
el estudio. No se libraron del premio los Estados de Kansas y Colorado por
excluir la teoría de la evolución de las enseñanzas escolares, pero el promotor
de los premios y editor de una revista sobre las investigaciones que "no se
pueden o deben reproducir" recibió poco después una cesta de plátanos de
las autoridades de Colorado.

Los organizadores se guardaron para el final algunas perlas ya históricas,
como los estudios sobre la electroeyaculación del rinoceronte con
electrosonografía ("Conseguir la electroeyaculación en un rinoceronte es muy
difícil", era la frase inicial del artículo publicado) y las reacciones de felinos
ante los hombres barbudos (a los gatos les da igual que los hombres lleven
barba o no, fue la conclusión), así como la máquina para ayudar al parto con
fuerza centrípeta que expulsaría al feto con una aceleración siete veces
superior a la de la gravedad. Y contaron que cuando resolvieron el dilema
sobre el comienzo de milenio (año 2000 o 2001), que consistía en hacer la
media (el 1 de julio de 2000), no contaron con el gran número de físicos que
les recordaron por carta indignados que el año 2000 es bisiesto e incluso les
calcularon la media real con 40 decimales.