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[escepticos] Gorgias y las funciones de la lista
[Héctor Walter Navarro]
También quiero comentar contigo algo que me resultó
extraño.
La cuestión cubana produjo un reacomodamiento de las
alianzas.
Como fue un partidario del gobierno cubano el que alabó
a Thor Eyerdahl y fue un partidario del pueblo cubano
el que lo criticó, el resto de la lista respondió a esas
lealtades.
[Mercader]
Creo que no hay que extrañarse de ello. Esta vez fué la cuestión
cubana y otra vez podrá ser el sexo de los ángeles. Sólo son excusas
para aliviar el exceso de adrenalina, alineándose con el equipo que
esté más a mano. Si siguiéramos en la sabana, defendiéndonos de los
leopardos o peleándonos por las hembras, no tendríamos tiempo para
divertirnos enseñándonos las uñas unos a otros.
Creo que, de esta forma, la auténtica finalidad de la lista se pone en
evidencia. En primer lugar, pasar el rato sustituyendo a la charla de
café y, muy detrás, los objetivos teóricos, perdidos en las tinieblas
de la historia del foro.
Observarás que ninguno dijimos esta boca es mía cuando insinuaste lo
de contribuir con ordenadores sobrantes para los escépticos cubanos.
Claro que nunca sabré si era una sugerencia genuina o una hábil jugada
de la que ya conocías el resultado, por previsible.
Lo notable es que nadie, ni siquiera tus más acérrimos adversarios,
quisieron entrar a llamarte demagogo por ello (teniéndolo tan fácil).
No fuera a ser que hubiera que argumentar sobre algo tan incómodo.
[Héctor]
Hasta en esto hay diferencias culturales. Sin ser
sobones los argentinos damos y ofrecemos abrazos con
bastante frecuencia. En cambio noto en los españoles
cierta resistencia hasta a los abrazos virtuales.
[Mercader]
Sin llegar al grado de los besuqueos en la boca tan propios de los
eslavos, o los paseos, cogidos de la manita, de los pueblos árabes
creo que los españoles estamos en un punto medio respecto a los
centroeuropeos o a los norteamericanos ¿Alguien podría seguir el
rastro de esa obsesión por el no-contacto de los yanquis que les
lleva, en algún caso, a esas ridículas y patológicas precauciones
para prevenir supuestos peligros de agresión sexual?
He oído que en muchos centros de enseñanza hay prohibición expresa de
que un profesor y un alumno se encuentren solos en un despacho.
Saludos.