Publicado hoy en El País:
EL CAUTIVERIO DE LA CIENCIA
JESÚS VILLAR
( 29-03-00)
La investigación es el pilar básico para el desarrollo científico y tecnológico
porque conduce a la adquisición de nuevos conocimientos y nuevos
principios. Carl Sagan decía que, sin progreso científico, no hay esperanza
para crear riqueza o mejorar nuestras vidas, ni para mantener nuestras
libertades contra la tiranía. Es paradójico que viviendo en una sociedad
absolutamente dependiente de la ciencia y de la tecnología casi nadie
entienda de ciencia.
Los líderes europeos reunidos en Lisboa han aprobado un programa de
reformas para desarrollar una sociedad basada en el conocimiento y
activar la Europa del bienestar. En esa carrera de más ciencia para todos,
España tendrá que cambiar mucho para seguir el ejemplo de Alicia en el
País de las Maravillas: si se quiere llegar a otra parte hay que correr por
lo menos dos veces más rápido. España es uno de los países que menos
ciencia crea de Europa; sólo dedica el 0,9% de su PIB a financiarla,
menos de la mitad de la media europea y casi cuatro veces menos que
Taiwan. El último Premio Nobel obtenido por un científico español fue en
1906, por Ramón y Cajal, y, según la revista Science , no existe ningún
español en la lista de los 50 científicos europeos más relevantes para los
próximos 25 años. Mientras que contados investigadores extranjeros
eligen España para formarse, el flujo de investigadores españoles hacia
otros países no ha parado desde los años cincuenta. Men! os del 10% del
profesorado universitario español investiga (para la mayoría, la tesis
doctoral fue el único capítulo de su historia científica). Si bien el 35% de la
producción científica española publicada en revistas internacionales
procede de los hospitales, es lamentable que éstos no tengan un
presupuesto para investigación y que más del 70% de nuestros médicos
hospitalarios no tengan una mesa y una silla. Los esquemas de
organización militar que aún perduran en los departamentos universitarios y
hospitalarios españoles hacen muy difícil que se favorezca y garantice la
movilidad y la formación de quienes deciden dedicarse a investigación, ya
que en muchos casos, el catedrático, jefe de servicio o director castra
cualquier iniciativa científica.
España necesita un Ministerio de Ciencia y Tecnología que dignifique la
investigación y el desarrollo tecnológico mediante un plan organizado, con
continuidad, y coordinando los fondos y esfuerzos de los organismos con
responsabilidades científicas. Estamos de enhorabuena. En el próximo
Gobierno de la nación, el presidente Aznar está decidido a crearlo. Al
parecer se llamará Ministerio de Innovación, un nombre bastante
inadecuado que suena más a ministerio de novedades que a lo que la
sociedad española consideraba desde hace tiempo como una asignatura
pendiente. España, en donde abundan tanto los innovadores como los
reinventores de la rueda, es uno de los pocos países de la OCDE que no
tienen un Ministerio de Ciencia y Tecnología. Y así nos va. El intelectual y
el científico son figuras ridiculizadas en nuestra tierra. En repetidas
ocasiones, investigadores de dentro y fuera de España han denunciado que
los responsables de la ciencia en nuestro país no sean científicos. Que E!
spaña gaste en investigación el 0,9% de su PIB, uno de los índices más
bajos de los 40 países más industrializados, es para llorar. No sólo nuestro
PIB es mucho menor que el de la mayoría de los países de la OCDE, sino
que en este porcentaje está incluido lo que se dedica a investigación militar
y lo que cede el Ministerio de Industria y Energía a las empresas para
sostener su investigación. Lo que en realidad gastamos en financiar todas
las actividades de investigación es un tercio del total: menos de 5 pesetas
por persona y día, el precio de un caramelo. Si la ineficacia y el sectarismo
se imponen entre los políticos, y la falta de visión, la inadecuada
preparación y los intereses de grupo dominan en los miembros de la
comunidad científica, la ciencia española perderá irremediablemente la
oportunidad de ser considerada en los foros internacionales. Sin apoyo a
la investigación científica no existirá el mañana para la ciencia Made in
Spain. Creo que deberíamos hacer má! s, que podríamos hacerlo mejor, y
además tengo la esperanza de que lo haremos mucho mejor.
Jesús Villar es director de la Unidad de Investigación del hospital
Nuestra Señora de Candelaria, de Tenerife.
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Saludos
Mario