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[escepticos] Milagro a buen precio
Este artículo se ha publicado en Diario Sur de Málaga, el día 2 de Abril y,
como veis, no tiene desperdicio. Os mando una copia sacada directamente de
su web: www.diariosur.es
Saludos curativos
Jorge J. Frías
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Un milagro a buen precio: Los consumidores han denunciado ya este año 16
productos con engañosas propiedades curativas
JoséLuis Gordillo/Sevilla
Plantillas que adelgazan, cremas que rejuvenecen 30 años, lociones que
regeneran el cabello o mantas que curan el reuma. Todos estos productos, que
se publicitan con propiedades terapeúticas cuasi milagrosas, se pueden
adquirir a precios módicos a través de circuitos completamente ajenos a las
farmacias, desde la venta por correo a las tiendas de 'todo a cien'. Desde
agosto de 1996 un real decreto prohíbe taxativamente la publicidad de
productos con propiedades terapéuticas que no estén sometidos a los
controles de la Ley del Medicamento. Sin embargo, sólo en los dos primeros
meses del año la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de
Andalucía (FACUA) ha presentado 16 denuncias contra otros tantos presuntos
'productos milagro'.
Joaquín Herrera, catedrático de Farmacología de la Universidad de Sevilla,
lo tiene muy claro. «Hay publicidad engañosa, se quieren vender como
medicamentos productos que no lo son, que no son para nada eficaces, y por
eso los hemos denunciado más de una vez por el Consejo General de Colegios
de Farmaceúticos», desde productos cosméticos a los pretendidamente
adelgazantes.
Antonio Delgado, portavoz del Colegio de Farmaceúticos de Sevilla, advierte
que en muchas ocasiones el Ministerio de Sanidad «no tiene ni idea» de la
existencia de estos productos en el mercado, ya que en la mayoría de las
ocasiones no se someten a los controles de la Ley del Medicamento, sino que
obtienen una licencia como complemento dietético a través del departamento
de Alimentación del Ministerio de Agricultura, por ejemplo. «Se aprovechan
de los vacíos legales que quedan», asegura Delgado, quien posee una farmacia
y en alguna ocasión dice haberse dado cuenta de las promociones de los que a
su juicio son 'productos milagro'.
«Le dije a una señora que si conseguía adelgazar con unas plantillas para
los pies le pagaría tres veces su precio», ironiza. Respecto al resultado de
las denuncias, no es muy esperanzador. Delgado relata que en algunas
ocasiones se ha intentado localizar el laboratorio que fabricaba algún
producto, y normalmente se los han encontrado cerrados, a la vez que la
empresa titular ya no existía.
Otras veces la firma ni siquiera tenía dirección, sino solamente un apartado
de correos, y por último también existe otra práctica muy común. «Se importa
el producto de fuera, se les da un barniz, una publicidad muy fuerte para
crear una demanda social que satisfacer, se venden los productos y no se
vuelve a saber de ellos».
En cualquier caso, no todos los industriales denunciados se esconden.
Algunos dan la cara. Es el caso de Servicenter, empresa que ha sido
denunciada ante las autoridades sanitarias por la FACUA por su publicidad de
la crema facial «New Face», en la que se asegura que hace desaparecer las
arrugas de la cara en 90 segundos.
Manuel López Rodríguez, comercial de Servicenter, asegura que esta crema es
eficaz y muy similar a las que se venden desde hace una década en farmacias
para el estiramiento de la piel. No obstante López Rodríguez reconoce que a
las 6 horas vuelven a aparecer las arrugas, y que su producto no se vende en
farmacias. El problema está en si estas dos últimas cuestiones se detallan
en la publicidad denunciada.
Las 16 reclamaciones presentadas por la FACUA en lo que va de año han sido
todas de oficio. Los consumidores afectadas permanecen en el anonimato, ante
el pudor de reconocer públicamente que han sido engañados, porque se culpan
a sí mismos de que los aparatos adquiridos no funcionen o porque realmente
creen haber experimentado una mejoría en alguna de sus dolencias, en lo que
se conoce como 'efecto placebo', según detalla el portavoz de la FACUA,
Rubén Sánchez.
Esta organización también lamenta la «pasividad» de la Junta de Andalucía en
este aspecto, al no poseer ningún plan específico de inspección de los
'productos milagro' y limitarse a tramitar las denuncias que le llegan de
terceros, aseguran.
En el Real Decreto 1.907 de 1996 se prohíbe taxativamente la publicidad o
promoción de productos, materiales, sustancias, energías o métodos con
pretendida finalidad sanitaria sin ajustarse a los requisitos previstos en
la Ley del Medicamento, es decir, el control previo que realiza la Dirección
General de Farmacia. También se prohíbe que los profesionales sanitarios
respalden con su testimonio la finalidad sanitaria de estos productos, la
utilización de la palabra «natural» vinculada a pretendidos efectos
curativos o preventivos y la exhibición de homologaciones extranjeras para
los adelgazantes.
La Junta asumió las competencias de inspección, para hacer cumplir esta
legislación, en una orden de la Consejería de Salud de abril de 1999. Sin
embargo, en el primer Programa de Inspección de Centros, Prestaciones y
Servicios Sanitarios, correspondiente al año pasado, no se recogía ninguna
actividad específica sobre el control publicitario, actuando solamente a
instancia de los denunciantes.
Procedimiento legal de reclamación
Al igual que sucede con la publicidad de los productos que se atribuyen
propiedades terapeúticas, el procedimiento de reclamación tras una compra
está perfectamente regulado. Los abusos que se producen no se deben a la
falta de legislación, sino al desconocimiento de la misma o bien a la
pasividad en su aplicación.
La mayoría de los denominados 'productos milagro' se adquieren fuera de las
tiendas, bien por correo o en promociones especiales que se suelen realizar
en hoteles. A este respecto la Ley de Comercio Interior de Andalucía
establece un plazo de siete días para la comprobación del producto y su
devolución al libre albedrío del comprador. Para ello se debe enviar a la
empresa vendedora un documento de revocación por correo certificado con
acuse de recibo. Si se sobrepasan esos siete días, sólo se podrá devolver el
producto si está en malas condiciones, no se corresponde con la publicidad
del mismo o bien que el contrato no incluya documento de revocación, con lo
que sería totalmente nulo.
Excursiones con trampa
Los pensionistas son las víctimas más propicias de los viajes de un día a
1.000 pesetas, con comida gratis, donde les venden multitud de objetos
José Luis Gordillo/Sevilla
María Romero Rodríguez, de 77 años de edad, es una veterana en las
denominadas 'excursiones con trampa'. Sólo después de varias experiencias
ella y sus habituales compañeras de viaje se han dado cuenta del engaño que
han venido sufriendo, por lo que rehuyen ya cualquier viaje de placer que
huela a promoción mercantil de productos.
La versión de María coincide con la que otros muchos jubilados han
comunicado durante el último año a las asociaciones de consumidores. Se
trata de excursiones de un sólo día, normalmente dentro de Andalucía o el
sur de Portugal, ofertada por empresas muchas veces ajenas al mundo de las
agencias de viajes por el minúsculo precio de 1.000 pesetas, donde además se
incluye el desayuno y el almuerzo gratis.
Sin embargo, cuando llegan al lugar de destino María Romero asegura que
apenas visitan los lugares turísticos, los parajes naturales, las playas o
los monumentos. Todo eso lo vislumbra de pasada. La mayor parte del día la
pasan en un hotel, donde primero reciben una charla de al menos una hora por
parte de un agente comercial, quien les presentan una serie de ofertas de
productos de lo más variopinto a un precio que aseguran es mucho más bajo
que en las tiendas ordinarias.
Entre estas ofertas abundan las de los llamados 'productos milagro', que
tienen un fuerte atractivo para las personas que acuden a estas excursiones,
normalmente jubilados mayores de 60 años. La Federación de Asociaciones de
Consumidores y Usuarios de Andalucía (FACUA), denuncia que algunas empresas
no admiten a clientes menores de 25 años, porque no los consideran
compradores potenciales.
«Con la charla la vuelven a una loca, te engolosinan y te traes lo que sea»,
confiesa María Romero. Ella en concreto compró por 60.000 pesetas un colchón
que le aseguraron era muy apropiado para calmar las dolencias óseas, y que
ahora dice está completamente hundido. También compró una manta de la lana
de oveja merina, a la que muchas de estas promociones atribuyen propiedades
analgésicas contra el reuma. No obstante, «algunos son honrados y te dicen
la verdad, que las mantas no quitan los dolores pero abrigan», señala. Todo
ello al margen de almohadas para el dolor de cervical o sillones eléctricos
que proporcionan masajes para la circulación sanguínea.
Hasta el momento la Dirección General de Consumo de la Junta solamente ha
sancionado a dos empresas, con multas de 100.000 y 200.000 pesetas
respectivamente, por la realización de estas excursiones con publicidad
engañosa. Sin embargo la FACUA denuncia que existen otras infracciones a la
legislación comercial, llegándose a prohibir a los excursionistas que salgan
del recinto donde se realiza la promoción incluso durante cinco horas. No
obstante, también hay que reconocer que en otros casos los excursionistas
saben a lo que van, lo aceptan de buen grado y todo se ciñe a la legalidad.
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