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Hola escépticos,
Llevo subscrita
poco tiempo. Empecé a leeros (con gran interés y aprovechamiento:-) en
la etapa "guerrera" que finalizó con el cierre temporal de la
corrala, cuando daba cierto reparo darse a conocer (por si salpicaba
:-D).
Siempre he tenido
aversión al "mundo de los magufos", pero hasta hace poco sólo lo conocía de
oídas. Por desgracia, desde hace unos meses parece que los "iluminados"
proliferan a mi alrededor y no conozco el motivo.
Tras participar en
un programa radiofónico, he recibido una inquietante misiva, que os
envío por si tenéis el valor de leerla.
(Postdata innecesaria: las palabras
escritas en púrpura son mías)
Queridos doctores: Han tocado ustedes un tema referente a la terapia de las enfermedades como es la música (¿nosotros?), que lo veo de la mayor trascendencia. Incluso no me explico como en los centros de sanación (¿qué centros?), no ponen de fondo una música suave; porque la música armónica (¿sólo la armónica?J ) aumenta las vibraciones y el aumento de las vibraciones, es el que nos lleva a la elevación espiritual y la elevación espiritual, a mejorar la armonía en nuestras células (¡toma ya!), y cuando un organismo está enfermo, no es otra coaa que la falta de armonía entre sus células. Por eso lo primero que se impone es lograr esa armonía, el resto debe llegar por ley de la Vida. Yo aunque se les haga duro creerlo, curo las enfermedades con una sencilla oración dirigida a la DIVINA PRESENCIA YO SOY (¿mande? :-o) del afectado y rezada por él (no entiendo "ná").Es natural que esto requiera haber estudiado la Ciencia de Dios, que hoy está difundiendo la GRAN HERMANDAD BLANCA (sin cachondeo: mamá tengo miedo). Entonces el planteamiento que yo aplico en cada ocasión, es como sigue. "DIVINA PRESENCIA YO SOY, DIVINA PRESENCIA YO SOY (¡CUÁNTA PRESENCIA!), envuélveme en la llama violeta ("la llaaama"), armoniza mis células, cuida mi (parte específica donde esté el mal), riñón, columna vertebral o vientre (el resto del organismo no tiene importancia y las enfermedades sistémicas ni mencionarlas), y dame luces (difícil empresa) para comprender Tu DIVINA PRESENCIA (tanta presencia ya aburre). ¡Gracias DIVINA PRESENCIA YO SOY (PERO ¿QUIÉN piiiii ES LA DIVINA PRESENCIA?)! porque sé que lo harás".Señores apreciados doctores, antes de llegar a mí el conocimiento de la "PODEROSA PRESENCIA YO SOY, que está en todas partes gobernando en los corazones y mentes humanas con invencible Poder", me llegó el del sabio tibetano Lobsang Rampa (no digas más), el cual nos descubre la existencia del Superyo (yo creía que lo descubrió "otro"), como jefe de la casa (¿no será de la cosa?). Recomendándonos que le demos un nombre íntimo (¿cómo de íntimo? ¿pocholín?), con él le pidamos cosas, y cuando nos las conceda, debemos darle las gracias. Yo puse a prueba esta recomendación en un caso que a primera vista no podía resolver favorablemente (¿un lobanillo?) y fue tan efectiva la solución, que algunos compañeros de trabajo tuvieron que intervenir para que no pegara más, a un rival más fuerte que yo que se había conducido como un chuleta (ozú ¿me está amenazando?)...Fue entonces cuando comprobé que de camelo nada, el Superyo o DIVINA PRESENCIA YO SOY es la clave de todo el poder que puede desplegar el hombre, si cree en El y aprende a ordeñarle (habéis leído bien :-D). Es tambien el primero en darnos el palo (claro, tras tocarle las ubres sin su permiso, ¿qué esperabas?), cuando nuestra mentalidad se pasa de lista y nos lleva (sin a) subvalorar las Leyes Eternas. ¡Créanme que hoy conozco la Ciencia de Dios!, y la ordeño con visibles beneficios para mí (decías que ordeñabas el monedero de quién...) y la comunidad; pues regulo las precipitaciones y cambio de tiempo (sic) (socorrooooooooo :-O). No les digo más, salvo que lean los adjuntos trabajos (no me atrevo, la verdad) y queden con mi más cordial saludo. Saludos cordiales,
Beatriz
Sánchez |