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[escepticos] Un muerto en exorcismo argentino
Mirad, un poquito de prensa amarilla...
Santi
Martes 28 de marzo de 2000
SAAVEDRA
Tragedia familiar: mató a su padre e hirió a su hermana
Según los investigadores, una joven de 22 años habría cometido el
crimen en medio de un delirio místico. Su hermana, de 29, está
internada muy grave
Durante varias horas, los vecinos escucharon rezos hechos a los
gritos. Más tarde las plegarias se fueron transformando en alaridos
desesperados. Cuando llegó la Policía encontró al dueño de casa
muerto a cuchilladas. Y a sus dos hijas, una de ellas gravemente
herida, tiradas a un costado. Los tres estaban desnudos y
ensangrentados.
Los investigadores dijeron que al entrar a la casa encontraron a
Juan Carlos Vázquez, un comerciante de 50 años, ya muerto por
"infinidad de puñaladas". Al lado, su hija Gabriela, de 29 años,
estaba herida muy grave.
La otra hija del comerciante, Silvina, de 22 -que según los vecinos
estudia en la Facultad de Ciencias Sociales- fue detenida por la
Policía en medio de un ataque de nervios. Para entrar a la casa la
Policía tuvo que romper un vidrio.
Desde hacía una semana, los vecinos venían escuchando "oraciones
extrañas y palabras obscenas" durante las noches, aunque nunca
vieron entrar a nadie ajeno a la familia. Ayer, los gritos
comenzaron a alrededor de las 9 de la mañana. Y al mediodía los
vecinos, que estaban asustados porque cada vez eran más fuertes,
avisaron a la comisaría 49. Un patrullero fue hasta el lugar y
varios policías trataron de entrar a la casa. Según la agencia
Télam, los policías alcanzaron a ver a través de una rendija cuando
el hombre era apuñalado por su hija menor.
Cuando por fin pudieron entrar, el hombre ya había muerto. Para la
Policía, la tragedia fue consecuencia de un delirio místico. Uno de
los agentes escuchó "Satán está aquí" cuando entraban a la casa.
"En la casa encontramos algunas vírgenes e imágenes católicas
comunes", dijo el jefe de la comisaría 49, Juan Carlos
Hammerschmitd.
Fuentes policiales señalaron que en la casa también fueron hallados
algunos folletos religiosos "con instrucciones para acceder a Dios",
según precisaron.
Vázquez y sus dos hijas vivían en ese lugar desde hace tres años.
Según sus vecinos eran "gente normal y muy educada, que nunca había
tenido ningún problema con nadie".
TRAGEDIA EN SAAVEDRA: UN ASESINATO VINCULADO AL SATANISMO
Juan Carlos Vázquez murió apuñalado, en medio de un ritual del que
participó junto a sus dos hijas, el lunes en su casa de Saavedra.
Según fuentes judiciales, la autopsia reveló ayer que Vázquez -que
trabajaba como empleado en un negocio de venta de bulones- había
recibido más de cien cuchilladas.
La hipótesis acerca de los hechos es que la menor de las chicas
atacó al padre con un cuchillo de cocina y después también agredió
a su hermana. Los policías llegaron justo cuando la menor estaban
por agredir a la mayor.
Los investigadores creen que los tres participaron en forma
voluntaria de un rito vinculado al satanismo, pero no está claro su
sentido: los policías dicen que una de las chicas invocaba al
demonio pero también gritaba que el demonio había abandonado el
cuerpo de su padre. La víctima tenía en su cuerpo cortes esotéricos,
que parecían ser el inicio de un dibujo. El dato más escabroso es
que las hermanas habrían arrancado a mordiscones pedazos de la cara
de su padre. Ayer, la Policía allanó el Centro Alquímico Buenos
Aires "Transmutar", en Córdoba 1590, donde las dos muchachas se
habían anotado -se cree que sólo la más chica iba a las clases- en
un curso de esoterismo y alquimia. Ahora, la Justicia está
investigando qué relación tiene ese lugar con el hecho.
Los investigadores llegaron hasta allí porque en la casa de los
Vázquez -en Manuela Pedraza 5873- fueron hallados varios folletos
con los cursos y conferencias que se dictan en el lugar. Sobre todo,
llamó la atención una "guía de ritos alquímicos" que se encontró en
la casa. Alguno de esos "ritos" tendría similitudes con lo que
sucedió el día del crimen.
"Salvo el uso del cuchillo y el hecho sangriento, todo lo demás
estaba en esa guía", comentaron en la Fiscalía de Saavedra, donde se
investiga el caso. En la planta alta de la casa, donde hay dos
habitaciones y un baño, había velas blancas, iguales a las que se
venden en el centro alquímico. El rito se llevó a cabo en el living
comedor de la planta baja. Ahí, la mesa y las sillas estaban
corridas hacia un costado. No había ninguna escenografía especial,
salvo determinados detalles. Había copas que, según la Policía
contenían "un líquido y hierbas que se venden en el centro
alquímico". Se investiga si se trató de algún alucinógeno usado en
el ritual. En principio, en la Fiscalía no creen que se trate de
sustencias nocivas.
Además, en la guía de alquimia había una serie de invocaciones y
oraciones similares a las escuchadas por los vecinos. Ayer Clarín
pudo comprobar que esa guía se encontraba en la vidriera del centro
investigado, rodeada de péndulos y cruces.
"Queremos saber si el asesinato fue inducido por terceras personas,
ligadas a este centro", dijeron en la fiscalía.
Cuando los agentes entraron a la casa, el ceremonial aún se
desarrollaba. Los policías alcanzaron a ver un enorme charco de
sangre y el cadáver desnudo de Vázquez. A su lado, también desnudas
y bañadas en sangre estaban sus hijas. Los policías aseguraron haber
visto a las dos hermanas escupir pedazos de carne que le habrían
arrancado a su padre a mordiscones. Se hizo un hisopado en la boca
de las dos chicas y otros estudios para certificar si hubo
antropofagia", concluyeron.
Según la Policía, la hermana más chica: "gritaba impostando la voz,
de aguda a grave, que el Diablo ya se había ido del cuerpo de su
padre, pero había entrado en el de su hermana". "Estaba fuera de sí,
con los ojos desorbitados, gritando obscenidades e invocando al
Demonio", relató el comisario Juan Carlos Hamerschmidt. La hermana
mayor tenía una actitud más pasiva: "Nos llamó la atención su grado
de sometimiento", contó el policía.
Viernes 31 de marzo de 2000
TRAGEDIA EN SAAVEDRA: MAS REVELACIONES SOBRE EL CRIMEN RITUAL EN
UNA FAMILIA
Las dos hermanas creían que la casa estaba endemoniada
Los Vásquez estaban convencidos de que algo maligno habitaba con
ellos en el departamento de Manuela Pedraza 5873. Ruidos extraños,
que para los vecinos sólo eran gatos, los convencieron de que en su
casa había espíritus.
Inquietos, preguntaron en el barrio si en el edificio donde ahora
vivían ellos había muerto alguien antes de su llegada. Juan Carlos
(50) y sus hijas Silvina (21) y Gabriela (29) escuchaban golpes,
pasos en la escalera; y querían saber si alguien más los había
notado. Así se lo contaron los propios vecinos a los fiscales y
policías que el lunes al mediodía llegaron al lugar. Las preguntas
sobre "los espíritus" habían comenzado dos semanas antes del
crimen. Ese día, segun contó una de las chicas Vásquez en el
hospital, Juan Carlos incluso creyó ver en el espejo del baño la
imagen del diablo, por eso lo destrozó.
La muerte de Juan Carlos ocurrió luego de un ritual de
purificación: él y Silvina estaban desnudos, Gabriela llevaba sólo
una remera. Los tres se habían reunido en una de las habitaciones
de la planta alta a rezar.
En ese lugar se encontró una Biblia abierta en el salmo 120: "El
Señor me preservara de todo mal. Guardará el Señor tu alma", dice
entre otras invocaciones a Dios. En esa habitación, cerca de dos
camas marineras y un colchón tirado en el piso, se encontraron los
apuntes que una de las chicas había tomado en un curso en el "Centro
alquímico Transmutar". Uno de ellos terminaba con la frase: "Al
principio da miedo".
Luego de rezar, el padre y las dos hijas bajaron al living comedor.
Arriba dejaron encerrado a su perro pequinés (hoy en custodia de un
policía de la comisaría 49). Entonces pasaron de las velas y el
incienso a la sangre.
Juan Carlos terminó tirado en el piso con más de 100 heridas -las
mortales en el cuello- y dos círculos dibujados a cuchillo en su
cuerpo: uno en el estómago y otro rodeando la tetilla derecha.
En su pene había restos de semen. Los forenses dijeron que podía
ser causado por el proceso de la muerte o por una relación sexual
aún no acreditada. Además, en varias partes del cuerpo la carne
había sido arrancada, como en la mejilla izquierda.
Los policías de la comisaría 49 llegaron a la casa del barrio de
Saavedra el lunes a las 11. Habían recibido una denuncia por ruidos
molestos pero cuando empezaron a escuchar gritos roncos, uno de
ellos rompió el vidro lateral de la puerta para ver que ocurría
adentro. Lo que vio fue a un hombre desnudo, parado cerca de la
baranda de una escalera. Una chica, también desnuda, le daba
cuchillazos.
Después de tirar abajo la puerta, los policías quedaron shockeados
por la escena: había sangre por todos lados, el hombre ahora estaba
tirado en el piso desangrado, con una profundo corte en el cuello.
Al morir, su mano izquierda quedó aferrada a una columna de la
baranda de la escalera. Y allí estaba la joven, Silvina, que
gritaba con un cuchillo en la mano: "Esto no es real. Mamita,
mamita, ahora papito va a volver bueno".
Podría ser esta una de las inusuales ocasiones en la que los
policías llegan justo instantes antes de un crimen.
Más tarde uno de esos policías declaró en el sumario que, al querer
esposar a Gabriela salió despedido a varios metros cuando la chica,
ya con uno de sus brazos a la espalda, apenas lo tocó con el otro.
Un segundo policía afirmó que cuando llegó al hospital con las
hermanas "una sustancia verde le cayó de la nada".
Como había ocurrido antes en su casa, Silvina y Gabriela hablaban
con una voz ronca, masculina, mientras entraban custodiadas al
Hospital Pirovano.
Entonces contaron que ese día su padre -cuyo cuerpo nadie reclamó
hasta anoche- había visto al diablo en el espejo del baño, que
estaba poseído y que el demonio había pasado de él a Gabriela.
También dijeron que los espíritus que las acosaban habían sido
mandados por gente de Lomas del Mirador.
Allí los Vásquez vivieron hasta dos años después de la muerte de su
madre, Aurora Gamarra. La familia se mudó al barrio de Saavedra en
1997. Y ese año parece haber marcado sus vidas. Durante el
allanamiento a la casa de Manuela Pedraza no se pudo encontrar
ninguna documentación personal (agendas, fotos) posteriores a 1997.
Los vecinos recordaron que un mes antes del crimen la familia sacó
a la vereda grandes bolsas de residuos que parecían contener
papeles. El 97 también fue el año en el que Gabriela cursó tres
materias del CBC. Quería estudiar Diseño, Imagen y Sonido, pero dio
tres materias y al poco tiempo abandonó la universidad. Silvina en
cambio empezó Ciencias Económicas en 1998 y era una buena
estudiante: llevaba rendidas ocho materias.
Ninguna de las hermanas declaró todavía. Los médicos forenses
consideraron que no estaban en condiciones de hacerlo.
La Policía secuestró en la casa diversos elementos, entre ellos
tres teléfonos celulares. Falta averiguar a quien llamaron y quien
los llamó durante los días previos al ritual. Tambien, qué dicen
los mensajes almacenados en uno de esos teléfonos.
http://www.clarin.com.ar/diario/2000-03-28/e-04801d.htm
http://www.clarin.com.ar/diario/2000-03-29/e-04001d.htm
http://www.clarin.com.ar/diario/2000-03-31/e-04001d.htm