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[escepticos] El Retorno de los Brujos de Pauwels y Bergier.



El Retorno de los Brujos de Pauwels y Bergier.

Hola:

Marcela Brusa envió el 18 de abril un interesante artículo de
Umberto Eco, sobre una revista exitosa de Louis Pauwels: PLANHTE.
Esto me trajo recuerdos.

Hace muchos años leí "El Retorno de los Brujos", de Pauwels y
Bergier, de la editorial Plaza & Janes S. A., Barcelona, 1961.
Fue uno de esos últimos libros del mundo capitalista que entraron
a Cuba, pues recién se había roto con ese mundo. Ya las revistas
Life con sus bellas fotos, las Selecciones del Reader´s Digest
con sus textos banales para personas mediocres, las útiles
Mecánica Popular, y las interesantes National Geographic Magazine
que tanto gustaban a mi abuelo, dejaron de entrar al país. Cuba
se había desconectado de USA y de la literatura del mundo
occidental.

Fue la época en que se vendían las revistas Unión Soviética, (por
cierto, muy parecida a la Life de USA en el formato), China
Reconstruye, en la cual siempre aparecían muchas fotos de chinos
vestidos todos iguales, y cada uno con el Libro Rojo de Mao en la
mano. También la revista RDA (la mejor revista de todas) la 
Polonia, etc. 

Pero bueno, como ya sabemos, esta lista no es para contarle 
la vida a nadie.    :-)))

El Retorno de los Brujos, que impresionó a algunos en aquellos
años 60, personalmente me decepcionó, me pareció falso, y lo
peor, no solo que propagaba ideas sin fundamento, sino que no
había análisis a fondo de nada, sus autores no daban una visión
de crítica científica de nada. Solo era anécdotas impresionantes.
Yo buscaba más detalles, tan siquiera un análisis, no más
anécdotas impresionantes. Hoy califico ese libro que menciona
Umberto Eco en su artículo, como un real y típico libro Magufo.
Considero a L. Pauwels y J. Bergier, un binomio de hábiles
escritores propagandistas de eso que se llaman mitos y
pseudociencias. Unos vividores a costa del viejo género literario
pseudocientífico, como Berlitz o von Daniken. Literatura cotidiana 
de pacotilla, pero que saca mucho dinero de los crédulos.

Recuerdo que un capítulo trata sobre Edgar Cayce (1877-1945), uno
de los médiums curanderos más famosos de USA. Pauwels y Bergier 
se limitaban a escribir las anécdotas recogidas periodísticamente
sobre sus capacidades que hoy llamamos paranormales. Por ejemplo,
describían el incidente de su hijo Hugh Lynn de 8 años, que
jugando con fósforos, provocó una explosión de un depósito de
magnesio. Decía que los médicos le pronosticaron una ceguera
total en plazo breve y recomendaron extirparle un ojo. Cayce
aterrorizado cayó en uno de sus acostumbrados "sueños" o trances,
y dijo que no debía extirparse el ojo, sino que le apliquen por
15 días compresas con ácido tánico. Según los médicos
especialistas eso era una locura. Y al cabo de 15 días Hugh Lynn
estaba curado. 

Pero Pauwels y Bergier no explicaban determinados detalles a
fondo y me interesaba saber de cómo actuaba realmente este famoso 
médium estadounidense. Saber hasta que punto ese médium se las 
valía para acertar su show, pues todo estaba muy manipulado. Pero 
estos periodistas franceses solo tocaban por arriba el tema.

Años después pude leer quien fue realmente Edgar Cayce y lo que
realmente sucedió. No las historias impresionista-embaucadoras de
estos dos franceses. Cayce regularmente trabajaba con unos 
asistentes: el hipnotista y osteópata por correspondencia, Al
Layne; el médico John Blackburn; y el homeópata Wesley Ketchum.
Además, la fama de Cayce esta basada en anécdotas y testimonios.
No hay manera de demostrar que Cayce utilizó poderes psíquicos
inclusive en aquellos casos donde no se disputa que él determinó
la cura.

Martin Gardner desacreditó a Cayce y sus curas. Además de la
osteopatía, Cayce conoció bien de homeopatía y naturopatía. El
fue el primero en recomendar laetrile como una cura para el
cáncer. (el laetrile contiene arsénico y se conoce por ser
ineficaz para el cáncer). El también recomendó "aceite ahumado"
para una úlcera en la pierna; "cataplasmas del árbol de
melocotón" para las convulsiones. Recomendaba para la hidropesía
el líquido que sale del insecto ectoparásito llamado chinche
después de aplastarlo. Recomendaba para tratamiento de la
tuberculosis las inhalaciones de coñac de manzana proveniente de
un barrilito carbonizado...

Discrepo de Umberto Eco por ciertos elogios y determinadas frases
incompatibles con el racionalismo y la ciencia. De todas formas, 
Arte es una cosa, Ciencia es otra. Umberto Eco es todo un letrado 
consumado. Y un letrado un poco lejos de detalles propios de la
dinámica del racionalismo científico. (digo un "poco lejos", 
porque lo comparo con otros letrados consumados, que andan  
perdidos a millones de años-luz). 
Así lo delatan estos párrafos:

  "¿De qué se ocupa Planhte?  De todo. De todo lo que es
descuidado por la ciencia oficial y por las revistas normales, de
todos aquellos aspectos de la ciencia y de la seudociencia que
nos abren una ventana a las nuevas condiciones en las que estamos
viviendo, y en las que quizás vivamos conscientemente mañana.
Así, Planhte presenta en sus números ilustraciones de las
doctrinas orientales, panoramas de parapsicología, revelaciones
sobre sorprendentes descubrimientos bioquímicos, relecturas de
textos ocultistas, originales enfoques sobre fenómenos de la vida
cotidiana que escapan a nuestra reflexión, fragmentos de
literatura excéntrica, especimenes de ciencia-ficción de calidad,
revelaciones acerca de momentos oscuros de la historia,
anticipaciones sobre las conquistas de la técnica."

Mas adelante escribe Humberto Eco:

    "La hipótesis de Planhte es, en justicia, aceptable: entre el
obtuso rechazo de una técnica, que todavía espera de nosotros un
proyecto de instrumentalización total, y el acto de fe en todas
las posibilidades del saber, escogeremos la segunda vía; entre el
rechazo académico a las hipótesis mas vertiginosas, que solo
nuestra miopía podría considerar desatinadas, y el gusto
malicioso por una posibilidad sin limites, ¿por qué no escoger
este segundo camino tan humano?"

Creo que con estos dos párrafos es suficiente. Sino vuelvase a 
leer el artículo enviado por Marcela Brusa.

No puedo dejar de mencionar que algunos escritores han retomado
en sus obras la pseudoteoría del Wel, sin mencionar a Horbiger.
Críticos de letras desinformados, han clasificado estas y otras 
ideas pseudocientíficas y anticientíficas como de un nuevo género, 
o entre otros, como ciencia ficción. 

Se habla de dos líneas o tipos de ciencia ficción: "la dura", y
"la blanda". Lo real es que en una, las especulaciones están
basadas en las leyes de la ciencia, y en la otra, no interesan
para nada el racionalismo ni las leyes científicas. Para los
críticos de cine y literatura la clasificación de determinados
géneros les resulta fácil (Oestes, policiaco, drama, comedia,
etc). Pero cuando ven cualquier cosa fantástica donde hay 
recipientes de vidrio de laboratorio con líquidos coloreados 
burbujeantes y despidiendo un espeso humo, máquinas o aparatos 
con cientos de lucecitas y teclitas, ruidos de chispas 
eléctricas, presencia de cohetes, creación de monstruos, 
metamorfosis extravagantes tipo hombre-lobo, etc, le etiquetan 
de inmediato como ciencia ficción. He visto clasificar a 
Superman como ciencia ficción!

Y es que desgraciadamente la mayoría de los letrados no conocen
la dinámica de la ciencia, y en el fondo ni les interesa saberlo,
en definitiva como dicen la mayoría: ¿para qué? Como por ejemplo,
una obra en que le den una pastilla, o iluminen con un rayo a un
ratón y se convierta en elefante. Lo clasifican de inmediato como
ciencia-ficción. Creo que fantasía ligada a especulación
pseudocientífica o anticientífica es una cosa, y ligada a
especulación científica es otra.
 
Hace años apareció una escritora cubana catalogada por críticos
cubanos, como escritora de ciencia-ficción, la cual realmente
retomó, y en otras muchas ocasiones plagió, algunas obras de 
propagandistas de pseudociencias como Pauwels y Bergier.
También a Denis Saurat, a los rusos M. Agrest, A. Kazantsev, 
al suizo von Daniken. Esa escritora fue premiada y 
posteriormente participó en la TV nacional en un panel del 
programa Cine Vivo el 23 de septiembre de 1988, que debatió 
el estreno nacional del film pseudocientífico La nave de los 
Dioses (RFA 1970). En el panel de debate había hasta un astrónomo 
que despistado, no se percató de los disparates super garrafales 
que ellos habían visto en el film. Me sentí muy molesto después 
que vi esta película danikeista, más al ver un científico,
un astrónomo tan tonto. Esto me disparó a criticarles por carta y
por la prensa. Hasta que en 1990 salió la crítica en el periódico 
Juventud Rebelde, en la sección "Por el ojo de la Aguja", manejada 
por una periodista sagaz, pero que no quiso paranoidemente 
profundizar en lo que yo exponía. Algunos creyeron que yo era 
un crítico literario y no un desenmascardor de pseudociencias. 
Pero bastante hizo ante mi insistencia, con publicar mi carta y 
generar un pequeño debate nacional. (En Cuba solo hay 3 
periódicos nacionales, los demás son provinciales).

Es tradición que cada vez que se divulga un disparate en el mundo 
del arte y las letras, o alguien habla o escribe mal, o aparece 
un anacronismo en la escenografía, o cosas similares, de inmediato 
los del arte y letras se escandalizan, protestan a gritos, le 
critican por los medios, lo machucan, etc. Que si dijo mal esto, 
que si no tiene sintaxis, que no tiene lenguaje adecuado, que no 
sabe lo mínimo para la redacción. Que mire usted que decir que 
Shakespeare escribió Los Miserables. ¡Que inculto...! Y luego
educativamente le machucan sin compasión.

Pero los científicos prácticamente estaban acostumbrados a dejar 
pasar los disparates que tocan al campo de la ciencia. Hasta que 
para desgracia de los magufos, aparecieron las asociaciones que
aplican la crítica basada en el escepticismo científico.

Para los del arte y letras de la lista: no niego el realismo mágico. 
No creo que a nadie afecte en sus principios racioempiristas, el 
enriquecercer su cultura con la mágica naturaleza de Makandal, en
el "Reino de este Mundo", ni la ascención a los cielos de la 
bella Rebeca en "Cien años de Soledad". Deleitar la psiquis con 
una literatura que no trata de convencernos de cosas
inverosímiles, sino de hacer nuestra vida mas rica y hasta más
creativa, no lleva a sus consumidores a emprender caminos
irracionales en su vida intelectual. No hay peligros en
convertirnos en pseudocientíficos y oscurantistas al disfrutar
entre sonrisas una comedia en la cual aparecen fantasmas; o
conmovernos al leer una tragedia shakespereana con fantasmas.

Pero para los estafadores con lo mágico, para los que venden 
falsas teorías con las cuales quieren convencer a toda costa,
a los que fabrican misterios y sectas, y a los que usan la
peligrosa curandería, hay que pensar que la vida del ser humano 
es muy breve, pero más breve es su vida intelectual, por lo cual 
es penoso perder el tiempo dando crédito a cosas falsas, porque 
vivimos en una época en que se conoce y está establecido el método 
de investigación científica, método de pensamiento que, a pesar de 
ser el más joven de la historia de la humanidad, es el más sólido, 
a tal extremo que las demás formas del pensamiento dependen o se 
subordinan a él. 

A continuación les enviaré en otro mensaje, un resumen que hice 
hace años de uno de los capítulos del libro El Retorno de los 
Brujos. El que Umberto Eco menciona con relación a Hitler y la 
Teoría del Hielo Eterno y la Tierra Cóncava. Recuerden que no
tengo PC privada, ni scanner. Así ruego perdonen errores 
ortográficos/gramaticales, además de escribir corriendo.

El resumen que les enviaré, lo tengo junto a otros más de este 
libro, guardados desde hace unos 30 años, siempre pensado 
intercalarlo en alguna publicación crítica, pero quedó enterrado 
hasta que Marcela Brusa provocó desempolvarlo. Por cierto, el 
libro lo cambié a un crédulo por uno con obras de Thomas Mann.

Saludos desde Cuba.