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[escepticos] Caras de Belmez (2)



ste es el segundo artículo sobre las Caras de Belmez.
Es más o menos objetivo, aunque el curriculum del tal
Manolo Gómez sea de lo más magufo. Se nota que está
hecho para un congreso, y no para una revista. 

----------------------------------------------------------------------------
Las Caras de Bélmez: Revisión crítica de las supuestas
pruebas realizadas en su investigación
Manuel Gómez Ruiz.*


Resumen 

    En 1971, una serie de fenómenos físicos
aparentemente paranormales causaron una considerable
alarma y sorpresa en una pequeña casa en Bélmez de la
Moraleda, una ciudad de España. El fenómeno consistió
en extrañas caras que se formaban en el piso de la
cocina. El caso fue ampliamente tratado en los medios
de comunicación. Las caras de Bélmez es uno de los
casos típicos de fenómeno psíquico que ha recibido
poca atención. La primera de ellas apareció en el
suelo de la cocina el 23 de agosto de 1971. De acuerdo
a varios autores, tales como Martínez Romero,
emplearon el término "teleplastia", esto es, la
"proyección de formas a causa de una energía
desconocida". Veinticinco años después, nadie ha sido
capaz de probar el fraude, como tampoco su realidad.
Sin embargo, el análisis del fenómeno puede ser
criticado por varias razones (V.G. no hay un
seguimiento sistemático del caso, se carece de
referencias relevantes en la literatura
parapsicológica). El autor espera que estudios
recientes y otros análisis más sistemáticos sobre las
Caras sean publicados, y que se presenten
controversias más detalladas acerca de su
manifestación para evaluar cabalmente el caso, el cual
puede ser llamado un Objeto Paranormal Permanente. 

*Manuel Gómez Ruiz es Licenciado en Derecho.
Ex-Director del Area de Estudio e Investigaciones de
la Agrupación Parapsicológica Puerto Real, actualmente
dirige la Exposición "Las Caras de Bélmez". Ponente
del I Congreso Nacional sobre el Fenómeno de Bélmez
celebrado en Bélmez de la Moraleda (España) del 15 al
17 de agosto de 1996, con la conferencia titulada:
"Las caras de Bélmez: Análisis crítico de las pruebas
científicas realizadas en su investigación". 

INTRODUCCION 

    Citar el término teleplastia de forma genérica es
hablar de un fenómeno con distintas acepciones. 

    A principios de siglo Myers utilizó el vocablo
ectoplasia para referirse a esta fenomenología, siendo
Richet quien acuñaría la palabra ectoplasmia para
referirse a todo un amplio espectro de fenómenos (1).
Será la doctrina alemana de la mano del metapsíquico
Schrenck-Notzing (2), la que utilizará el término
teleplastia de manera unívoca para referirse a estos
concretos casos, y por ende, los que realizarán su
descripción de forma sistemática.

    La raíz común de todos estos neologismos se
encuentra en el término plassein (modelar, formar).
Plasis es la acción de modelar; Plasma es el objeto
modelado; Plastes el sujeto modelador (3). 

    Rene Sudré define el término como "La acción
metapsíquica sobre el mundo exterior, que se traduce
en despliegues de energía o en materialización de
formas diversas, se origina en una representación o un
sistema de representaciones conscientes o
inconscientes del sujeto". Aclarando conceptos,
podemos afirmar siguiendo a René Sudré que "si la
telergia es la objetivización de las fuerzas, la
teleplastia es la objetivización de las formas" (4).
Por su parte, en la literatura española, el Profesor
D?Arbó ha definido teleplastia como aquel fenómeno por
el cual la telergia estructura formaciones plásticas
(dibujos, miembros humanos...) en tres dimensiones
(5). 

> (Nota de Jesus Basulto) Entonces no podemos decir
que las Caras de Belmez son teleplastias, porque no
tienen tres dimensiones. Son dibujos planos, sin
efectos de luces ni sombreado, como los de Zipi y
Zape. 
>
    Sin embargo, en el presente trabajo vamos a
utilizar el término teleplastia en su acepción
española, esto es, aludiendo a formaciones plásticas
que conforman figuras (en la mayoría de los casos
rostros) o signos en cualquier superficie. 

> (Nota de Jesus Basulto) Es decir, que a Manuel Gómez
se la suda lo que signifique el término teleplastia.
Lo utiliza porque ¿queda bien?. Ni siquiera entre
ellos se ponen de acuerdo.
>
 
   Haciendo un poco de historia podemos afirmar que ya
desde el siglo III de nuestra era se han ido
recopilando historias sobre imágenes que solían
aparecer en muros, ventanas y manteles de altares de
Iglesias y Catedrales, recordando estas imágenes al
rostro de Cristo, la Virgen María y otras figuras o
emblemas místicos (en un alto porcentaje de los casos,
cruces). Es por ello por lo que el fenómeno de la
teleplastia parece conducirnos primigeniamente a una
conexión entre dichas imágenes y figuras relacionadas
con el cristianismo. De hecho, la tradición sitúa el
origen de este fenómeno en el mítico pasaje bíblico de
la Verónica (6) y en la mayoría de la literatura
americana, estos casos suelen englobarse bajo el
concepto de imagen divina (7). 
    Sin embargo hay un caso que destaca sobremanera
sobre todos los demás tanto por su permanencia en el
tiempo (25 años ha cumplido el 23 de agosto de 1996),
como por la variedad y singularidad de los rostros que
han ido apareciendo, como por la falta de relación
probada entre las imágenes que aparecen y simbología
religiosa... Nos referimos lógicamente al fenómeno de
"Las Caras de Bélmez" (Jaén. España). 

LAS CARAS DE BELMEZ: 25 AÑOS DE MISTERIO 

    Efectivamente, han transcurrido veinticinco años
de intensa actividad y polémica sin que hasta el
momento podamos afirmar la existencia de una hipótesis
unánimemente aceptada a la hora de explicar el
presente caso. 
    Cualquiera podría pensar dado el tiempo
transcurrido, que la anterior afirmación es gratuita.
Las pruebas que han podido realizarse durante este
largo periodo deberían haber decantado la balanza en
favor de una u otra hipótesis. 
    Sin embargo por mucho que nos parezca increíble,
todavía hoy se siguen escuchando las mismas opiniones
discrepantes (y los mismo tópicos absurdos) que
antaño, el ya lejano año de 1971...

> (otra nota) A esta clase de tópicos es a la que se
refiere el artículo de Pedro Amorós. A saber:
psicofonías, voces de muertos, etc.
>

  Por qué seguimos en esta misma situación?, Qué
pruebas analíticas se han realizado durante todo este
tiempo?, ;Cómo es posible que no se haya aplicado la
suficiente diligencia en la investigación en un
supuesto caso excepcional de PK espontánea?.
Obviamente nuestra posición de partida en el presente
estudio, es el análisis de las pruebas científicas
realizadas en Bélmez, por lo que no nos molestamos en
mencionar la ingente casuística producida por "métodos
de experimentación" como las psicofonías o la
hipnosis, ya que, en el primero de los casos, es
imposible probar un fenómeno paranormal con otro
fenómeno paranormal (sería un retruécano), por mucho
que se haya intentando confirmar con esta prueba,
sucesos históricos de dudosa constatación acaecidos en
Bélmez de la Moraleda en tiempos lejanos. 

> Por lo menos Manuel Gómez no cae en los mismos
trucos que el 90% de los parasicólgados.
>
 
   En cuanto a la hipnosis, no merece nuestra atención
en un estudio de estas características dada su
subjetividad, la alta sugestionabilidad de un sujeto
en trance y sobre todo, por la posibilidad de realizar
en el caso que nos ocupa experimentos de carácter
científico-analítico y cuantitativos que pueden
constatar de manera veraz la realidad del fenómeno. 
   Por todo ello, vamos a circunscribir el ámbito del
presente trabajo única y exclusivamente al terreno de
las pruebas analíticas dejando incluso a un lado
posibles estudios psicológicos. 


LA CARENCIA DE ESTUDIOS PSICOLOGICOS 

    Desgraciadamente no podemos acudir a estudios
psicológicos por que en Bélmez de la Moraleda no se
han puesto en práctica ningún tipo de escala
valorativa de los distintos parámetros necesarios para
poder enfocar un estudio de estas características (o
por lo menos ninguno de ellos es conocido). 
   Los únicos intentos de estudios "psicológicos" - si
se pueden denominar así - realizados en Bélmez, vienen
detallados en el Diario "Pueblo" de fecha 17 de
febrero de 1972. Según informa este diario, el
parapsicólogo Sr. Julián del Monte realizó un
experimento con una foto de la cara de María
consistente en dividir longitudinalmente el primer
plano del rostro para analizar las diferencias de
expresión entre las dos mitades de la cara. Con esta
prueba intentaba demostrar, - según el mencionado
parapsicólogo -, las teorías psicológicas sobre la
doble personalidad y la esquizofrenia, ya que uno de
los planos del rostro reflejaría el inconsciente y el
otro plano el consciente. Ciertamente si esta prueba
tuvo algún resultado significativo lo desconozco, ya
que en dicho diario jamás se publicó el resultado del
estudio. (8) 

> (más notas) Esto no es una magufada. La
esquizofrenía, la depresión y otras muchas
enfermedades mentales producen transtornos
psicosomáticos y transformaciones en el gesto que dan
lugar al llamado "rostro esquizofrénico" o "rostro
depresivo".
>
 
   También el Sr. Germán de Argumosa realizó esta
misma prueba pero con la fotografía de la cara que
está protegida por el cristal en la hornacina. Este
investigador encontró en el rostro analizado una
asimetría que a su parecer reproducía la típica
fisionomía del esquizofrénico. (9) 

> (otra nota, y van...) Esto sí es muy fuerte. Los
cuadros esquizofrénicos se reflejan en el rostro, sí,
pero para hacer un diagnóstico son mucho más decisivas
cosas como el tono de voz o la manera de hablar. Los
dibujos no tienen esquizofrenia; las personas sí. Y un
dibujo no es una persona. Parece sencillo, pero
Argumosa no lo entiende.
>

    Ambas supuestas "pruebas" no podemos calificarlas
más que de anecdóticas sin que podamos concederles
ninguna validez en el plano experimental por razones
obvias. 
    Pese a esta nula investigación psicológica de los
protagonistas del fenómeno, desde un primer momento la
teoría que cuenta con mayor aceptación en la comunidad
parapsicológica española era la que sostenía que María
Gómez Cámara - la propietaria de la casa -, producía
de forma subconsciente dichas formaciones plásticas.
De hecho, el Sr. Martínez Romero achaca la
reactivación del fenómeno acaecida en 1981, a la
traumatizante situación que en estos momentos
atravesaba María por la grave enfermedad que padecía
su marido (10). Incluso el Sr. Germán de Argumosa hizo
declaraciones en el sentido de considerar a María por
su rasgos histeroides (?), personaje ideal para
desencadenar fenómenos de tipo telekinésicos o de
poltergeist (11).
    Sin embargo, como hemos señalado anteriormente,
nadie estudió de forma directa a los sujetos
implicados en el fenómeno. En este sentido sólo
podemos destacar el trabajo realizado por el Profesor
de Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales de la Universidad Complutense de Madrid, -
Sr. Manuel Martín Serrano -, reflejado en su libro
"Sociología del Milagro" (1972). No obstante dicho
trabajo, - encomiable desde un punto de vista
académico -, viene viciado desde un principio por la
propia posición subjetiva del profesor, al partir del
hecho de considerar Bélmez como fraude sin aportar
datos objetivos que apoyen esta valoración inicial
(12). 

> Si el trabajo considera de antemano que las pinturas
se han elaborado de manera fraudulenta, sin
comprobarlo, sí es subjetivo. Pero si parte del hecho
de que las pinturas no se han elaborado de manera
sobrenatural, entonces no solo no es subjetivo, sino
que merece mi felicitación por intentar investigar
algo paranormal partiendo de hipótesis racionales.
>

    Pero no fue el único el Profesor Martín Serrano
que hipotetizó sobre Bélmez partiendo de posiciones
basadas en meras suposiciones. Muy al contrario, esta
es la tónica general en un fenómeno en donde el rigor
experimental, - salvo en muy contados casos -, brilló
por su ausencia. 
    Como ejemplo significativo de la afirmación
anterior, hagamos mención al caso recogido en el único
libro que desde una posición de creyente en el
fenómeno, se ha dedicado íntegramente a las Caras de
Bélmez. Nos referimos al libro "Las Caras de Bélmez"
cuyo autor es José Martínez Romero.
   Según se relata en el mismo, el suceso acaeció el
15 de diciembre de 1973 y es calificado como "aporte"
por el investigador mencionado. Dicho fenómeno
consistió en la aparición encima de un magnetófono de
su propiedad colocado para grabar, de una masa
esponjosa - algo así como barro seco y de color gris
rojizo con paja -, con una piedra de río encima de
dicha masa. De tan "curioso" hecho, no se conserva
ninguna muestra ni fotografía en la que pueda basar su
definición del fenómeno como aporte, ya que, no se
pudo fotografiar por que no se disponía en ese momento
de carrete, y el "análisis" de la sustancia consistió
en "...arrojarla a un rincón" (13). 
    Anécdotas a un lado, pasemos a revisar las pocas
pruebas analíticas a las que han sido sometidas "las
Caras de Bélmez" en el transcurso de su existencia. 

LAS PRIMERAS PRUEBAS REALIZADAS POR LA COMISION DEL
DIARIO "PUEBLO" 

    Según las crónicas periodísticas realizadas a
finales del año 1971 y principios de 1972, desde un
primer momento se intenta explicar el fenómeno bajo un
prisma científico. 
    Así, según refleja Martín Semprún en su crónica
para el Diario "Pueblo" de fecha 31 de enero de 1972,
unos días después de ser recortada del suelo la cara
que ocupa la hornacina, dos licenciadas en Filosofía y
Letras rasparon la figura para analizar si se trataba
de pintura o de cualquier otro producto químico. El
resultado del análisis (del que no ofrece ningún dato
técnico que lo identifique), refleja en la composición
del rostro sólo partículas de cemento, arena y
arcilla. 
    Este análisis se vería ratificado por otros
peritos en la materia tal y como afirma Semprún en
dicha crónica (aunque sigue sin mencionar datos
suficientes para poder identificar ni autores ni tipo
de análisis), que constatan la no existencia en las
caras de componentes artificiales ni en su composición
ni en su confección. En definitiva, sólo conjeturas. 
    Sin embargo, el interés despertado en el
territorio nacional español por estas primeras
crónicas de Martín Semprún, lleva al Diario "Pueblo" a
crear una Comisión de Investigación del fenómeno.
Dicha Comisión estuvo integrada por Uttama Sitkari
(Sr. Joaquín Grau, parapsicólogo), el Sr. Laguna
(arqueólogo), el Sr. Angel Viñas (químico) y el Sr.
Antonio Casado (periodista). 
    De la lectura de las crónicas realizadas por este
último se podría pensar que la investigación fue
bastante exhaustiva, ya que, en el relato recogido en
el diario de fecha 14 de febrero de 1972 se indica que
"antes de iniciar el viaje nos hemos puesto en
contacto con el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas y otros Organismos relacionados con la
investigación y la arqueología..".

Esos contactos mencionados se reflejarían en las
siguientes pruebas realizadas a instancia del equipo: 

 Detección radiactiva.; Análisis de elementos-trazas
(impurezas de la materia prima). Examen al
microscopio.; Estudio con rayos X (Difracción de rayos
X). Análisis orgánico.; Espectrometría gamma
(detectores de ioduro sódico o germanio-litio). 

 Fotografías con rayos infrarrojos y ultravioletas. 

 Pruebas acústicas. 

 Impresión de placas radio y fotográficas. 

 Investigación histórica. 

 Estudio psicológico de los protagonistas. (14) 

    Sin embargo en las crónicas del acontecer diario
publicadas por "Pueblo", no se detallan en ningún
momento en qué consistieron y los resultados de la
mayoría de las citadas pruebas, ni tampoco en qué
consistía el asesoramiento prestado por instituciones
como el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. En este diario sólo fueron detalladas las
siguientes pruebas (15): 

 * Colocación en la cara más grande de una película
virgen sin impresionar entre dos láminas de papel
especial de color oscuro, de acuerdo con las
instrucciones dadas por el Sr. Germán de Argumosa. Con
esta prueba se pretendía comprobar si el fenómeno
estaba producido por radiaciones, hecho que quedaría
demostrado según el Sr. Casado, si la película se
velaba. La envoltura de la película se retiró al
amanecer después de siete horas encima del rostro sin
que la película quedara velada. 

>Sería interesante que los físicos de la lista dieran
su opinión sobre esta prueba. ¿Sirve para detectar una
fuente de radiación? ¿Todas las fuentes de radiación
impresionan una película? ¿Solo la radiación puede
impresionar una película?
>

 * Recogida de muestras de las "caras", tierra y
huesos de los allí encontrados, para su análisis por
la Junta de Energía Nuclear por si se tratase de un
fenómeno producido por la existencia de radioactividad
en la zona. La Junta de Energía Nuclear sometió a
análisis químico-isotópicos (prueba consistente en
bombardear con neutrones los átomos contenidos en la
muestra) el material enviado, pero las muestras
puestas en el detector marcaron 340, cifra
característica de los materiales no radiactivos, por
lo que las autoridades en materia de energía nuclear
españolas descartaron que los rostros pudieran estar
motivados por una proyección de radioactividad. 

 * Colocación de una cámara fotográfica con un gran
angular que recogía todo el ámbito de la cocina. La
prueba consistía en dejar la estancia completamente a
oscuras y colocar el objetivo de la cámara en
exposición continua en espacios que iban de media a
una hora. No se dio a conocer el resultado. 

 * Cubrimiento con láminas de estaño de un trozo de
cemento que aún conservaba parte de un rostro
aparecido con anterioridad a la excavación llevada a
cabo en la cocina. Dicho precinto de estaño sería
retirado al mes. De esta prueba tampoco se publicó su
resultado. 

 * Observación al microscopio de los restos de tierra
y huesos efectuada por el Sr. Lagunas. En dicha
observación no halló nada de particular. Del análisis
estratigráfico de la capa de cemento, el Sr. Lagunas
llegó a la conclusión que la impregnación del mismo se
produce en la última película del cemento. Esta
película impregnada es de 2 mm. 

 * Observación visual de un trozo de cemento por el
Sr. Viñas. En dicha observación advirtió bandas de
tonalidades grises del más claro al más oscuro que se
ordenan en forma de rostro sin que exista acción de
sales (teflorescencia). En cuanto a las vetas
superpuestas no hay nada más que arena y cemento. 

Como hemos podido comprobar, en ninguno de los citados
análisis se detecta que hayan podido encontrar la
causa del fenómeno. Es más, de la lista inicial de las
pruebas que querían realizar a las efectivamente
realizadas hemos podido observar que media un abismo. 

Sin embargo su conclusión final no puede ser más
sorprendente: sales de plata que al incidir sobre ella
una luz ultravioleta producen una reacción de
fotosíntesis que traería como resultado final la
aparición de las caras. 
¿En qué prueba analítica de las mencionadas, han
detectado las sales de plata?. Por lo publicado...en
ninguna. 

> ¿No son las sales de plata un componente de las
películas fotográficas o algo relacionado con el
revelado? Si es así, quiza las caras sean más una
fotografía que una pintura. 
Dato histórico: en tiempos de Franco, dos estudiantes
de la Universidad Complutense realizaron en la pared
de la facultad de Filosofía una pintada contra la
dictadura con una solución de sales de plata. Por ello
fueron condenados a trabajos forzados en el Valle de
los Caídos. Lograron escapar... y todavía, más de 25
años después, todavía puede distinguirse la pintada en
la facultad de Filosofía. No han sido capaces de
borrarla, aunque algo despintada sí que está. 
>

El fenómeno no ha sido explicado y los detractores han
chocado con un muro que no pueden derribar

>Qué curioso, igual que la gente de Franco.
>

    Según el propio Diario esta conclusión es
resultado del análisis en laboratorio de dos
ampliaciones de 30 X 40 correspondientes a dos
fotografías de los rostros en ese momento visibles. Es
decir, han demostrado la existencia de sales de plata
no a través de analítica, sino a través de observación
fotográfica...¿por qué no detectaron las sales de
plata en ninguno de los supuestos análisis
solicitados, si como parecen querer demostrar, era
fácilmente detectable en una fotografía ampliada?
(16). 
    Para dar más consistencia a su hipótesis utilizan
un argumento "irrefutable": De no haber pigmentos, no
tenía que haber ocurrido ese desdibujamiento en los
rasgos de la cara protegida en la hornacina (?). 

    La verdad sin embargo no parece estar en esta
extraña explicación. 
    El cambio de rumbo en el tratamiento informativo
de este caso comienza a partir de las apreciaciones
que el Sr. Julio Camarero (enviado especial del
Diario), realiza en el artículo publicado el 21 de
febrero de 1972. Estas apreciaciones, textualmente,
fueron las siguientes: 

A) Los controles no han sido nada rigurosos. 

(Por lo visto hasta ahora esta afirmación es cierta). 

B) Por qué no se precinta la habitación para controlar
el fenómeno?. 

(Hasta este momento dicha prueba no había sido
realizada). 

C) Las caras han surgido, han sido demolidas y han
vuelto a aparecer...qué garantía existe de que nadie
haya entrado allí para aplicar sobre la superficie
cualquier sustancia corrosiva y dibujar esas
rudimentarias caras?. Por las noches, los habitantes
de la casa quedan solos. (Es volver a incidir sobre la
falta de controles). 

D) Por otra parte me he tomado el trabajo de averiguar
que en el mercado existen toda una gama de productos
que se emplean domésticamente para limpiar los
residuos después de una obra de albañilería. No
olvidemos que las caras empezaron a "salir" a raíz de
una de estas obras. 

(Esta afirmación no es correcta ya que fue el picado
de la primera cara lo que produjo la primera obra. De
acuerdo con los testimonios obtenidos, el suelo era de
cemento al menos 10 años antes de la aparición de la
primera cara...además, qué quería demostrar con esta
afirmación?). 

E) Las autoridades en materia nuclear, descartan que
pueda estar motivado por una proyección de
radiactividad. 

(Y es que si no es radiactivo, sólo puede ser un
timo?). 

F) Así comentan por el pueblo que la familia ha
ingresado más de un cuarto de millón de pesetas en la
Caja de Ahorros. 

G) También existen beneficios entre los pequeños
industriales del pueblo. 

    Sus apreciaciones no pueden terminar de una manera
más aclarativa de la posición del Sr. Julio Camarero,
"...hay suficientes bellezas naturales como para que
no necesitemos de timos de la estampita aderezados con
voces de ultratumba". 

> Quiza deberíamos adoptar a este Julio Camarero como
uno de los patrones del escepticismo.
>
 
   Sin embargo, si leemos detenidamente no podemos
encontrar ninguna prueba científica que avale toda una
serie de opiniones subjetivas. 

    Lo cierto es que este artículo cambió por completo
la línea de trabajo de la Comisión del Diario. En el
diario de fecha 22 de febrero el Sr. Casado indica
algunos apuntes para el fraude, que curiosamente,
hasta ese día no se habían tenido en cuenta: 

 Sospechosos codazos que los familiares de la casa se
daban entre sí cuando mantenían conversaciones con
Casado o con los miembros del equipo. (Una prueba muy
"objetiva" como podemos comprobar). 

El testimonio del marido de la maestra del pueblo
quien afirma que pasando la mano por el trazo que
asemeja el bigote de la cara que está en la hornacina,
(a mediados de septiembre), su dedo se manchó. (Y los
restantes miles de curiosos que pasaron por la cocina
y tocaron las caras...¿ninguno de ellos se manchó?. ¡Y
qué decir del rostro que fotogramétricamente
detectaron al analizar la superficie del fogón...(17)?
¿Por qué no comprobaron ellos mismos si manchaba...?).


En cuanto a las voces extrañas la gran acústica de la
casa hace que conversaciones en la calle produzcan
ecos en su interior. Don Antonio, el cura de la
localidad, utilizó el mismo casette que Germán y
obtuvo "esas voces" que no eran otra cosa que los
ruidos de las gentes que habitan en las casas de los
contornos. 

(Este apunte no merece mayor comentario por la
"objetividad" de la prueba). 

 La conducta poco corriente de indiferencia sobre la
posible sobrenaturalidad del fenómeno, teniendo en
cuenta la conducta de las gentes del agro español. 

(Pero en qué quedamos?,No fueron ellos los que
manifestaban que "hay que dejar bien sentado que aquí
no hay brujas, ni demonios, ni espíritus
quitasueños"?. Según escribía el Sr. Casado en la
crónica de 19 de febrero de 1972, "Creo interpretar la
opinión de todo el equipo si reafirmo mi parecer de
que en Bélmez todo está ocurriendo en un contexto de
leyes y mecanismos de continente científico que no
actúan caprichosamente (...) Pero queda bien claro que
el desconocimiento da lugar al misterio, pero el
misterio no tiene que dar lugar a desvarios totalmente
gratuitos. De una vez por todas, éste es un campo de
estudio para los científicos (por supuesto incluyo la
parapsicología), no para los visionarios. 
    Estas opiniones vertidas por los Sres. Julio
Camarero y Antonio Casado son sin embargo una simple
"cortina de humo" que oculta una realidad más
siniestra, alejada de cualquier posible prueba
analítica. 

>Aqui es cuando Manolo Gomez empieza a flipar. ¿Qué
cortina de humo? En todo caso, el único humo es el que
sale del fogón de esa buena mujer que no puede hacer
la comida con tanta gente por medio.
>

LA COMISION DE ERIDANI 

    De acuerdo con lo manifestado por el director de
la Comisión Eridani, - Sr. José Luis Jordán Peña (18)
-, la solución de las sales de plata le fue comunicada
al Sr. Angel Viñas por un integrante de Eridani, para
comprobar la credulidad de dicho equipo de
investigación. El éxito de su comprobación no pudo ser
mayor. 
    Sin embargo, también esta Comisión dirigida por el
Sr. Jordán, - el cual manifiesta haber recibido el
encargo de un alto cargo del Ministerio de la
Gobernación -, detectó en sus análisis el posible
origen fraudulento del fenómeno, aunque por razones
bien distintas a las apuntadas por el diario "Pueblo".

    Si bien en lo atinente a la composición de dicha
Comisión el Sr. Jordán Peña no es claro, el Acta de 10
de abril de 1972 que con motivo del viaje realizado a
Bélmez el 19 de febrero de 1972 se hizo para la
Asociación, indica que esta estuvo integrada por el
Doctor Juan Aguirre (médico), por el Sr. Jordán Peña
como presidente de Eridani, por el Sr. Franco Muela
como fotógrafo, por el Sr. Enrique Villagrasa
(Ingeniero de Construcción) como vocal de
investigación, el Sr. Gil como Tesorero y el Sr.
Larumbe como Tesorero. De acuerdo con lo declarado por
el Sr. Jordán, la empresa constructora AGROMAN asesoró
sobre la tecnología del hormigón.

Sus conclusiones tras la realización de análisis
espectrográficos y exámen al microscopio de las
muestras recogidas, son las siguientes (19): 

 * El rostro conservado en la hornacina estaba pintado
y retocado con hollín de la misma cocina utilizando un
disolvente casero, probablemente vinagre. 
 * En cuanto a la cara que se encontraba en el suelo
dictaminó que probablemente un producto con silicato
sódico, - componente común en los quitamanchas del
cemento de venta en cualquier droguería de la época -,
atacó al cemento. En esta última cara llegaron incluso
a determinar el calibre de las cerdas del pincel
utilizado para su confección (aunque no lo indican). 
    No obstante, estas conclusiones crean una serie de
preguntas sin respuestas. En ningún momento en el Acta
de la sesión se hace mención a la realización de
dichas pruebas. Esto viene corroborado por el
testimonio de dos de los integrantes de dicha
Comisión, el doctor Aguirre y el Sr. Román de Diego.
El Sr. Aguirre ha declarado que en la visita a Bélmez
no hubo ninguna recogida de muestras,
circunscribiéndose las pruebas a la realización de
psicofonías, de fotografías en ultravioletas
realizadas por el Sr. Franco Muela y del esparcimiento
encima de las caras de cloruro de etilo por el Sr.
Mingorance, para comprobar si las caras se borraban
bajo la acción de dicho producto. Por su parte, el Sr.
Román de Diego - quien iba en calidad de especialista
en técnicas de hormigón - ha declarado que en ningún
momento se realizó toma de muestras para la
realización de las mencionadas pruebas (20). Nunca han
aparecido reflejados en ningún informe científico, los
resultados dados a conocer por el Sr. Jordán Peña, ni
tampoco ha mencionado los datos técnicos (autor,
organismo...) que conduzcan a una completa
identificación de las mencionadas pruebas. Incluso se
podría cuestionar el asesoramiento prestado por la
empresa AGROMAN. En un artículo escrito para
"Almanaque Agromán" (1973) por el propio Sr. Jordán
Peña sólo se menciona que "un equipo de investigadores
organizado por Eridani (Asociación de Estudios), entre
los que se encontraban especialistas de Agromán..", y
es que, tanto el Sr. Jordán Peña como el Sr. Tomás
Torre Larumbe pertenecían al personal técnico de la
citada empresa. 
    En consecuencia, lo único que podemos afirmar de
la investigación realizada por Eridani en Bélmez es
que para la Asociación no se redactó ningún informe, y
en cuanto a la posibilidad de haber obtenido muestras
de la cara protegida por el cristal en la hornacina se
nos antoja difícil por que en ningún momento de dicha
investigación el cristal que protege a la citada cara
desde finales de 1971, se retiró. 
    
>No se pierdan el último capítulo de la trilogía. El
informe del doctor Alonso.
>



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