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[escepticos] Dinosaurios de moda



Los dinosaurios siguen de moda.
Lo que para mí es novedoso es que ya hay muchos
que desestiman que su extinción se debió a un asteroide.
Ahora domina la idea de que simplemente evolucionaron.

He aquí lo que dice La Nación de hoy:


  CIENCIA
  Una gran momento para los dinosaurios

       Hay nuevas películas, nuevas exposiciones y, sobre
       todo, nuevos descubrimientos que nos permiten tener,
       por primera vez, ideas acerca de la conducta de
       nuestros primos remotos

                        Disney ha hecho que sus dinosaurios hablen
                        inglés, pero eso no es nada comparado con las
                        asombrosas conclusiones a las que los
                        científicos han llegado últimamente sobre estos
                        reptiles del mesozoico.

                        Tras el hallazgo de esferas de vegetación en los

                        nidos fosilizados, los paleontólogos han
                        inferido que los dinosaurios apilaban plantas
                        sobre sus huevos para que la putrefacción
                        vegetal transmitiera calor a los embriones. Tras

                        haber desenterrado nidos en los que el padre
                        había muerto con las patas extendidas y el
                        pecho sobre los huevos, los investigadores
                        ahora creen que con su último aliento, la mamá
                        o el papá trataron de proteger a sus retoños. Y
                        para escandalizar a todos aquellos para
                        quienes velocirraptor alude a esas arteras
                        bestias homicidas de Jurassic Park y pájaro les
                        recuerda al canario Tweetie, el Museo de
                        Historia Natural de Nueva York ha ataviado a su
                        velocirraptor con... plumas.

                        Es otro gran momento para los dinosaurios.
  Además del estreno de Dinosaur, el film de Disney, desde mayo el Museo
de
  Historia Natural ofrece esta temporada su gran exhibición Fighting
Dinosaurs.
  La muestra de fósiles de Mongolia incluye al velocirraptor y al
protoceratops
  que, gracias al desmoronamiento de la gran duna de arena que los
sepultó
  hace 80 millones de años igual que la ceniza volcánica a los
habitantes de
  Pompeya, están unidos en un eterno abrazo mortal. En Chicago, el Museo

  Fields nos ofrece a Sue, el esqueleto del tiranosaurus rex más grande
(10
  metros de largo) y más completo que se haya descubierto hasta el
momento.

  A pesar de las apariencias, los dinosaurios son algo más que un
fenómeno de
  marketing. Con las excavaciones de nuevos yacimientos fósiles, antes
  inexplorados, los paleontólogos "encuentran cinco o seis especies
nuevas y
  verdaderamente grandes cada año", dice Mark Norell, del Museo de
Ciencias
  Naturales. Durante los últimos 30 años los científicos han duplicado
el número
  de especies conocidas de dinosaurios, y desde 1997 han descubierto
nidos
  que arrojan mucha luz sobre la conducta parental y, por añadidura, las
técnicas
  de escaneo craneal les han permitido inferir qué clase de sonidos
pueden
  haber producido.

  Por lo que parece, los platípedos con cresta, como el parasaurolophus,
emitían
  chillidos en la juventud y rugían en frecuencias ultrabajas al llegar
a la adultez.

  "Cuando empecé con esto (alrededor de 1980), no sabíamos casi nada.
Sólo
  había pilas de huesos por todas partes -dice Paul Sereno, de la
Universidad de
  Chicago-. Pero ahora la paleontología de los dinosaurios ha hecho
grandes
  avances."

  En marzo último, por ejemplo, los científicos descubrieron los restos
de lo que
  parece haber sido el dinosaurio carnívoro más grande que haya vivido
sobre la
  Tierra.

  Con más de 15 metros de longitud, el predador que aún no ha sido
bautizado
  superaba en un metro y medio al gigantosaurio, el carnívoro de ocho
toneladas
  de peso, originario de América del Sur, que quedó despojado de su
récord.
  Seis de las siete bestias recién descubiertas, con hocico de aguja y
colmillos
  de navaja, fueron encontradas en una sepultura común, en la Patagonia.
Al
  menos tres eran especímenes jóvenes.

  Eso sugiere que, a pesar de que los paleontólogos siempre "han
considerado
  solitarios a estos carnívoros", dice Philip Currie, del Royal Tyrrel
Museum de
  Alberta, Canadá, es posible que hayan vivido y cazado de a dos o en
grupos
  familiares. "Si se es carnívoro y hay que alimentarse, tiene sentido
trabajar
  cooperativamente", dice Currie.

  Los fósiles de un sauropodo (cuello largo, cuatro patas) de 13 metros
de altura,
  que Sereno encontró en el Sahara el año último ofrecen otra prueba de
que
  algunos dinos vivían en grupos de edades distintas: un jobaria
tiguidensis
  adulto fue encontrado encima de otro joven.

  También las huellas respaldan la idea de que existían grandes manadas
  formadas por especímenes jóvenes, adultos y viejos. Norell incluso
sospecha
  que los más pequeños eran acorralados en el centro de la manada, como
  ocurre en el caso de los elefantes jóvenes, con la finalidad de
protegerlos. Pero
  el paleontólogo Kenneth Carpenter, del Museo de Historia Natural de
Denver,
  está asombrado por la ausencia de individuos bebes en las manadas:
"Nunca
  hemos encontrado ninguno entre los adultos -dice-. Sospecho que los
más
  pequeños eran segregados mientras no podían seguir el paso de los
otros".

  Las manadas con más de una especie también son una rareza. Las huellas

  ofrecen evidencias de quién viajaba con quién, y desalientan la
posibilidad de la
  confraternización entre especies.

  Los nidales perennes que aparecen en Dinosaurio tienen, en realidad,
un
  fundamento firme. Según Luis Chiappe, del Museo de Historia Natural de
Los
  Angeles, los huevos descubiertos en un nido de la Patagonia, en 1997,
ocupan
  cuatro estratos distintos. Eso sugiere que los titanosaurios,
cuadrúpedos de
  cuello largo que alcanzaban los 13 metros de longitud, volvían a la
misma
  llanura cada temporada, hace 80 millones de años. "Seguramente
hubieron
  cientos de animales del tamaño de un micro escolar reunidos allí en el
mismo
  momento", dice Chiappe.

  En un nido de Kazajstán, "los huevos se extendían a lo largo del curso
de un río,
  en una franja de 20 metros de profundidad", dice Carpenter. También
allí los
  dinosaurios volvían cada año al mismo nido. El instinto parental
posiblemente
  no incluía la adopción de bebes de otras especies, como en la película
de
  Disney, pero al menos algunos dinosaurios parecen haber estado por
encima
  del nivel de reproducción de tenerlos y abandonarlos.

  En Egg Mountain, Montana, dice el paleontólogo Jack Horner, los
pequeños
  dinosaurios vegetarianos desenterrados cerca de los nidos de los
troodontes
  carnívoros, "parecen haber sido el alimento que los padres llevaban a
los
  troodontes bebes. Les faltan las patas, como si se las hubieran
arrancado" los
  hambrientos bebes troodontes, hace 75 millones de años.

  Los descubrimientos realizados por las expediciones del American
Museum a
  Mongolia revelan que algunos dinosaurios -como el troodonte y el
ovirraptor- se
  sentaban sobre los huevos e incluso morían protegiéndolos cuando las
dunas
  de arena se desmoronaban sobre ellos. Los titanosaurios de la
Argentina, por
  el contrario, parecen haber tenido el hábito del cuidado comunitario
de bebes:
  Chiappe dice que probablemente criaban a los jóvenes reuniéndolos en
grupos
  numerosos que los adultos custodiaban por turnos.

  Los jóvenes crecían rápido. Uno de los debates más controvertidos
acerca de
  los dinosaurios es si eran de sangre fría (es decir, lentos, pesados)
como los
  reptiles de hoy o de sangre caliente (rápidos, enérgicos) como los
pájaros. En
  la actualidad, las criaturas de sangre caliente crecen rápidamente, y
las de
  sangre fría demoran su buen tiempo para hacerlo.

  Examinando las marcas de crecimiento en los huesos del apatosaurio
(antes
  conocido como brontosaurio), Kristina Kerry, del SUNY de Stony Brook,
  descubrió que ese gigante llegaba a la mitad de su altura definitiva a
los cuatro
  o cinco años, y que alcanzaba su tamaño adulto en sólo 8 años. Los
rápidos
  índices de crecimiento son una característica de los animales de
sangre
  caliente.

  Pensar en los dinosaurios como criaturas de sangre caliente evoca una
  imagen muy diferente de la que proponían las películas de la época de
King
  Kong. También respalda la idea de que los dinos no se extinguieron
hace 65
  millones de años, sino que más bien evolucionaron.

  Dice Sereno: "Si se observa directamente la evidencia, no hay duda de
que los
  pajaros evolucionaron a partir de los terópodos", que eran dinosaurios

  carnívoros de dos patas. Una prueba aún más concluyente de esa
evolución
  son las biomoléculas preservadas en los fósiles. Por medio de
microscopía
  electrónica y de análisis de anticuerpos, los científicos han
determinado que la
  queratina preservada en un fósil de Mongolia es idéntica a la
queratina de las
  plumas, pero no a la de las escamas de los reptiles.

  Todo indica que los descubrimientos seguirán a este ritmo. Tal vez en
poco
  tiempo tengamos una idea más parecida a la realidad sobre el modo en
que
  vivieron los dinosaurios, lejanos primos de los que se alimentaron la
literatura y
  el cine de todas las épocas.

  Texto: Sharon Begley y Thomas Hayden
  Ilustraciones: Pez

  Disney y la historia interminable

  La muestra del Museo de Historia Natural de
  Nueva York (entre el 19 de mayo y el 29 de
  octubre) exhibe velocirraptores emplumados,
  aunque la película de Disney mantiene a todos
  sus dinosaurios con escamas.

  Por cierto, nadie exigiría a una película de
  ficción enorme rigor científico, pero si bien
  Dinosaur presenta algunos baches también
  avanza en precisiones bastante probables.

  "Hasta podríamos predecir que el tiranosaurio
  rex tenía protoplumas, que alguna gente
  designa como dino-plumón", dice Norell. Todo
  el mundo está deseoso de destronar al
  tiranosaurio, por lo que parece: los estudios de
  escaneo del cráneo de esta enorme criatura revelan que su bulbo
olfatorio era
  mucho más grande que el cortex visual de su cerebro.

  Como la carne muerta hiede mucho más que la viva, y como los
predadores
  necesitan tener una vista muy aguda, este descubrimiento respalda la
idea de
  que el tiranosaurio era, en realidad, un carroñero y no un predador.

  La película de Disney tiene el crédito de destruir el mito que afirma
que el
  impacto de un asteroide, a fines del período cretáceo, mató
instantáneamente a
  todos los dinosaurios.

  No fue así. Sobrevivieron, y seguramente murieron de viejos mucho
antes de
  que el polvo y el humo velaran la Tierra, produciendo un invierno
nuclear que
  exterminó la vegetación. Ese proceso tomó tanto tiempo que a Disney no
le
  costará mucho producir una segunda y una tercera parte de esta nueva
película.