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[escepticos] testigo de leyendas urbanas
Hola:
Leyendo unas cosillas que no vienen al caso acabo de acordarme del
siguiente off-topic (perdón por adelantado, pero me interesan vuestras
respuestas, si las hay, al respecto)):
a) una conversación con una persona allegada mía y en la que, en
principio, confío; en la tal conversación salió el tema de los
teléfonos móviles y el asuntillo de la persona que finje hablar por
uno de esos aparatos que, al serle solicitado, manifiesta ser "de
pega". Pues bien, a esta persona que os comentaba, otra persona que
ella conoce manifestó (al grupo de profesores de Instituto en el que
se encontraban conversando) haberle sucedido el asunto en cuestión
(sucedió hace 6-7 años, cuando los móviles se comenzaban a ver por
estos lares y la "razón" que aludió el cachondo peticionario fue la de
hacer una llamada urgente a algún familiar; el sonrojo parece debió
ser mayúsculo y las balbuceantes escusas, las que cabe esperar de la
situación comprometida en la que quedó el desconocido fingidor),
b) hace unas semanas, viendo un documental a través de ETB1 (euskera)
aparecieron los célebres osos explotados en China, enjaulados y con
unos tubillos conectados a "la zona del hígado". Aparecían varias
jaulas, no sabría decir cuántas, y cada una con un bicho: Las imágenes
eran bastante oscuras y "como de filmadora de vídeo antigua". El
comentarista hacía mención a las deficientes condiciones de vida de
los bichos, al dolor y a los gestos de sufrimiento que podía
observarse en los susodichos, al elevado número de ellos que se
suponía existían en China, a la tradición que "sustentaba" la
práctica, etc., etc. Unas mujeres extraían, no sé cómo, un líquido
marrón oscuro o negro de los tubillos y lo vertían a unos recipientes
más bien asquerositos (latas metálicas viejas, recipientes de cristal
hipersucios).
Quizás algún colistero haya visto el tal reportaje; la verdad es que a
mí me dejó alucinadico en tanto que, a raíz de loa comentarios que en
su momento hicieron unos y otros colisteros, saqué la conclusión de
que lo que os acabo de contar no era sino otra ecologichorrada más.
De lo primero, cabría pensar (lo sé) que a mi allegada le soltaron
"una película" pornoséquéextrañosmotivos (afán de notoriedad, gusto
por los chistes extraños y de comprensión unipersonal, broma
particular de difícil comprensión externa, gilipollez notable, etc.)
pero, respecto de lo segundo, os aseguro que mis ojitos lo vieron y
mis oiditos lo escucharon.
Saludos,
JavierB