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RE: [escepticos] Otro iluminado



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> ¿Qué es eso del Ajenjo de la biblia? A mí me suena a nombre de planta.
>

    Si no recuerdo mal, Ajenjo es una estrella portadora de plagas (o algo
así) que caerá el día del Juicio Final, según cuenta San Juan en su
Apocalipsis.

    Respecto a Hercóbulus, es otro cuento que cuatro avispados se inventaron
el año pasado aprovechando la fiebre milenarista. Al parecer era un
gigantesco planeta que iba a pasar al lado de la Tierra en junio del año
pasado, así que las noticias "psicografiadas", o como se diga, tienen un
poco de retraso.

    De todos modos, vuelvo a reproducir un artículo de Víctor Ruiz (Victor,
¿sigues por ahí?) sobre Hercóbulus.

    Saludos

    Mario

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  Hay otras predicciones que prefieren una colisión interplanetaria. Es
el llamado Hercóbulus, o también Ajenjo. ¿Puede algún planeta llegar
hasta la órbita de la Tierra sin despertar la alarma astronómica? Es
poco probable. Hacia el siglo XVIII se descubrió el planeta Neptuno
usando las leyes de Newton de la gravitación universal. Los astrónomos
de aquella época calcularon la masa y posición que debía poseer el
teórico planeta que perturbaba la trayectoria de Urano. Fue "llegar y
besar el santo", como suele decirse: los astrónomos detectaron a Neptuno
justo donde se había previsto. Con Plutón el problema fue mucho más
grande, porque es un planeta (o asteroide, aún no está del todo claro)
muy pequeño, más pequeño incluso que la Luna.

  El Hercóbulus se dice que es un planeta seis veces más grande que
Júpiter. Esto no aclara si habla de volumen o diámetro. Si fuese en
diámetro, sería de tamaño comparable al Sol, así que de planeta tendría
bien poco (y desde luego, un objeto de ese diámetro no puede ser otra
cosa que una estrella). Por otro lado, un planeta 6 veces más voluminoso
que Júpiter, tendría casi dos veces y media su diámetro. Cualquier
planeta de esta envergadura debería ser muy masivo y su presencia
'gravitatoria' (al igual que la de Neptuno) sería patente a muchas
unidades astronómicas. Aunque Júpiter es un planeta "frío" en su
superficie, alejado del Sol, en realidad emite luz propia debido a que
se contrae muy lentamente, pero lo suficiente como para generar energía
en forma de luz infrarroja. De hecho, en esta luz infrarroja, Júpiter
emite más cantidad de la que recibe del Sol. Por tanto, un planeta de
estas características, más masivo que Júpiter y por tanto con mayor
emisión en el infrarrojo, debería haberse podido detectar con los
satélites en el espacio, pero esto tampoco ha ocurrido.

  Pero, siendo también muy rebuscados, ¿podría ser el planeta muy oscuro
y rocoso, en lugar de gaseoso? La existencia de este tipo de planetas de
gran diámetro pero de tipo terrestre no ha sido probada. Se supone que
los grandes planetas sólo son gaseosos. Sin embargo, y pasando al
terreno de la ciencia ficción, podríamos imaginarnos a un planeta de tal
calibre que no se contrajera y no emitiera en el infrarrojo por sí solo.
¿Podría pasar desapercibido? Por muy negro que fuese, con el tamaño que
posee sería muy muy brillante. La superficie lunar es más negra que el
asfalto y aún así refleja tal cantidad de luz solar que a esta distancia
podemos leer en noches de luna llena. Por ahora sólo conocemos a una
clase de objetos celestes lo suficientemente oscuros como para encajar
con esas descripciones: los agujeros negros. Pero los agujeros negros
por lo general son incluso más masivos que el Sol, así que hubiésemos
detectado su presencia hace algunos cientos de años.

  Todos los objetos celestes obedecen a las leyes de la gravitación
universal de Isaac Newton o a su complementación de la Relatividad
General de Einstein. Los planetas, o cualquier otro objeto, no aparecen
de la nada, y tampoco viajan a velocidades cercanas a la de la luz. No
es posible que un hipotético planeta que estuviera situado hace 6.000
años en la cercana estrella Vega, mañana aparezca junto a la Tierra por
arte de magia. Nos separan de Vega unos 26 años luz, lo que quiere decir
que la luz tarda nada menos que 26 años en llegar desde esa estrella al
Sistema Solar. A una velocidad de crucero de unos ¡1000 km/s! (y no
imagino cómo acelerar todo un planeta a esa velocidad, ya que la Tierra
se mueve a 30 km/s alrededor del Sol), un planeta tardaría en llegar a
nuestro planeta cerca de 7800 años y se alejaría del Sistema Solar a la
misma velocidad (pero no volvería jamás a Vega, de hecho, sería
extremadamente difícil que fuese capturado por ninguna estrella). El
problema de planetas que orbitan a la vez al Sistema Solar y a otros
sistemas solares (se habla incluso de las Pléyades, situadas a 1.500
años luz) es el siguiente: si lanzamos una pelota de fútbol, luego de
tratar de meter un gol jamás retorna cual boomerang.

  Y no es que lo digan los expertos. Todos estos cálculos se hacen con
lápiz y papel e incluso cualquier persona puede usar un programa
simulador de órbitas para ver qué es lo que ocurre. Desde luego, las
cosas grandes se ven "a varias leguas" y observando a simple vista no se
observa nada (ni con prismáticos ni con telescopios). "

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