-¿A dónde te gustaría ir hoy?- viene acompañado por una música que
sin duda los publicistas encontraron de lo más "in": el confutatis
maledictus del Requiem de Mozart. Por lo visto, nadie les explicó que
Allá por el 95 estaba un servidor (yo, no un servidor de esos de internet)
a punto de entrar en casa, en un estado anímico lamentable. No recuerdo por
qué era, de modo que muy grave no debía ser la cosa, pero en aquel momento
estaba depre total y moralmente hecho mierda. Mientras buscaba las llaves y
abría la puerta, me puse inconscientemente a canturrear el "confutatis",
algo muy apropiado para la ocasión. En esto se abre otra puerta del
rellano, sale una vecina y me suelta "¡Así me gusta, alegría, qué gusto da
tener vecinos tan alegres!".
Ni que decir tiene que se me cayeron las pelotillas y se fueron rebotando
escaleras abajo (y vivo en un 15º). Desde entonces no he vuelto a saber de
ellas, de modo que si alguien ve unas pelotillas dando botes por alguna
estación de metro, ya sabe cuál es su historia.
A lo mejor los del Gates se asesoraron con mi vecina. Que es un encanto de
señora, por cierto :-))))