Un simple comentario sobre Blake: no conozco sus posturas
personales. Sí lo he conocido como profesional en algunos congresos mágicos. Se
presenta como mentalista, y eso en ilusionismo está muy bien
definido.
Recuerdo que una vez un mentalista aragonés, el profesor
Wossler, me refirió la siguiente anédocta: "un día un espectador me preguntó
¿Tiene usted poderes? A lo que yo le respondí. ¿Usted dónde me va a ver? ¿Al
teatro?"
Con esto basta.
----- Original Message -----
Sent: Wednesday, October 25, 2000 12:51
AM
Subject: [escepticos] Anthony Blake. Otro
más para el Club de los magufos
Esta entrevista ha salido publicada en la
Vanguardia (24/10/2000). Como en ciertas conversaciones
que he mantenido con otros escépticos se había planteado el tema de si
Anthony Blake era magufo o escéptico es por lo que remito a la lista la
susodicha entrevista. Creo que en ella las cosas quedan meridianamente
claras.
Saludos escépticos desde Bilbao. Capital del mundo mundial y
alrededores.-((;.¬D)))) Marco Tulio Cicerón-"Dubitando ad veritatem
pervenimus"-
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MENTALISTA
Tengo
41 años. Me llamo José Luis González Panizo. Nací en Oviedo y vivo en
Madrid. Estudié Medicina. Soy mentalista. Estoy casado. Tengo una hija,
Alejandra (8 años), de mi primera mujer. Conduzco un Golf. Tengo dos
perros. Me fastidia la injusticia social. Creo en Dios: no
puede demostrarse que exista, pero esta vida pide otra
ANTHONY
BLAKE: "Imagine lo que desee, ¡y lo
conseguirá!"
INTUICIONES
Viste siempre de negro, es alto y su
presencia asusta un poco. Cultiva una imagen misteriosa, inquietante, ideal
para sus espectáculos de ¿magia?, ¿ilusionismo?, ¿prestidigitación? Él los
llama "de mentalismo". Pues vale. Es una mezcla de David Copperfield y Uri
Geller a la española. Ha hecho televisión, así que ahora sólo faltaba el
libro: "Tu poder mental. Técnicas y ejercicios para desarrollar tu
potencial" (Martínez Roca), que lleva ya once ediciones. Es un manual de
ejercicios para reforzar tu memoria y la fe en tus propias intuiciones, en
tu mente. Y juega con la mía: "Intuyo que esta entrevista no se
ha grabado", me dice. Llego al diario, escucho y... ¡no se ha grabado!
Creo que coloqué mal el micrófono. Seguro. Y él se dio cuenta. Sí, eso
fue, seguro. Suerte que siempre tomo notas
La Vanguardia - 03:30
horas - 24/10/2000
VÍCTOR-M. AMELA
ÀLEX GARCIA ANTHONY
BLAKE
Es usted un ilusionista, ¿no?
-No. Yo soy
mentalista.
-¿Mentalista?
-No figura en el diccionario, ya lo
sé.
-Pues dígame usted qué es eso.
-El mentalismo es el arte de
colocar a la gente en situación de ver ciertas cosas.
-¿Qué
cosas?
-Ven que acierto lo que están pensando, ven que doblo metales
-cuchillos, monedas, clavos...- con sólo rozarlos con mis
manos.
-¿Dobla metales? ¿Como Uri Geller?
-Sí. Él es un tipo
extraordinario, alegre y cariñoso. No he olvidado aquel día en que salió en
el programa de José María Íñigo.
-¿Le impresionó?
-¡En mi casa,
la batidora empezó a funcionar, y estaba estropeada!
-¿Y logró usted
doblar alguna cucharilla?
-Sí..., pero muchos años más
tarde.
-¿Y cómo lo hace?
-Con mucho cuidado, ja,
ja...
-Explíquemelo, en serio.
-Es algo que acontece. La primera
vez sentí una enorme sensación de vacío, de vértigo.
-¿Y cuál es el
truco?
-¿Truco? Se trata de que no sepas si lo que has visto es verdad
o mentira. ¡Eso es el mentalismo! En el ilusionismo, en cambio, sí
sabes que lo que has visto era sólo un buen truco. Pero, en mentalismo, lo
que juega es tu imaginación.
-¿La imaginación?
-Siempre se lo
repito al público al finalizar mis espectáculos: "Todo lo que has visto es
producto de tu imaginación. ¡No le des más vueltas! No tiene
sentido".
-¿Qué es lo más sorprendente que consigue con su
mentalismo?
-Elijo al azar a gente del público y les cuento cosas de su
vida. Me vendan los ojos, colocan objetos en torno a mi cabeza y yo los
describo. Si hay un DNI, hasta recito el número.
-¡La policía
ahorraría mucho tiempo de trabajo con esta técnica!
-Hay más cosas:
consigo que alguna persona del público doble un metal en su propia mano,
aunque esto se logra muy pocas veces.
-¿Todos tenemos estas
capacidades?
-Todos. Se trata de ejercitarlas, de experimentarlas.
Conozco a gente con capacidad de mover objetos con la mente, sin
tocarlos.
-Telequinesia.
-Eso es. Estoy seguro de que todos
disponemos de una energía que se nos escapa por las manos.
-¿Y para
qué sirve?
-¿Su mamá no le curó algún golpe, de niño, con sólo un beso
y un "culito de rana"?
-Supongo que sí.
-Ese contacto
afectuoso genera endorfinas, y hay un alivio. ¡Es el poder de la mente!
¿Por qué no intentarlo nosotros? Quizá no para curar, pero sí para aliviar
dolencias.
-¿Para qué más sirve el poder mental?
-Para imaginar
cosas y, así, conseguirlas.
-Déme un ejemplo.
-Si uno piensa:
"Voy a imaginarme siendo más cariñoso con mi mujer", o "voy a imaginarme
llevándome bien con ese tío"... ¡Todo cambia, todo mejora!
-¡Vigila
lo que deseas, porque puedes conseguirlo!, decía alguien.
-Es verdad.
Gracias a tu mente, tú puedes tener el mundo en tus manos. Yo creo en
eso.
-Ahora parece usted un gurú.
-No. Sólo digo que podemos
sacarle más partido a nuestra mente. No confiamos lo suficiente en ella, en
nosotros mismos.
-¿Con la mente puedo conseguirlo todo?
-Claro,
si es algo razonable. Volar como un pájaro, no, por supuesto.
-A ver:
¿puedo conseguir un taxi cuando no pasa ni uno, es de noche y hace
frío?
-Usted se sienta, tranquilo, se imagina dónde está... e imagina
un taxi llegando ahí.
-¿Y?
-Se le quedarán los ojos a cuadros
cuando, al momento, vea pasar un taxi ante
usted.
-¿Seguro?
-Al menos, la espera se le habrá hecho más
corta, ¿no? Pero funciona. ¡Sí! Y si quiere encontrar aparcamiento, también
puede.
-¡Eso son palabras mayores! ¿Cómo?
-¡Es un juego de
niños! Es sólo cuestión de fe en uno mismo: imagine que habrá una plaza en
un área de 200 metros, y ahí la verá.
-No.
-Que sí. ¡Inténtelo,
hombre! ¡No tiene nada que perder! Eso sí, si ve una plaza antes, a 300
metros, ¡aparque! No hay que abusar...
-Muy prudente, sí.
-Y, si
ejercita su mente, podrá retener en la memoria más de cien números de
teléfono, como yo.
-Me sería más útil dominar la
telepatía.
-Todo llegará. Un día se descubrirá ese mecanismo. Yo
aventuro que un pensamiento desencadena ciertas proteínas en el cerebro,
con su carga magnética, carga que puede inducir en otro cerebro ese
pensamiento.
-Ciencia ficción, Blake.
-Por ahora. Llegará el día
en que tomaremos una píldora y activará nuestra energía mental para mover
objetos a distancia.
-Mientras, seamos prácticos: ¿puede alguien
encontrar trabajo con su mente?
-Basta imaginar tu trabajo ideal, y
estarás más receptivo. A quien esté deprimido, ese trabajo pasará ante sus
ojos y no sabrá verlo.
-Me ha descubierto usted la sopa de
ajo.
-Puede que sí, pero, ¡cuánta gente hay falta de autoestima, de fe
en sí misma!
-Y usted va sobrado.
-Pero yo soy el primero
cuya mente le ha autoengañado. Con mi primera mujer: no supe ver que iría
mal. ¡Y su número de teléfono es el único que hoy soy incapaz de
retener!
-Oiga, ¿y por qué no decide ser rico, y fin?
-¿Y quién
le dice a usted que no lo soy?
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