| Para el respetable colistero Esteban Comamala, de 
Cavalls: Me ha sorprendido recibir tan hostil contestación 
por tu parte a un mensaje mío donde yo le explicaba a Breixo (y a todos) que, 
aun no siendo psicóloga, me interesa mucho el estudio de los sentimientos y 
motivaciones de la gente, porque es mi manera de poderles ayudar, además por 
supuesto de los conocimientos científicos que yo pueda tener. >> Lo primero que aprendes cuando empiezas a ver pacientes es que 
el 90 % de las enfermedades son psicosomáticas. 
 > Total, que las enfermedades no 
existen.¡¡¡Magufa!!! Esto me ha sonado a insulto. ¿Pretendes 
herirme?  Si es así, dime por qué. Si no..., pues hombre, ten cuidado de lo que 
escribes, que yo sí tengo sentimientos. Para solventar la confusión que demuestras sobre lo 
que son las enfermedades psicosomáticas, te remito a mi anterior mensaje. Por 
favor, léelo. Te resultará muy instructivo. >> Y bueno, aparte de los estudios, es que me 
encanta conocer los sentimientos de las personas.  > Que bonitoooo. ¿Por qué te burlas de lo que he dicho? ¿De qué tienes miedo? >> mítico > ¿mítico o místico? No te 
equivoques, el creer en algo no te convierte automáticamente en 
apestado. La lógica científica se basa y 
 es posterior a la lógica filosofica. No, no me he equivocado, quería poner *mítico*. En realidad, la frase 
completa era: "Lo que me interesa es 
saber por qué la gente [...] prefiere adoptar un concepto 
mítico-religioso de la vida". Esta denominación, el concepto 
mítico-religioso del mundo, se refiere a la creencia en un conjunto de fábulas 
(mitos) o ficciones alegóricas que condensan las ideas de los pueblos 
primitivos acerca del origen del mundo y de la humanidad, seres 
divinos o sobrenaturales, mundo espiritual, vida después de la muerte, etc. 
Precisamente, hace poco he leído sobre este concepto en el último "Escéptico 
Digital", el nº 7, del 13-2-01, en un artículo de Javier Torres sobre el 
programa Redes. Este muchacho da atinadísimamente en el clavo en los siguientes 
párrafos:  (la negrita es mía)       El tema 
de fondo es, en mi opinión, que la pseudociencia, su supervivencia, difusión y 
aceptación en la sociedad, no depende tanto de las refutaciones puntuales que se 
hagan de sus innumerables manifestaciones, sino de cuáles son las 
visiones del mundo que esa sociedad acepta con total naturalidad y de 
la ausencia de hábitos de crítica racional. Si la sociedad 
acepta mayoritariamente premisas propias del pensamiento mágico y supersticioso, 
en forma más o menos difusa a través de una concepción mítico-religiosa 
del mundo, y las asociaciones escépticas permanecen indiferentes 
mientras no se hagan afirmaciones falsables, la tarea que se proponen es 
inabordable por incoherente. Constituir la estrategia fundamental discriminando el carácter falsable supone renunciar a la crítica del fundamento gnoseológico que nutre a las pseudociencias y a las religiones, y por tanto el efecto sobre ellas será mínimo, porque subsistirán a resguardo de su inmenso terreno infalsable, en el que sin ningún rubor realizan afirmaciones con pretensiones de referirse a realidades objetivas, sin cumplir los principios metodológicos que exigimos a las afirmaciones científicas. ¿Cómo, desde una perspectiva racionalista y crítica, nos va a resultar indiferente que sin ninguna evidencia se defienda el dualismo materia-espíritu, se crea en la existencia de una realidad inmaterial, en la inmortalidad, en otro mundo después de la muerte, etc.? ¿Cómo vamos a desmontar la creencia en milagros, en poderes paranormales, si no emitimos una opinión respecto de su fundamento último, que no es más que la visión mitológico-religiosa del mundo y su hábito asociado de realizar afirmaciones trascendentes sin la más mínima evidencia? >  No te 
equivoques, el creer en algo no te convierte automáticamente en 
apestado. ¿Era eso? ¿Resulta que tú "crees en algo" y has sentido que yo te 
trataba como a un apestado?  Lamento que mis palabras te hayan ofendido. No 
era mi intención, te pido disculpas. No obstante, sigo sin comprender cómo a 
partir de mi escrito has llegado a deducir que yo te estaba 
infravalorando. > La lógica 
científica se basa y  es posterior a la lógica 
filosofica. Ni idea, oye. Ni comprendo la frase, ni sé a qué viene. >> "El hombre es un animal 
racional que actúa por impulso emocional" > Aforismo magufo, 
 pues antepone la emoción a la razón. Barra libre. > Los impulsos 
emocionales...me suena a rollo energético. Vigila tus Chakras. Puede que sea un aforismo, pero no es magufo, pues no está basado en 
ficciones ni tiene intención de engañar, sino que se trata de una afirmación que 
se basa en hechos objetivables y en experiencias que todos podemos 
compartir.   No antepongo nada, no hago juicios de valor. Me limito a 
resumir en forma de refrán el hecho de que el ser humano, cuando se encuentra 
dividido entre lo que le dicta la razón y lo que le dictan los sentimientos, 
suele actuar según éstos últimos. Es más, muchas veces, ni siquiera 
se detiene a considerar si la razón podría dictarle algo. El ejemplo del 
tabaco lo explicaré en otro e-mail. Lo de la barra libre, lo siento, tampoco lo pillo. ¿Que vigile mis Chakras?  Vale,...  Los guardaré en una caja de 
seguridad del Banco. >> Continuando con mi 
curriculum, te diré que en la actualidad me encuentro preparando las oposiciones 
para Consejero de nave estelar, clase Galaxia. > Qué ilu. 
 > ¿Qué edad 
tienes?. Sigues burlándote.  Lo de mi edad (que todo el mundo conoce desde el 
día 6 del presente), debe ser una pregunta retórica, como acusándome de 
inmadurez, ¿verdad?  Muy bien:  reconozco que me gusta la Ciencia 
Ficción, y que soy fan de Star Trek, entre otras. También reconozco que me gusta 
jugar con los amigos y gastarles bromas inocentes. ¿Pasa algo? ¿Te parezco 
infantil?  Pues algo me dice que cuando yo tenga el triple de tus años, 
todavía seré más joven que tú, porque yo sigo buscando, y tú, según veo, ya te 
has posicionado "tranquilo, majete, en tu sillón". Sigo en otra carta, que ésta ya es muy larga. Siempre a tu disposicón: Juana PD: Gracias por mostrarme tus sentimientos; los guardaré en mi 
colección. |