Lo que me sorprende no es que fuera profesor, ni siquiera que hubiese ejercido alguna vez, lo que me llama la atención es que un centro de enseñanza público, es decir, subvencionado por el estado, y por tanto, por todos nosotros, le pague un sueldo a este señor por enseñar materias, que ni están dentro de las materias a impartir en la ESO, ni me parecen adecuadas para los niños, ya que les puede inducir a percepciones erróneas sobre la medicina, por dos motivos: