Y dijo Javier:
>+++++++++++++++++++++
>Hola. >Pues al principio al menos, usaban motores neumáticos de pistones. Tengo un >libro sobre la historia del torpedo, adecuadamente titulado 'The Devil's >Device' en el que se sigue su historia, sobre todo la inicial. El torpedo >Whitehead era, para su época -2a. mitad del s. XIX- un aparato >adelantadísimo. Hay que ver cómo -cuando se trata de cosas de guerra- se >aguzan los ingenios y aflojan las carteras. El inventor del torpedo >automóvil -Whitehead- instaló una empresa privada ('Silurificio Fiume') y le >vendió a todo el que quiso comprarle. No le faltaron clientes. Los alemanes >le copiaron el trasto y empezaron a venderlo pòr su cuenta bajo el nombre de >'Schwarzkopf'. Creo que el modelo inicial funcionaba con aire comprimido >'sin más', pero -para aumentar el rendimiento- se incorporó, posteriormente, >un quemador previo a la entrada del gas en los cilindros. Así aumentaron un >montón el rendimiento. Supongo -pero no recuerdo- que en su momento se >pondría una turbina -posiblemente Parsons, como dices- en vez de una máquina >de pistones. Incluso actualmente hay torpedos que siguen funcionando de la >misma manera, con aire comprimido recalentado. Aunque ahora hay un >desarrollo -el torpedo supercavitante- que puede ser el arma naval >definitiva: se mueve a velocidades del orden de 700 km/h. Un accidente al >manipular un aparato de este tipo -un cohete submarino propulsado por >peróxido de hidrógeno- fue (parece) la causa del hundimiento -hace un año, >me parece- del submarino 'Kursk'. >Saludos >Javier Susaeta >++++++++++++++++++ (Ramón)
Anonadado, Javier, anonadado. No se me ocurre otra expresión. Después de
semejante exposición, este mísero, que ya no pequeño saltamontes ha quedado
anonadado. Y ni es ironía, ni, desde luego, sarcasmo. Es que tu biblioteca, por
lo que yo sé, empieza en los paleocohetes del pionero Oberth y alcanza por lo
aquí leído hasta el malogrado "Kursk".
!Coño con la biblioteca¡ ;-))
Por cierto que lo que mencionas del calentamiento previo a la entrada en
álabes del aire comprimido, y que equivaldría (me parece) a la labor del
turbocompresor en los motores actuales de explosión, lo noto a faltar en el
arbitrio ese del cochecito de marras. Quizá conozcan mejor el marketing que el
ciclo de Carnot.
Un saludo
Ramón
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