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[escepticos] Ecologistas en Acción y proyecto Iter



Hola a todos.

Leo con cierta frecuencia la revista que edita Ecologistas en Acción de
manera trimestral llamada "Ecologista". Normalmente pongo muchos de sus
artículos en cuarentena, salvando honrosas excepciones, pero este sobre
el Proyecto Iter y la energía nuclear de fusión me ha dejado perplejo.

¿Soy yo, o esta gente cada vez está peor? Por favor, aclarádmelo dado
mis limitados conocimientos sobre energía nuclear.

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(de Ecologista, nº 35-Primavera 2003. Ecologistas en Acción)

El proyecto ITER 
- 
Jaume Morrón 
-- 
Vandellós, en Tarragona, es una de las cuatro localidades mundiales
candidatas a la instaladón del ITER, un centro de experimentadón en
fusión nuclear que puede traer muchos más inconvenientes que las
ventajas que se le atribuyen. La inversión prevista supera los 4.000
millones de euros. 

Hasta hoy las centrales nucleares para generar electricidad se han
basado en el principio de fisión, la rotura de átomos inestables para
liberar energía. El reactor ITER -lntematíonal Thermonuclear
Experimental Reactor-, por el contrario, se basa en el mismo principio
por el que generan energía las estrellas: la fusión nuclear. Utilizando
como combustible el tritio y el deuterio, dos isótopos del hidrógeno,
provocaría su fusión, lo que formaría helio y liberaría una gran
cantidad de energía. El deuterio se encuentra de forma abundante en el
agua de mar, mientras que el tritioes inestable y hay que producirlo
artificialmente. En los diseños que se contemplan para futuros reactores
de fusión, el tritio se generaría en el propio reactor.

Pero para conseguir la fusión hay que alcanzar temperaturas de 100
millones de grados centígrados, con una densidad mínima de 100 billones
de partículas de deuterio y tritio por centímetro cúbico, y mantener la
reacción durante un mínimo de un segundo. Desde que estos principios
fueron formulados en 1957 por el físico británico JD. Lawson, se han
sucedido los proyectos experimentales: Stellarator norte- americano,
Tokamak de la antigua URSS, el JET europeo... Los resultados obtenidos
por todos ellos son insuficientes a pesar de las grandes inversiones que
han supuesto. 

Por tanto, la energía nuclear de fusión es aún una tecnología en fase de
investigación a efectos de su uso en la generación de electricidad. El
último proyecto de esta serie es el lTER, y fue impulsado el año 1985
por el gobierno ruso de Gorbachov 1 y el gobierno estadounidense de
Reagan. No obstante EE UU lo abandonó en 1998, dejando en el proyecto a
Japón, Europa, Rusia y Canadá. Sin embargo, EE UU, en febrero de 2003,
ha anunciado su vuelta al proyecto.

Cuatro emplazamientos son candidatos para la construcción de este
reactor experimental. El primero se encuentra en Clarington, cerca de
Toronto, Canadá. Completan la lista tres nuevas propuestas: dos en
Europa -Cadarache (Francia) y Vandellós (Tarragona)- y uno en Japón, en
Rokkasho-Mura, en la prefectura de Aomori.

De acuerdo con los estatutos del proyecto ITER, un grupo de expertos de
diversos países está evaluando las ventajas de los diversos
emplazamientos. En la reunión de los negociadores celebrada en Barcelona
en diciembre de 2002, se confirmó que ya están evaluadas las propuestas
de Clarington, Rokkasho-Mura y Cadarache, mientras que la propuesta de
Vandellós se acababa de evaluar en diciembre de 2002. El grupo de
expertos presentó su informe final en la siguiente reunión de
negociación, celebrada en San Petersburgo, Rusia, el 18 y 19 de febrero
de 2003.

Durante la citada reunión de Barcelona, la delegación de Canadá informó
que su oferta, que se había presentado en un determinado contexto, había
cambiado al ofrecerse otros espacios competidores, y que daría a conocer
su nueva propuesta a comienzos de 2003. Hace dos años, cuando se supo
que había ofertas para construir el ITER en Europa, Canadá amenazó con
retirarse del proyecto. Por su parte, la Comisión Europea ha prometido
que si el ITER se instala en territorio europeo financiará el 53% de su
coste.

Últimamente, en algunos Consejos Comarcales catalanes (Baix Camp,
Tarragones) se han presentado mociones de apoyo al proyecto, con el
claro soporte de tres grupos políticos: CiU, PP y PSC, para obtener más
apoyo a la candidatura de Vandellós. 
No es oro todo lo que reluce 
La realidad es que sólo se ha explicado una parte de la propuesta. Lo
que no se ha explicado a la población en relación con el proyecto son
los siguientes puntos: 
- El proyecto TER se propone como un gran experimento que debería
desembocar en la construcción de un futuro reactor que pueda producir
electricidad más limpia que la de las centrales nucleares. Sin embargo,
nunca se ha llegado a conseguir energía a partir de la fusión nuclear,
con lo cual es más que improbable que se construyan reactores que puedan
operar en condiciones comerciales algún día. 
- La fusión nuclear genera grandes can- tidades de residuos radioactivos
de media y baja actividad, lo que crea un problema de almacenamiento. 
- El proyecto lTER se inscribe en la lógica de los modelos centralizados
y a gran escala de producción de energía, y reproduce el mito
(difuminado ya en la primera etapa de la energía nuclear de fisión) de
crear un suministro inagotable de energía. Todo esto se aleja de la
necesidad ecológica y social de avanzar hacia un modelo energético de
generación descentralizada, que acerque los centros productores a los
lugares de consumo, utilizando así la energía de una forma más
eficiente. 
- El ITER no produce electricidad, sólo la consume. La energía necesaria
para iniciar la reacción es grande, y equivale a la producida por una
central térmica de 500 MW, más los 100 MW necesarios para refrigerar las
bobinas superconductoras. Una vez iniciada la reacción de fusión, el
ITER consumiría unos 400 MW para su funcionamiento normal, lo que
implica un alto consumo energético. 
- Al igual que las centrales nucleares convencionales, al finalizar su
vida operativa el ITER tiene que desmantelarse, y esto requiere de un
proceso de tres fases. La primera se realiza inmediatamente después de
desactivar el reactor y después del proceso de descontaminación, y
consiste básicamente en la retirada del tritio radiactivo. Esta fase
duraría de 5 a 8 años. En la segunda, la planta se traspasaría al Estado
español y tendría un período de latencia de unos 25 años, hasta asegurar
que el nivel de radiactividad ha bajado lo suficiente como para permitir
exposiciones a la radiación a,eptables bajo la normativa vigente. La
tercera fase consiste en el des- mantelamiento de todas las estructuras
de la instalación, lo que supone un mínimo de seis años. Juntando todas
las fases, el proceso de desmantelamiento se estima que tardaría entre
36 y 39 años, prácticamente el doble de su período de explotación. 
- Al final, las aproximadamente 40.000 toneladas de metales radiactivos
proce- dentes del desmantelamiento del reactor se habrán de gestionar
adecuadamente y deberán ser almacenadas'en una ubicación específica, En
este caso, hay que recordar que la actual legislación impide almacenar
los residuos radiactivos que se generarán en el almacén de residuos de
baja y media actividad de El Cabril (Córdoba), debido a que su vida
media supera los 300 años que permite la legislación vigente. En caso de
modificaciones legislativas, es cuestionable que la capacidad actual de
El Cabril pueda acoger más residuos que los generados por el
funcionamiento de las centrales nucleares del Estado español, y más
teniendo presente el inminente desmantelamiento de Zorita, Se
incrementa, así, el ya considerable pro- blema que supone la gestión de
residuos de las centrales nucleares actualmente en funcionamiento, 
- El funcionamiento del lTER requiere enormes cantidades de agua de
refrigeración, que, de instalarse en Vandellós, posteriormente se
emitirían al mar a una temperatiJra más elevada, lo que provocaría la
contaminación térmica de los ecosistemas vecinos.

Según Ecologistes en Acció de Catalunya, los 450 millones de euros que
tendrá que aportar el Estado receptor durante los diez años previstos
para la construcción del proyecto (el 10% del coste total) suponen más
del doble de la inversión prevista para el fomento de las energías
renovables contemplada en el Plan de Fomento de las Energías Renovables
en el período 1999-2006. Hay que tener presente que las energías
renovables ya aportan energía a la red eléctrica, mientras que la
fusión, si llega a hacerlo, no sería antes de un período de 30 a 50
años.

Ecologistes en Acció se opone frontalmente a este proyecto por las
razones expuestas y, además, propone como alternativa destinar los 450
millones de euros durante los mismos 10 años al fomento de energías
renovables. 

-- 
Antonio Rodríguez Sierra
arsierra en vodafone.es