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Re: [escepticos] Estudio cientifico



Pedro ha escrito:

Según el estudio los mejores resultados en cuanto a crecimiento se obtienen
por exposición crónica a campos magnéticos estáticos.

Yo también me he dado cuenta de ello. En este estudio de las docentes de Agrónomos de Madrid, se repite lo de otros trabajos -no los valoro, por el momento, ya que estoy recopilando material- que he podido leer: de los campos estáticos puede esperarse maravillas; pero de los pulsantes, provocados por dispositivos tipo electroimán, nada de nada... ¿Será que unos autores van copiando lo de otros? En todo caso, estoy en ello; lo que sucede es que varias de mis fuentes fiables de información son universitarias, y estos días son malos para consultarles...


Me pregunto muchas
cosas: ¿alguien ha observado si en los terrenos donde abunda la magnetita
crecen frondosos bosques, o la agricultura es especialmente productiva? ¿las
riberas y vegas regadas con aguas de ríos que en algún momento de su curso
transcurrieron por terrenos con abundancia de minerales magnéticos son
especialmente fértiles?.
¿Alguien ha visitado Magnesia, región de Asia Menor, que todos los libros de
ciencias naturales nos decían que había dado nombre al fenómeno, ya conocido
por los antiguos griegos, del magnetismo? ¿cuál es la producción anual de
lentejas en Magnesia?


Es miembro de esta lista un gran experto (¿el mejor de España?) en minerales.
No digo su nombre, porque me consta que anda siempre liado con más trabajos
que los que acepta su agenda; pero, por dar algún detalle, digamos que es
docente en la Universidad de Zaragoza... Posiblemente él sí ha visitado
esa zona, o sabe de terrenos "ferromagnéticos".


Otra cosa que me pregunto es si,  aunque dicen haber experimentado con otro
tipo de plantas, la elección de las lentejas como ilustración del artículo,
será por eso que nos decían nuestras madres desde pequeñitos de que las
lentejas tienen mucho hierro.

Como dicen los políticos, "celebro que me haga esta pregunta". Este es, en efecto, uno de mis temas favotritos. Así que no te queda más remedio que aguartarme... Digo, con docenas y docenas de ensayos y trabajos en la mano:

--en TODO el organismo humano (desde la sangre al espacio interceleular) sólo
existen poco más de 4 (CUATRO) gramos de hierro. Esto solo ya basta para echar
por los suelos el efecto de la "magnetoteria" en nuestro cuerpo. Y, por si no
fuera suficiente, el hierro de nuestro organismo NO ES ferromagnético, sino que
algunos autores incluso lo llegan a incluir en la lista de diamagnéticos. En
otras palabras: el comportamiento de "nuestro" hierro nada tiene que ver, a
efectos magnéticos, con el hierro "común".

--el contenido de hierro en las lentejas (y, por añadidura, en las espinacas
de Popeye) es un semi-mito. Voy a mis fichas de laboratorio y veo que el
alimento (en occidente, al menos) que contiene más hierro son los cereales
de desayuno "Flakes", de Kellogg's, con 40 mg por 100 g de alimento. Le siguen
las almejas, berberechos y similares en conserva, con 24 mg/100 g. Luego la
morcilla (14), el hígado de ternera/cerdo (13), etcétera, etcétera. Tras muchos
otros alimentos, llego a las lentejas, que tienen únicamente 8,2 mg de hierro
por 100 de producto (6.8 en el caso de los garbanzos). Para el caso de las
espinacas (*), el valor es de sólo 3 mg/100 g. Lo dicho: un mito, o un
semi-mito.

--además, y esto es muy importante, hay que tener en cuenta que una cosa es el
hierro que contenga este o aquel otro alimento, y otra el hierro que realmente
se incorpora al organismo, porque la absorción de hierro es muy difícil y la
casi totalidad sale del organismo con las heces. Más todavía: el mejor hierro
-más absorbible- para los humanos, es el "orgánico"; vamos: el que forma parte
del grupo hemo (sangre-morcilla, hígado.,almejas...), mientras que el de las
legumbres o cereales (Kellogg's o no) casi no se absorbe, porque cuando llega
al intestino está ya "secuestrado" por la fibra alimentaria (sea soluble o
no), por el ácido fítico que esta produce, etcétera, etcétera, siendo su
destino final las heces.

--un detalle da idea de los "difícil" que es la obsorción de hierro por nuestro
organismo: a las mujeres se les suele presentar con frecuencia una falta de
hierro ("anemia ferropénica"), mucho más cuando tienen la menstruación. El
remedio típico es recetarles algo tan simple como comprimidos de sulfato ferroso,
que vale cuatro perras. Pero lo chusco, a ojos del profano, es que deben
tomarse la tira de pastillas (es decir: de gramos de sulfato de hierro) para
salir de esa anemia. Lógico: el hierro se absorbe muy poco...

A veces, la Naturaleza hasta sabe lo que hace... En efecto: los humanos perdemos
diariamente algo así como un par de miligramos de hierro, preferentemente por
la descamación de la piel. Y ese par de miligramos si que logramos recuperarlos
por absorción intestinal.

Saludos. Y perdona la paliza férrico-charcutera.

Josep Català

(*) El origen del "mito espinacas/Popeye" es realmente curioso: los dibujos de
Popeye eran ya populares en los EEUU antes de la segunda Guerra Mundial. En uno
de los estudios epidemiológicos que durante esa guerra hicieron las autoridades
norteamericanas, se vió que había crecido hasta límites alarmantes el índice
de anemia ferropénica entre la población infantil. Los responsables de Sanidad
decidieron iniciar una gran campaña de consumo de algún alimento particularmente
rico en hierro entre los niños. El responsable de hallar ese alimento consultó
diversos tratados, y en uno de ellos -¡alemán. precisamente!- vió que las
espinacas tenían 43 miligramos de hierro por cada 100 gramos de alimento. No
lo dudaron más y encargaron al dibujante autor de Popeye que, en adelante, sus
tiras cómicas incluyeran el hecho de que Popeye, para tener fuerza, recurría al
hierro de las espinacas. La campaña, cabe decirlo, fué un éxito para los
vendedores "espinaqueros", pero lo cierto es que la anemia no se redujo como
habían pensado...

Estudiando el por qué de ello, se descubrió que su contenido en hierro no eran
los 43 mg, sino sólo 3... Efectivamente: el "descubridor" de la panacea había
perdido una "hoja de erratas" que acompañaba al libro, de manera que en ella
se indicaba el error de anteponer el "4" al 3...

(He indicado "4" porque "me suena", pero no pondría la mano en el fuego. Lo
que si es cierto es que en el libro figuraba, delante del "3", un dígito
bastante alto).