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[escepticos] RE: [escepticos] Re: [escepticos] El ecologista escéptico



Hola:
 
Gracias a todos por vuestros comentarios y reseñas.
 
Otra más, en la que el autor (editor del libro, para mas señas) critica a las críticas:
 
http://mitosyfraudes.8k.com/articulos/BjornEsp.html
 
Saludos.
 
Carlos

	-----Mensaje original----- 
	De: Alejandro Pérez [mailto:alejperez en hotmail.com] 
	Enviado el: mié 24/03/2004 11:14 
	Para: escepticos en dis.ulpgc.es 
	CC: 
	Asunto: [escepticos] Re: [escepticos] El ecologista escéptico
	
	



	Hola, en las respuestas de Víctor y Saúl sobre el libro de Lomborg, he visto
	algunos enlaces, entre ellos el del comité danés que lo critica como poco
	riguroso (de hecho lo pone el libro a parir):
	
	http://www.forsk.dk/uvvu/nyt/udtaldebat/bl_decision.htm
	
	
	Sin embargo, me parece que, para "conocimiento" de todos, también está este
	enlace, de un PDF del 12 de marzo que viene a decir que el libro es
	científicamente correcto y que lo
	
	" The Danish Committee on Scientific Dishonesty (DCSD) today announced it
	would not reopen the case concerning Bjørn Lomborg's book, "The Skeptical
	Environmentalist ".
	In December 2003 The Danish Ministry of Science, Technology and Innovation
	completely rejected the DCSD finding that "The Skeptical Environmentalist"
	was
	"objectively dishonest" or "clearly contrary to the standards of good
	scientific
	practice".
	The Ministry, which is responsible for the DCSD, found that the committee's
	judgement was not backed up by documentation and was "completely void of
	argumentation" for the claims of dishonesty and lack of good scientific
	practice."
	
	http://www.lomborg.com/files/Scientific%20Dishonesty%20case%20closed%20-%20Lomborg%20cleared.pdf
	
	Es decir, ¿ahora lo "poco riguroso" no fue el libro, sino el ataque al
	mismo?? Obviamente, que el ataque fuera poco riguroso no implica que el
	libro sea excelente (ni siquiera correcto)....
	
	Decir, como en casi todo, que del tema ecológico entiendo bastante poco,
	pero, ya que estamos con el tema de las manipulaciones informativas, a mí me
	da que aquí miente más de uno... Igual algún día sabemos quién miente más (o
	menos).
	
	Saludos.
	
	
	
	P.D.: Me hace gracia lo que pone al final del documento..:
	
	"The DCSD (el comité científico sueco) translated their first judgement into
	English. Today's announcement is only available in Danish."
	
	
	
	----Original Message Follows----
	From: "Víctor R. Ruiz" <rvr en infoastro.com>
	Reply-To: escepticos en dis.ulpgc.es
	To: escepticos en dis.ulpgc.es
	Subject: Re: [escepticos] El ecologista escéptico
	Date: Wed, 24 Mar 2004 09:41:17 +0000
	
	   Hola:
	
	El Miércoles, 24 de Marzo de 2004 08:34, Lobo Carton, Carlos tecleó:
	 > ¿Algún corralero ha leido el libro de Bjorn Lomborg "El ecologista
	 > escéptico"? Estaba pensando en comprarlo, pero antes me gustaría conocer
	 > alguna opinión personal de alguien que lo haya leido.
	
	   En http://javarm.blogalia.blogdns.com/historias/5283 (es
	javarm.blogalia.com, pero andan las DNS jodidas) tienes un receso.
	
	---
	Escepticismo O Guerra Ambiental
	
	(Territorios, Ciencia-Futuro, El Correo, miércoles 5 de febrero de 2003)
	
	A finales de 2001 se publicaba un libro titulado "The Skeptical
	Environmentalist" ("El Ecólogo Escéptico", aún no publicado en nuestro
	país),
	escrito por un danés, profesor de estadística, llamado Bjørn Lomborg. La
	tesis de Lomborg es que la información que se ha venido presentando en los
	últimos años sobre la existencia de un cambio climático originado por la
	acción humana, que tendría en el futuro consecuencias devastadoras si no se
	toman medidas inmediatas, es incorrecta. Con ello, políticas como las que se
	derivan del protocolo de Kyoto son gastos innecesiarios: sería mejor
	invertir
	ese dinero en desarrollo de los países del tercer mundo, porque de hecho la
	situación mundial está realmente mejorando. Para Lomborg, las asociaciones
	ecologistas, muchos científicos y los medios de comunicación han conseguido
	crear un fantasma que realmente no existe. Así, ni los bosques están
	desapareciendo, ni las especies se extinguen como se dice, y si hay un
	cambio
	climático, no merece la pena atacarlo, porque servirá para mejorar las
	condiciones de vida de mucha gente en el mundo.
	
	El libro, que resulta de lectura apabullante, con profusión de datos, citas
	y
	notas a pie de página, tiene además un lenguaje fluido y sugerente: cuando
	uno lee las argumentaciones de Lomborg se ve casi obligado a creer que
	ciertamente, nos están engañando por completo con esa -como él la denomina-
	"letanía" de los ecologistas: que la Tierra está enferma, cada vez más
	contaminación, especies y bosques desapareciendo a un ritmo cada vez más
	acelerado, y el calentamiento que ya está produciendo daños globales, como
	la
	desaparición del coral o el futuro deshielo de los polos...
	
	En Dinamarca, el libro fue un éxito nada más publicarse, y la versión
	inglesa
	-publicada en 2002- arrasó las librerías en Gran Bretaña y Estados Unidos.
	Rápidamente, los medios de comunicación recogieron el escepticismo de
	Lomborg, especialmente la prensa económica y también especialmente los
	medios
	estadounidenses. Al fin y al cabo la política de EEUU contraria a suscribir
	el protocolo de Kyoto recibía un espaldarazo con estas tesis, y por otro
	lado, el mundo económico siempre ha visto que frente a sus planes de
	expansión dentro de la globalización siempre han sido los grupos de defensa
	ambiental los que más daño han hecho a su imagen pública.
	
	Sin embargo, la comunidad científica no se entusiasmó. Desde el principio,
	las
	críticas pusieron de manifiesto que la selección de datos y de citas de
	Lomborg era muy sesgada. De los posibles indicadores estadísticos, sólo
	elegía aquellos que eran favorables a su tesis. Los expertos en
	investigación
	ambiental y ecólogos llevan mucho tiempo intentando establecer qué variables
	son las adecuadas para indicar el estado de nuestro planeta. A lo largo de
	varios decenios, instituciones como el WorldWatch Institute plasman estos
	indicadores a modo de "termómetro" global. En las revistas científicas, que
	cuentan con sistemas de arbitraje y revisión, las investigaciones no apoyan
	en absoluto las tesis optimistas de Lomborg. Por otro lado, hay que
	reconocer
	que el danés tampoco es el primer eco-escéptico, debiendo sus
	posicionamientos mucho a otros que antes lo intentaron, de los cuales el más
	famoso fue Julian Simon, economista estadounidense que popularizó en "El
	último recurso" (Ed. Dossat, 1996) tesis similares, que hablan de progreso
	en
	vez de amenazas.
	
	Lo cierto es que Lomborg no es un experto en el tema, aunque la publicación
	del libro le ha llevado a la dirección de un Instituto de Asesoría
	Ambiental,
	muy importante en su país. Los datos sobre deforestación, extinciones,
	estado
	de los océanos y crecimiento de la población humana se adecuan más a las
	visiones claramente pesimistas que mantienen las publicaciones científicas
	que al optimismo de las grandes empresas y de los economistas de la
	globalización. El daño que las opiniones eco-escépticas pueden tener a la
	hora de tomar decisiones y regulaciones a tiempo es importante: no olvidemos
	que aún se está lejos de obtener un consenso sobre protocolos aprobados hace
	varios años como el de Kyoto, y este tipo de publicaciones no hace sino
	echar
	más leña al fuego.
	
	En revistas de comunicación científica como Scientific American (publicada
	en
	España como Investigación y Ciencia) expertos ambientales de primer orden
	expresaron sus críticas a Lomborg, quien a su vez criticó a sus críticos,
	disparando una larga polémica que finalmente llegó al Comité de Fraudes
	Científicos de la Agencia Danesa de la Ciencia, a partir de varias denuncias
	de científicos daneses. El pasado 7 de enero, tras revisar las razones de
	unos y otros, el comité concluía: "hablando objetivamente, consideramos que
	la publiocación del trabajo en consideración cae dentro del concepto de
	fraude científico". Considerando el trabajo de Lomborg contrario a los
	estándares de la buena práctica científica, sin embargo, no consideraban que
	ello fuera muestra de negligencia por parte de Lomborg. La resolución ha
	generado una nueva polémica en Dinamarca, en la que se mezclan ya
	directamente las adscripciones políticas: Lomborg y sus defensores, aliados
	con los conservadores, consideran que ha sido la izquierda la que ha
	instigado este ataque contra quien pone en duda sus postulados.
	
	Sin embargo, y aunque sea difícil mantener el debate fuera de las opiniones
	políticas, lo cierto es que si los datos utilizados están sesgados, si se
	mezclan los conceptos o se realizan ataques personales, uno debería
	sospechar, ser muy escéptico, de este nuevo eco-escepticismo.
	
	
	Manipulaciones Pseudoecologistas
	¿Hay realmente un debate científico en torno al estado de nuestro planeta?
	La
	respuesta es: rotundamente sí. Siempre lo ha habido, y en ciencia es además
	necesario que las diferentes opiniones y modelos se sustenten utilizando
	datos adecuados, comprobables y repetibles por cualquier investigador. De
	hecho, a menudo se ha acusado a los científicos (como clase) el ser muy
	lentos dando explicaciones a los problemas que alcanzan dimensión de alarma
	social. En los últimos años, dentro del debate ambiental, la ciencia ha ido
	estableciendo claramente que existe un cambio climático relacionado con las
	actividades humanas -especialmente la emisión de gases que propician el
	"efecto invernadero"-. Los modelos que establecen cómo se desarrollará, cómo
	afectarán las medidas correctoras propuestas, qué habría que hacer, son aún
	motivo de análisis: lo cierto es que no sabemos exactamente, ni podemos
	predecir a medio plazo siquiera, cómo evoluciona un sistema complejo como el
	clima de nuestro planeta. Pero el consenso, conseguido no tanto por
	posicionamientos ideológicos sino por acumulación de evidencias, es el que
	en
	las diferentes cumbres climáticas se ha ido mostrando: hay que actuar,
	cuanto
	antes, y favorecer el cumplimiento de los protocolos de Kyoto, no como la
	panacea, sino como una primera medida mientras se consigue adecuar el
	deseable desarrollo de los diferentes países a la sostenibilidad.
	
	Es cierto, sin embargo, siendo como es una actividad humana, y más por tener
	la importante incidencia socioeconómica que tienen estos temas, la ecología
	ha sufrido, y sufrirá, el abuso de sectores que intentan manipularla desde
	las ideologías. Posiblemente el más flaco favor se lo han hecho,
	precisamente, quienes más dicen defender un ecologismo pero que utilizan la
	manipulación o la falsedad en sus campañas. Recordemos cómo hace un par de
	meses un grupo ecologista español lanzó a los medios de comunicación una
	falsa noticia, presuntamente publicada en una revista científica
	internacional de primer orden, sobre mutaciones de peces en el Ebro, cerca
	de
	una central nuclear. La confusión creada, las excusas posteriores bastante
	confusas, pusieron de manifiesto la escasa credibilidad de quienes deberían
	tenerla por encima de todo.
	
	Algunos Enlaces
	La web de Lomborg: http://www.lomborg.org/
	
	El debate en Scientific American:
	http://www.sciam.com/article.cfm?articleID=00000B96-9517-1CDA-B4A8809EC588EEDF
	
	Crítica en el World Resources Institute:
	http://newsroom.wri.org/mediakits_text.cfm?ContentID=698
	
	La decisión del Comité Danes de Fraudes Científicos:
	http://www.forsk.dk/uvvu/nyt/udtaldebat/bl_decision.htm
	---
	
	   Saludetes,
	
	--
	Víctor R. Ruiz           | - Todos estos momentos se perderán
	http://infoastro.com/rvr |   como lágrimas en la lluvia
	
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