Re: [escepticos] Ultima novela de Crichton

["Víctor R. Ruiz" <rvr@xxxxxxxxxxxxx>]

Borja Marcos escribió:
> Acabo de terminar de leer la última novela de Michael Crichton, y, la  
> verdad, me parece de lo más recomendable.

  Miquel también la leyó y realizó una crítica hace unas semanas.
http://barrapunto.com/journal.pl?op=display&uid=22&id=18042 Copio y pego:

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He terminado la lectura de Estado de miedo, la última novela de Michael 
Crichton. Sí, el autor de best-sellers, al que, en mi descargo, sigo 
regularmente desde hace muchos años, antes de que fuese famoso. O:-) No 
por sus dotes literarias, que son escasas, sino porque me interesan los 
temas científicos que trata y porque suele hacerlo con cierto rigor, no 
demasiado habitual entre los autores actuales de ciencia-ficción. Por 
poner ejemplos de los tres últimos temas que ha tocado: los viajes en el 
tiempo, la nanotecnología y el cambio climático. Estado de miedo aborda 
en concreto la cuestión del calentamiento global, la histeria 
medioambiental y la utilización política de la ciencia: el auténtico 
peligro no sería, a su juicio, el cambio climático, sino sus 
apocalípticos mentores. El enfoque, pues, es escéptico y se basa en una 
vasta bibliografía científica, revisada durante tres años de preparación 
del libro, y que aporta al final del libro. Para quien haya leído El 
ecologista escéptico, la polémica obra de Bjorn Lomborg, los argumentos 
le resultarán familiares: por tanto, no se han hecho esperar las quejas 
de grupos ecologistas, si bien no creo que se lleguen al extremismo con 
el que se trató a Bjorn Lomborg, al tratarse de una obra de ficción. 
Pero es ficción científica. Quien se aventure a leerlo debe previamente 
dejar aparcados un montón de prejuicios y certezas aparentemente 
incuestionables, ya que le pondrá en evidencia la mayoría de 
certidumbres que hoy se manejan en torno al clima. Y lo hace con datos 
consistentes, tan consistentes como mínimo como quienes aventuran un 
futuro devastado, contra toda evidencia.

La novela va mucho más lejos que Lomborg --ventajas de la ficción-- y es 
extremadamente beligerante con el eco-magufismo (es decir, la 
pseudociencia ecologista), así que puede resultar un shock para el 
pensamiento políticamente correcto, dominante en este ámbito. Crichton 
considera que el pensamiento ecologista está desfasado, que desvían la 
atención de los problemas reales con insensatas predicciones, que sus 
afirmaciones están politizadas y no se basan en datos científicos. Y 
concluye que la mayoría de los principios de dicho movimiento (tales 
como el desarrollo sostenible y el principio de precaución) tienen el 
efecto de preservar los privilegios de Occidente, en una especie de 
imperialismo moderno, ya que son una manera sutil de decirle a los 
países en vías de desarrollo: "nos salimos con la nuestra y ahora no 
queremos que vosotros os salgáis con la vuestra, porque provocáis 
demasiada contaminación". Por supuesto, siempre hay quien le verá como 
un interesado aliado de las compañías petroleras o firme defensor de la 
contaminación, como sucede siempre que alguien se mueve de la foto en 
cualquiera de estos temas.

No quisiera destriparla (tranqui, no hay spoilers), ni tampoco es mi 
intención hacer una reseña, solo destacar algunas cosas: es un 
sorprendente ejemplo en los tiempos que corren de un escritor que pone 
todo su saber-hacer al servicio de una idea, sacrificando totalmente 
cualquier juego literario. La trama es simplista, pero su objetivo no es 
seducir por su arte, sino persuadir por sus argumentos. En el siglo XIX 
se le habría llamado "novela de tesis", es decir, una novela en la que 
se ilustran literariamente unas ideas previas. Galdós (aka "don Benito 
el garbancero") la cultivó profusamente. En el siglo XX la novela de 
tesis cayó en el descrédito. Crichton, famoso y multimillonario que no 
necesita demostrar ya nada a nadie, puede permitirse decir ya lo que 
quiera, con independencia de si va a favor o en contra del pensamiento 
dominante. Los personajes son arquetipos, héroes y anti-héroes a la 
vieja usanza. No busquemos aquí matices psicológicos, ni descripciones 
brillantes. Todo el peso está en el diálogo trepidante y en las 
argumentaciones. es en realidad un ensayo en forma de novela. La ventaja 
es que mucha gente a la que el libro de Lomborg --lleno de gráficas, 
notas a pie de página y referencia a literatura científica-- se le 
caería de las manos, o ni siquiera lo leería, puede perfectamente captar 
esos mismos argumentos en forma novelada pero rigurosa. Es en fin un 
libro de combate, un libro que combate la pseudociencia, el falso 
alarmismo, el dogmatismo, la politización interesada de la ciencia.

Por último, incluye varios apéndices impagables: aparte de las fuentes 
de gráficos y una bibliografía comentada, hay un mensaje del autor 
explicando su punto de vista y sus conclusiones una vez revisada toda 
esa bibliografía para documentarse para la novela, y un artículo (casi 
un manifiesto) titulado "Por qué es peligrosa la politización de la 
ciencia" (ilustra los vergonzosos casos de la eugenesia racista y de la 
biología magufa de Lissenko en la primera mitad del siglo XX).

Estéis de acuerdo o no con la hipótesis escéptica de partida, recomiendo 
leer la obra antes de opinar a saco contra ella (como mínimo, os 
entretendrá). Como Crichton, estoy convencido de que hay demasiada 
certidumbre en el mundo, nos hace falta algo menos de opinión y algo más 
del clásico marxiano y escéptico omnibus dubitandi ("dudar de todo"). Lo 
que parece evidente quizá no lo es tanto, y menos en algo como el clima: 
por muchas simulaciones que hagamos, no podemos evaluar el futuro, y 
menos predecirlo. Las simulaciones son eso, simulaciones, y las 
suposiciones son eso, suposiciones, por muy bien fundadas que estén. Es 
imposible predecir el panorama dentro de cien años, si aún no podemos 
hacerlo ni a un mes vista, pero es seguro que tomar las decisiones 
equivocadas puede comprometer mucho más el futuro que los supuestos 
apocalipsis climáticos que se pretenden combatir. De eso nos avisó 
Lomborg, de eso nos advierte ahora Crichton.
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  Saludetes,

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Víctor R. Ruiz
http://infoastro.com/rvr