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[escepticos] RE: [escepticos] RE: [escepticos] Educación en el escepticismo.



Dato curioso: con respecto a la socialización, me comentó un amigo que
lo de la timidez parece que se da como rasgo hereditario de un modo muy
marcado. ¿Sabe alguien algo sobre ese tema?

- - -
En cuanto a los datos que das, quizá deberíamos marcar una serie de
campos, los que propones me parecen buenos (obviamente, si alguien
quiere ampliar, bienvenido sea).

- Política: 3 igual que mis padres, 1 díscolo (en este aspecto, me toca
ser oveja roja)

- Cultura/libros: 3 igual que mis padres,  1 que no.

- Deporte: 4 completos igual que mis padres. No tenemos sobrepeso, pero
somos auténticas nulidades en cuanto a deporte. Aunque mi hermano el
díscolo de los libros es el que más lo intenta.

- Letras vs. Ciencias: 4 completos de ciencias, igual que mi padre.

- Sociabilidad: 3 igual que mi padre (sociable) a 1 igual que mi madre
(poco sociable).


Eso me hace pensar ¿qué ocurre cuando los padres difieren entre sí en
los campos marcados? ¿cómo se reflejará eso en los resultados? ¿serán
válidas las respuestas en estos campos, o deberían anularse?



-----Mensaje original-----
De: owner-escepticos@xxxxxxxxxxxx [mailto:owner-escepticos@xxxxxxxxxxxx]
En nombre de Abel Flórez
Enviado el: jueves, 19 de enero de 2006 12:14
Para: escepticos@xxxxxxxxxxxx
Asunto: Re: [escepticos] RE: [escepticos] Educación en el escepticismo.


Buena idea:

Nosotros somos cuatro hermanos... y un caos.
Politica:
Todos como mis padres menos yo.
Cultura, pasión por los libros:
Dos contra dos. Mis padre si y mi madre no.
Deporte:
Tres somos gordos y una deportista. Mis padres, gordos.
Letras vs. ciencias:
Tres de letras (como mis padres) y yo de ciencias.
Socialización:
Mis padres muy sociales. Dos hermanos antisociales (no es autismo como
tal, pero personas solitarias) y dos muy sociales.

No se... yo siempre he pensado que los padres influyen, pero que ponen
distinto empeño dependiendo del hijo.

Saludos
 
El día 19/01/06, Rubén Villoria <ruben@xxxxxxxxxxx> escribió: 
Vaya, creo que no estoy de acuerdo, pero una vez más sólo me remito a mi
experiencia personal y a mis pequeñas encuestas. 

Tanto mis hermanos como yo mismo hemos vivido una niñez rodeados de
libros (mi madre es lectora compulsiva), y para nosotros era de lo más
normal tirarnos tardes enteras metidos en casa leyendo y leyendo.
Supongo que por eso siempre he sido y siempre seré un manta en cualquier
deporte que requiera un balón. Por cierto, esto último también se aplica
a mis hermanos.

Otro factor interesante: si a un crío le das un conocimiento para que 
pueda aplicarlo a sus juegos, es difícil que lo suelte. A los nueve
años, aprendí lo que eran las permutaciones para poder resolver un
juego. Empiezas de muy niño con la multiplicación y la división, para
decidir cuántos camiones necesitas para transportar tu ejército de 
plástico, sigues con trigonometría para calcular el disparo de un cañón
hecho con pinzas... en realidad, te tirabas más tiempo intentando
averiguar por qué casi nunca nada cuadraba más que jugando en sí. Pero
te lo pasabas igual de bien, y mejor aún cuando las cosas funcionaban
justo como las habías predicho. Era ese "poder" de precognición lo que
emocionaba.

Resultado: en la escuela, los profesores no entendían que de pronto un 
mico le sacara respuestas correspondientes a cursos superiores. Los
críos son muy sensibles al reconocimiento de los adultos, y eso les
motiva en gran medida para aprender más. Así que la retroalimentación
estaba servida. 

Preguntando entre los amigos (qué diablos, lo reconozco, encuestándoles
más bien, porque soy de esos pesados) me di cuenta de que la mayoría que
ha tenido vocaciones y ha desarrollado aptitudes las ha debido a: 
       1.- oportunidad de entrar en contacto con la materia
(generalmente, los padres o las familias con quienes más tiempo pasan)
       2.- aplicación de la materia a sus juegos
       3.- ánimo por parte de los adultos o supervisores, 
principalmente representado por una "inclusión" en el mundo adulto
(llevarlos a un sitio donde se trabaje en la materia, ponerles en
contacto con algún profesional conocido que les oriente un poco, etc. 
etc.)

Por supuesto, no puedo negar que los factores genéticos tengan algo que
ver con la formación de una persona. Al fin y al cabo, de cuatro
hermanos que somos, tres somos lectores incansables, y un cuarto detesta

los libros. En mi familia, hubo un 75% de afinidad. La media en las
familias de otros amigos (hijos que hayan seguido las costumbres
intelectuales "no impuestas" de los padres) me ha salido de poco más de 
un 68%.


Qué diablos, sigamos aquí esa encuesta: ¿qué porcentaje de hermanos
vuestros (incluídos vosotros) han mantenido las costumbres de vuestros
padres?






-----Mensaje original----- 
De: owner-escepticos@xxxxxxxxxxxx [mailto:owner-escepticos@xxxxxxxxxxxx]
En nombre de Miquel Vidal
Enviado el: jueves, 19 de enero de 2006 11:22 
Para: escepticos@xxxxxxxxxxxx
Asunto: Re: [escepticos] Educación en el escepticismo.


hola Abel

un buen modo de afrontar la educación infantil desde el escepticismo es 
empezar tú mismo por poner en un plano menos decisivo la influencia de
los padres en relación a cómo resultará la personalidad (o "el
carácter") de los hijos.

Tienes disponible una obra magnífica, cuya lectura te recomiendo, pues 
hace caer muchas ideas preconcebidas en torno a le educación. Es un
libro totalmente riguroso y se llama "El mito de la educación", de
Judith Rich Harris, Mondadori, 2002. La tesis del libro --una repaso 
crítico demoledor de gran parte de la investigación sobre la educación
infantil-- es que en la formación de la personalidad de un niño importan
mucho los genes y los compañeros, pero poco o nada los padres. Según 
Harris, no serían los padres quienes socializan a los hijos, sino que
son los propios niños quienes se socializan entre ellos.

Los que hayáis leído "La tabla rasa" la recordaréis, porque Pinker le
dedica un capítulo al tema basándose completamente en los estudios de
Harris (a quien prologa su obra y elogia siempre que tiene ocasión).
Harris pone en cuestión la idea posmoderna (y conductista) de que los
niños son poco más que un puñado de reflejos y una mente en blanco 
esperando a ser programadas por unos padres benevolentes. El libro da
luz sobre aspectos que cuesta explicar a la ideología de la corrección
política, como por ejemplo el fracaso escolar o por qué las doctoras y 
abogadas tienen hijos que insisten en suponer que las mujeres deben ser
amas de casa.

Aquí he encontrado una reseña del libro:
http://home.att.net/~xchar/tna/colomsp.htm 

espero que te sea útil, el ensayo se basa en revisar los estudios
empíricos previos y te servirá al menos para contrastar las ideas
"intuitivas" y dominantes (compartidas en este punto tanto por los 
padres "progres" como por los tradicionales) en torno al supuesto papel
decisivo de los padres en la educación. Quizá quitarse ese enorme peso
determinista ayudará a adoptar esta difícil tarea de una forma menos 
"tensa".

saludos,

miquel


El jue, 19-01-2006 a las 08:45 +0100, Abel Flórez escribió:
> Enas!
>
> Soy nuevo en la lista (llevo dos meses o algo así), y me arranco
> planteando una cuestión que me inquieta desde que ando por aquí. Mi
> mujer está embarazada (seis mesazos ya) de nuestro primer vástago y
> llevo muchos meses (o un par de años) dándo vueltas en la cabeza a las


> posibles implicaciones de mis fantasmas y miedos en su educación.
> Concretamente he analizado en profundidad un montón de aspectos sobre
> los posos de machismo que le pueda transmitir inconscientemente, y 
> sobre cómo fomentar una educación para lograr que le guste aprender y
> aprehender. Pero como decía, desde que estoy en la lista me surge la
> idea de cómo orientar su educación hacia el escepticismo. 
>
> No me malinterpreteis: no intento hacer una fotocopia de mi mismo (de
> hecho eso es lo que más terror me da) ni intentar forzar su educación
> hacia disciplinas más o menos afines a mis gustos, sino dotarme de los


> medios para dotarle de los medios para ser, dentro de lo que esta
> sociedad permite, libre. Y creo que el escepticismo es uno de esos
> medios. Pero me gustaría contar con vuestra tormenta de ideas, que 
> seguro va a alimentar mis ideas previas y me va a hacer descubrir
> errores, taras, fantasmas, clichés, etcétera; que no había descubierto

> antes.
>
> Gracias, y saludos a todo el mundo 
>
> AF