[Date Prev][Date Next][Thread Prev][Thread Next][Date Index][Thread Index]
Científicos de verdad
> ¿Qué elementos constituyen el verdadero pensamiento ciéntífico?
>
> En mi opinión es la curiosidad, la mente abierta y el valor de dudar de
> nuestras propias teorías y convicciones cuando los hechos desafían nuestro
> método analítico en lo que se basa toda actividad científica. Y por
> supuesto, el rigor.
El problema es, por supuesto, el rigor. Un científico debe dudar
de sus teorías si los hechos -comprobados y comprobables- las
contradicen. Pero no tiene por qué dudar simplemente porque alguien
afirme que ha visto levitar a otro, o que ha sido secuestrado (y,
curiosamente, casi siempre violado) por seres pequeñitos que decían
proceder de Neptuno... y no ofrezca ni la más mínima prueba de semejante
afirmación.
Si, además, el "hecho" que se presenta como contradictorio
respecto al conocimiento científico resulta ser distinto para cada
observador (consultense, por ejemplo, los horóscopos de tres o cuatro
periódicos distintos... verán a dónde va a parar la astrología como
disciplina "científica"), pues apaga y vámonos.
>
> Ahora bien, dudo que el rigor científico siempre aplicado a cualquier campo
> "bendecido" como científico (matemáticas, física, biología, etc.) se aplique
> al estudio de los fenómenos etiquetados de "paranormales".
>
> Tachar de supercherías a fenómenos reales para muchas personas, aunque no
> reproducibles a voluntad en condiciones de laboratorio, es una postura
> cómoda y conveniente para esquemas del mundo rígidos, propios de épocas
> oscuras (recordemos los casos, ya tópicos pero no menos ilustrativos de
> Miguel Servet y Galileo Galilei).
El rigor científico debe aplicarse a todos los fenómenos. Estamos en
medio de una interesante discusión sobre el psicoanálisis y su validez.
La cuestión, como puede observarse, es perfectamente debatible; pero al
menos se sigue tratando con la seriedad y el rigor que corresponden a
cualquiera de las "ciencias sociales".
En abierto contraste tenemos los fenómenos "paranormales", que se
caracterizan (como tú mismo pareces reconocer) porque no son
reproducibles en condiciones de laboratorio y porque son "reales para
muchas personas". Pero el hecho de que mucha gente crea en ellos no los
hace reales. Si el horóscopo dice que los libra vamos a ver incrementado
nuestro -ya considerable- atractivo físico durante esta semana (pongo
este ejemplo por si hay alguna dama por ahí: que tome nota), esto puede
"ser real para muchas personas", pero desde luego hasta que nadie
compruebe que durante esa semana los libra vamos por ahí rompiendo
corazones la afirmación no deja de ser gratuita. Del mismo modo, mucha
gente cree que abrir un paraguas en lugar cerrado trae mala suerte. Ahora
bien; si alguien me demuestra que, tomado un grupo de personas al azar y
tras hacer que abran un paraguas en lugar cerrado, se comprueba que una
porción significativa de esas personas empiezan a sufrir atropellos,
caídas de rayo, aeronaves o astronaves, o inspecciones de Hacienda,
entonces y sólo entonces valdrá la pena considerar al fenómeno como algo
digno de estudio y tratar de encontrar la correlación entre la apertura
de los paraguas y las propensión a las desgracias.
Lo contrario (afirmar que la telepatía es real pero, ¡ay!, imposible de
reproducir en un laboratorio o de demostrar con métodos científicos) es
precisamente la postura cómoda y conveniente que criticabas.
Por último, pones un par de ejemplos singularmente inapropiados. La mayor
aportación de Galileo a la ciencia es, sin duda, su uso del método
experimental. Y fue su enfrentamiento con el Papa, más que su defensa de
la teoría heliocéntrica (que, al fin y al cabo, formuló un clérigo) la
que le llevó a ser procesado por la Inquisición. En cuanto a Servet, su
persecución no tuvo absolutamente nada que ver con la ciencia, sino que
se debió a las opiniones religiosas que defendía (hasta el punto de que
no sólo fue perseguido por los católicos, sino también por los
protestantes).
>
> Antes de condenar a la hoguera o al ostracismo hay que juzgar
> imparcialmente, sin prejuicios y, como mínimo, haber estudiado el fenómeno
> desde todos los ángulos posibles. No puedo ordeñar a una vaca de la misma
> manera que cosecho aceitunas, de igual forma no puedo esperar que un
> fenómeno especial se adecúe a un método convencional.
> Bueno, ¿y cómo demonios se estudia un fenómeno desde todos los ángulos
para, a continuación, rechazar los únicos métodos de estudio que han
demostrado su validez hasta ahora?
> Si yo creo que la telepatía es imposible, tendré que demostrarlo (o al menos
> demostrámelo) aplicando un método adecuado, consensuado por la comunidad
> ciéntífica, que en este caso sería el estadístico. Los experimentos
> rigurosamente conducidos deberían arrojar resultados en un sentido u otro.
Pues no, hijo mío. Si yo creo que la telepatía es imposible, lo que
debería hacer es esperar a que alguien me demostrara que sí es posible.
O, al menos, que me aportara lo que se llama un "principio de prueba". No
soy científico, pero te recuerdo que hay un campo con más de dos milenios
de experiencia que admite la imposibilidad de demostrar la negación de un
hecho. En ningún sistema jurídico del mundo se exige la demostración de
que no ha ocurrido algo, puesto que es imposible: yo no puedo demostrar
que mi deudor no me ha pagado. De manera que es el deudor el que debe
aportar alguna prueba de su pago; entonces la pelota vuelve a estar en mi
campo, y me corresponderá a mí demostrar que el recibo que aporta es
falso, que los testigos que presenta mienten, o que el pago que me hizo
liquidaba un crédito distinto.
Te pongo un ejemplo: si yo afirmo que los gnomos existen, ¿cómo se me
demuestra lo contrario? Sí, se pueden efectuar batidas sistemáticas en
los bosques, mirando debajo de cada seta, pero si no aparece ningún gnomo
siguen sin demostrarme que los gnomos no existan: simplemente es que son
muy hábiles escondiéndose.
Ahora bien: si yo aparezco con un gorro de gnomo, y nadie puede demostrar
que se trata, vgr., del gorrito de una Barbie o de cualquier otra
falsificación, entonces sí que podremos empezar a hablar en serio de los
gnomos.
>
> Si, para mi, los objetos voladores no identificados como entes inteligentes,
> no existen, deberé buscar una explicación física, meteorológica o
> psicológica al fenómeno, pero habría que estar ciego o ser un necio para
> negar la existencia del fenómeno en sí. Tendré que dar una explicación
> coherente a por qué cientos de pilotos y controladores ven "cosas" que no
> existen (tal vez fumen lo que no deben), o por qué los habitantes de un
> pueblo y los colindantes sufren la misma alucinación colectiva (demasiado
> vino durante las fiestas), o por qué la mayoría de gobiernos niegan poseer
> documentación sobre el tema (peligra la seguridad nacional) cuando otros
> gobiernos reconocen abiertamente su existencia, o por qué...
¡Ay, otra vez! El problema de los OVNIS no es la falta de explicación de
los fenómenos, sino el hecho de que los fervorosos "ufólogos" no las
aceptan. Quizá los habitantes de los pueblos colindantes vieron un globo
sonda, y a lo mejor hasta resulta que el INTA lanzó uno que se encontraba
justo en la misma posición que el presunto OVNI; lo malo es que no
encontrarás a ningún ufólogo capaz de admitirlo. Si te interesa, Félix
Ares escribió un magnífico artículo al respecto que aún se puede
conseguir.
Y, ya puestos, quizá podrías aclararme una cuestión que siempre me ha
parecido tan intrigante o más que los avistamientos de OVNIS: ¿cómo es
que cada uno de estos artefactos es "de su padre y de su madre"? ¿Estamos
en una curva de una especie de pista de karting intergaláctica? ¿O se
trata de publicidad de los diversos fabricantes de naves espaciales?
Por cierto, he leído muchas veces eso de que los gobiernos ocultan la
documentación sobre los OVNIS porque peligra la seguridad nacional. Lo
malo es que nadie -que yo sepa- ha sido capaz de explicar porqué esos
supuestos documentos ponen en peligro la seguridad nacional. Ya sé que
los organismos oficiales suelen tener un sistema de razonamiento muy
tortuoso, pero aun así...
>
> Si hay una lógica y una base física hasta ahora desconocida en todos estos
> fenómenos, no será el fanático sectario, el ciego creyente o el embaucador
> el que la descubra, sino el científico desapasionado, lúcido e imparcial.
>
En eso tienes toda la razón del mundo; así que, hasta que ningún fanático
sectario (categoría en la que, imagino, habrá que añadir a los
científicos "bendecidos") me demuestre sin lugar a dudas lo contrario, y
a pesar de que todos los hechos comprobados (e incluso la biología) estén
en contra, seguiré creyendo firmemente en los gnomos. Que, sin duda, se
rigen por alguna base biológica desconocida ¿Vale?
> Salut.
y força... bueno, bueno. Saludos.