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RE: Medios y fines
Felix Ares ha escrito el domingo 23 de febrero de 1997 13:12 sobre el
asunto: Medios y fines.
> Creo que la libertad de expresion es fundamental. Por tanto, siempre he
> defendido y defendere que todos tenemos derecho a decir las idioteces que
> se nos pasen por la cabeza (y si no son idioteces, !tanto mejor!). Estoy
> dispuesto a luchar por esa libertad hasta donde sea necesario.
>
> Ahora bien, ante la libertad que tiene uno de decir tonterias esta
> la libertad de otro de decir que son tonterias
> (aunque ambos esten equivocados).
**************************
Estoy totalmente de acuerdo con Felix Ares puesto que siempre me he opuesto
al enunciado falsamente liberal "Todas las opiniones son igualmente
respetables".
Creo firmemente que "Todas las personas son igualmente respetables" pero
también creo y con igual firmeza que el respeto a una persona no implica
que tenga que respetar las majaderías que diga. Por ese motivo no tengo el
menor empacho en decirle que su opinión es errónea ni en poner todo mi
empeño en demostrar su falsedad por los medios legales a mi alcance.
En aquellos casos en los que las opiniones entran en conflicto con los
derechos humanos, cualquier persona tiene derecho a entablar acciones
judiciales contra el emisor y/o el difusor de dichas opiniones. Creo además
que el Estado debe proteger efectivamente los derechos humanos y la
fiscalía debe actuar de oficio contra las manifestaciones racistas,
sexistas, xenófobas, etc. Me baso en que cada persona es responsable de las
consecuencias de sus actos y si la publicidad de una opinión atenta
gravemente contra la dignidad humana, es evidente que su autor es un
delincuente.
Por lo que se refiere a las curas milagrosas y demás patrañas, el Código
Penal considera que la estafa es un delito y existe una abundante
legislación sanitaria que prohibe las actividades peligrosas contra la
Salud Pública.
En 1651 se publicó *Leviatán* un libro de Thomas Hobbes, que abrió un
nuevo camino para la sociedad occidental: el de admitir que las leyes son
una convención social y no una revelación divina y la reivindicación del
Estado como negación de la Guerra Civil. El objetivo principal de la ley es
evitar que nos devoremos los unos a los
otros cuya lectura más radical es: la mejor garantía de que una ley me va a
proteger es que posea la capacidad de proteger los derechos del más
execrable de los delincuentes. Uno de los principales criterios
diferenciales entre una persona liberal y una persona autoritaria es que el
liberal prefiere a un delincuente en libertad en aquellos casos en los que
un autoritario prefiere a un inocente en la cárcel.
Xoan M. Carreira
<xoanmc en lix.intercom.es>