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RE: Hasta luego, Escepticos...



El 14 de marzo, con ocasión de su despedida de esta corrala nuestro
hasta ahora convecino José Luis Gómez ha escrito:

>  No hay cosa mas inutil que ponerse a discutir si Dios existe o no.

> De inutil pasa a patetico cuando se quiere usar de la ciencia para
eso. 

Amigo José Luis:

No creo que el debate sobre la existencia de Dios sea inútil. Afirmar
eso equivaldría a afirmar que San Agustín, San Anselmo, Santo Tomás
de Aquino, Guillermo de Ockham, Hobbes, Hume, Kant, Russell o Ayer y
tantos otros muchos hombres inteligentes y honestos, han puesto su
talento y sus conocimientos al servicio de una causa inútil. Intuyo
que tu frase no responde literalmente a lo que querías decir.

Lo que comparto plenamente es tu rechazo al uso de la ciencia al
servicio del debate teológico. 
El debate sobre la existencia de Dios nunca ha tenido otros
argumentos que los propios de la lógica y, como he comentado no hace
mucho en esta lista, el argumento ontológico de San Anselmo de Aosta
se mantuvo incólume durante más de nueve siglos, soportando críticas
tan devastadoras como las de Kant. 
En 1973 sucumbió elegantemente ante la crítica de Alfred Ayer y desde
entonces el debate teísta permanece estancado porque la respuesta ya
no puede provenir de la teología. 
En palabras del propio Ayer:
*Si hay que justificar las postulaciones de una deidad mediante su
valor explicativo, la explicación tiene que darse realmente.*
El problema, a mi modo de ver, es que esta explicación es imposible
pues su simple formulación contradeciría las postulaciones de la
perfección divina. Es decir: aquello que pudiera ser explicado no
sería divino.
Esta es la tragedia actual del creyente honesto y coherente y quizás
esté en la base de la crisis de los sistemas convencionales de
creencias y en el fenómeno expansivo de los fundamentalismos
religiosos. 
Tengo la intuición de que la pésima cultura teológica de los
portavoces del Opus Dei responde al mismo fenómeno. 
Y que la incapacidad de Juan Pablo II para poner orden en su Iglesia
proviene de su escasa formación teológica (y canónica y humanística);
recordemos que Juan XXIII era un solidísimo teólogo y humanista y que
Pablo VI poseía una excelente formación en "ciencias sociales"
(canónicas y no canónicas) y conocía a fondo la teología clásica
(aunque no se dedicara a ella como Juan XXIII).

			*****
Sigue José Luis:

> Teneis toda mi simpatia en vuestro empeqo por desenmascarar a tanto
> farsante que anda suelto por ahi y en desmontar tantas tonterias
sobre
> Ovnis, fenomenos paranormales y demas zarandajas. Lastima que
metais > en el mismo saco a la religion. Supongo que, si sois
honrados, os dareis 
> cuenta de que no es lo mismo. 

Gracias por tu generosidad intelectual y moral.
Si reflexionas en ello te darás cuenta de que un cristiano coherente
no puede creer en "Ovnis, fenómenos paranormales y demás zarandajas".

No comprendo como a algunos de nuestros convecinos parece
sorprenderles que el Padre Apeles ande a zurriagazos con los magufos.

Es lo menos que se puede esperar de un cura ultramontano como el
susodicho.
Desde los primeros tiempos, el Cristianismo se ha enfrentado a los
magos, fenómenos paranormales y demás cretineces por un obvio
conflicto de intereses (Dios tiene el monopolio de lo sobrenatural)
pero también se ha mostrado muy reacia a aceptar las apariciones y
milagros "legítimos" por un problema teológico: Aceptarlos plantea
serias contradicciones al principio de libre albedrío que es el que
legitima la salvación/condenación eterna. Bueno, también hay un
conflicto de intereses: una intervención divina deja en evidencia a
sus representantes en la Tierra ;-D.
La existencia de vida extraterrestre crea insolubles problemas
relacionados con la redención y (para los católicos) con la
universalidad ecuménica. 
Aún suponiendo (y es muy duro de suponer para un judeo-cristiano) que
se dieron  múltiples actos creativos de la humanidad por parte de
Dios y que en varios planetas se produjeron "pecados originales",
habría que admitir que hubo varios Nazarenos y varias redenciones. 
De ahí a la asunción del politeísmo no hay más que una cuestión de
matiz. (No voy a entrar en ello, pero repara en los enormes problemas
que tienen para convivir las tres religiones monoteístas a pesar de
que las tres creen en el mismo Dios, exactamente en el mismo, sin
ningún tipo de matices).
Puedes estar tranquilo en este sentido, la coherencia de tu fe es la
que impide que creas en las bobadas de los magufos.
		*****

Sigue José Luis:

> Que me retire de la lista no quiere decir que no quiera seguir
hablando con
> vosotros. Estoy totalmente dispuesto para cualquier cosa, excepto
para
> discutir si Dios existe o no, porque eso lo decide cada uno una
fraccion de
> segundo antes de ponerse a buscar argumentos a favor o en contra.

Muchas gracias de nuevo, pero como puedes comprobar por este mensaje,
de lo que me gustaría discutir contigo es de las implicaciones de la
existencia de Dios. 
O al menos de los conflictos de intereses que genera la organización
de los creyentes en organizaciones religiosas. 
Lee en los periódicos las sandeces (un estudiante de lógica puede
refutar esos argumentos tras un trimestre de clase) que las
organizaciones católicas argumentan sobre la enseñanza de la religión
en la escuela pública.

 
> Un fuerte abrazo, esceptico (para unas cosas) y creyente (para
otras).

Bueno, yo diría que creyente coherente con todas las consecuencias.
Te devuelvo el abrazo y te deseo lo mejor que se le puede desear a un
creyente:
Vete con Dios (y que tu camino te traiga de visita alguna vez a esta
corrala en la que dejas amigos).

Xoan M. Carreira
<xoanmc en lix.intercom.es>