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[escepticos] **Secretos Profesionales




> Me parece una absoluta falta de etica por tu parte el poner este msj
> aqui, y mas sabiendo que se ha hecho incapie en que esa lista no es
> abierta para todo el mundo, se esta hablando de pacientes reales, que
> cuanto menos se merecen que se traten con un minimo de respeto
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> *            JAVIER RODRIGUEZ ESCOBAR           *
> *     INSTITUTO DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA  *
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Los problemas de ética profesional en el psicoanálisis son muy profundos,
muchos psicoanalistas sostienen, incluso, que por secreto profesional no
hay que comentar los resultados de la terapia ni siquiera con sus
pacientes.

El psicoanalista Rudy, en uno de sus libros deja claro el asunto al
transcribir las actas de una reunión en la que, por supuesto, se han
distorsionado, por secreto profesional, los nombres de los participantes:

[...]
[Prof. Psíquembaum]
Tal vez sería bueno que (...) nos sacásemos ciertas dudas, o al menos nos
sacásemos los abrigos. Para comenzar, ¿que dirían ustedes que es el secreto
profesional de un analista?

[Lic. Vanessa Giselle Snob]
Bueno, el secreto profesional es cuando una colega nos llama para contarnos
una confidencia acerca de un paciente, o de otra colega: que Menganita dejó
de supervisar con Fulanito y ahora lo hace con Zutanito. (...) Que un
paciente se casó con su analista y están esperando un bebé de
transferencia, y todo eso. ¡Ay, que lindos son los secretos profesionales!

[Prof. Psíquembaum]
Mucho me temo que el aporte de la licenciada Snob trate acerca de los
secretos entre profesionales y no del secreto profesional. Entre paréntesis
licenciada, ¿con quién dijo que supervisa Menganita? (...) Ud. deberá tener
en cuenta que estamos entre profesionales, y que entre profesionales no hay
secretos, y mucho menos secretos profesionales.

[Dr. Dusignifiquant]
Interesante juego de palabras, profesor Psíquembaum. Veo que ha comenzado
usted a valorizar los significantes. Y hablando del tema, creo que valen
más los secretos profesionales que los profesionales secretos.

[Lic. Monique Delanuc]
¿Profesionales secretos, con licencia para interpretar, tipo James Bond?
¡Que interesante!

[Prof. Psíquembaum]
(...) Lo que quiero decir es que en realidad deberíamos hablar hoy de los
alcances del secreto profesional en psicoanálisis. Preguntar, por ejemplo:
¿Es lícito que los analistas divulguen el nombre de sus pacientes? ¿Y que
los pacientes divulguen el nombre de su analista? ¿Y que los analistas
divulguen sus propios nombres a sus pacientes? Tal vez sería adecuado, para
favorecer la trasferencia positiva, que los analistas tuviéramos una
tarjeta que nos acreditara como Humphery Bogart, James Dean o Marilyn
Monroe (...)



DE CÓMO SE DEBE COMENTAR UN CASO ENTRE PROFESIONALES:
[...]
[Lic. Delanuc] ¿Súperman? ¡Ese fue paciente mío!

[Lic. Snob] ¿En serio? ¿¡Súperman se presentó en tu consultorio!?

[Lic. Delanuc] Sí, claro que no lo hizo como Súperman, sino en su
personalidad secreta.

[Dr. Supositoire] ¡Já Já! ¿Así que tuvo un paciente que se presentó como
Clark Kent?

[Lic. Delanuc] ¿Clark Kent? ¡No, me dijo que su nombre era Juan Pérez! Se
trataba de un tímido oficinista, un poco fóbico, son síntomas obsesivos y
personalidad claramente esquizoide.

[Lic. Snob] ¿Y cómo te diste cuenta de que era Súperman?

[Lic. Delanuc] Bueno, nos llevó un tiempo, porque al principio ni él mismo
sabía que era Súperman, pero a mí no me iba a engañar.

[Dr. Supositoire] ¿Que fue lo que le hizo sospechar que lo fuera?

[Lic. Delanuc] Bueno, ya dije, su aspecto tímido, apocado, y el hecho
transferencial de que apareciera justo cuando yo acababa de leer una
revista de Súperman.

[Prof. Psíquembanum] Me parece poco serio su planteo, licenciada. Un hecho
así requiere mayor rigor científico.

[Lic. Delanuc] De acuerdo, doctor, totalmente de acuerdo. Por eso es que lo
hice asociar con su infancia, le preguntaba por sus padres adoptivos
terrícolas, y él insistía en que eran sus verdaderos padres, en la clara
actitud de reprimir sus recuerdos extraplanetaris. ¡Cada vez que yo le
mencionaba su padre real, Jor-el, él me decía que me dejara de jor-el! Así
que finalmente tuve que recurrir a la prueba definitiva, la cnstatación
final.

[Lic. Snob] ¿Qué fue lo que hiciste, Monique?

[Lic. Delanuc] Agarré unas piedras, las pinté de verde para que se creyera
que eran kriptonita y se las arrojé por la cabeza. El las esqueivó como
pudo y huyó aterrorizado, gritando: ¡Está bien, está bien, soy Súperman! Y
para confirmármelo se arrojó desde la ventana de mi consultorio, que queda
en planta baja, pero él no se acordaba.

[Prof. Psíquembaum] Lo siento, licenciada, pero me quedan dudas de que ese
hombre haya sido enm realidad Súperman.

[Lic. Delanuc] ¿Ud. cree que en relidad se trataba de Batman, profesor?

[Lic. Psíquembaum] No, Monique, Batman no puede ser, porque Batman era
paciente mío.

[Lic. Delanuc] ¿Y eso que tiene que ver? Dado que Batman tenía dos
personalidades, bien podría haber tenido dos analistas.


CONCLUSIONES:

1. Es poco ético murmurar con un colega acerca de los errores profesionales
de otro. Mejor decirlo a voz en cuello, así nos enteramos todos.

2. Los secretos profesionales se refieren a los aspectos clínicos, y no a
los aspectos teóricos de la ciencia. Vale decir: un docente no puede
escudarse en el secreto profesional en caso que un estudiante le pregunte,
por ejemplo, qué es el narcisismo. En caso que lo haga, se trata de un
simple caso de ignorancia profesional, no de secreto.

3. Más allá de lo discutido en la mesa entre las licenciadas Snob y
Delanuc, no existen los agentes secretos profesionales. Vale decir que no
es válido ejercer el psicoanálisis de incógnito en medio de una fiesta
(...) escudándose bajo un disfraz.

4. Hay pacientes que ocultan su condición de tales por diferentes motivos,
tal vez por timidez, tal vez por temor al qué dirán o al qué interpretarán
(...). Esto es absolutamente respetable, pero tiene sus límites. Uno puede
ocultar su analisis a cualquier persona, menos a su analista. No es lícito
concurrir al consultorio de un analista, permanecer en él durante 50
minutos, resolver conflictos que uno ni sabía que tenía y luego irse
subrepticiamente, con el pretexto de que uno era el cartero. Ni siquiera si
uno ES el cartero.

5. Es fundamental modificar el nombre de los pacientes cuyo material
clínico va a ser publicado. El cambio en cuestión se limita al texto
escrito, no al trato cotidiano en sesión. Quiero decir que no es
recomendable llamar al paciente por su NOM-DE-PUBLICATION, sobre todo si se
trata de esquizoides. En caso de tratarse de pacientes paranoicos puede
intentarse llamarlos con otro nombre, a ver si se dan vuelta igual. Hay
pacientes histéricas que pueden reclamar aparecer con su verdadro nombre en
los escritos,en letra mayúsculas y con luces de colores alrededor. No les
haga caso. El nombre del paciente siempre debe ser modificado para proteger
su intimidad. El nombre del analista, en cambio, puede ser el verdadero,
salvo que sienta cierta vergüenza por el escrito.


Fuente: Buffet Freud.2, Rudy, Ediciones La Flor
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Claudio Uribe
cauribe en sanbernardo.com.ar
Santa Teresita, Buenos Aires
ARGENTINA