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[escepticos] SUPERsticiones



Hola....
Repasando los apuntes que voy tomando hace años para componer un muestrario
de las anécdotas que van  ocurriendo en mi trabajo de examinador, me he
tropezado con una pequeña estadística sobre las supersticiones de mis
víctimas, los aspirantes al permiso de conducir.

LOS AMULETOS.
Lógicamente, sólo puedo referirme a los amuletos visibles. De los
escapularios cosidos a la ropa interior sólo tengo noticias indirectas.
Juro que no he llegado a ver ninguno en el ejercicio diario del examen. 
Pero...haberlos,  haylos.
De los externos, puedo dar fe de los "no me olvides" sujetos a la mano que,
a duras penas, puede empuñar el volante.  De las medallas colgadas al
cuello, de una en una o a racimos,  besadas disimuladamente cuando creen
que nadie les mira. 
De los "chinitos", unos curiosos ramilletes de bolas de madera que se
colocan en la muñeca o se cuelgan del retrovisor.
De los rabos de ardilla colgados del retrovisor.
De misteriosas bolsitas traídas por el aspirante, colgadas distraídamente
de algún
saliente y diligentemente recogidas una vez termina su examen.....

LAS ESTAMPAS. 
Es notable es despliegue de estampitas de diversos tamaños (He llegado a
ver una de tamaño DIN A4, probablemente recortada de un calendario) que los
aspirantes al permiso esparcen por sitios estratégicos del vehículo para
que les protejan de todo mal.  Las sujetan entre el cristal del parabrisas
y la junta de goma; en la rendija de los huecos de la ventilación; en la
puerta de la guantera; encima del parasol y sobre todo...¡ocultando los
instrumentos de a bordo! 

LOS GESTOS.
Es casi obligado que todo el que exhibe algún amuleto de los arriba
descritos y, también, muchos de los que no los exhiben, practiquen además
el signo mágico de persignarse.  Existen todas las variaciones, desde el
gesto lento y solemne hasta el rápido y vergonzante con la mirada huidiza
como si se temiese hacer el ridículo. 
Cuando el alumno permanece en el asiento de atrás, esperando su turno para
subir al cadalso delantero, puede ir durante más de un cuarto de hora con
los dedos índice y corazón de ambas manos, cruzados. 
Tampoco es infrecuente observar una curiosa contorsión al subirse al
vehículo que proviene de querer poner primero el pie izquierdo antes que
ninguna otra parte del cuerpo.
Una curiosa estadística que comenzaré a hacer próximamente será la de
contabilizar el número de suspensos comparado entre los aspirantes que
exhiben tales prácticas y los demás. Aunque quizás no no sea muy fiable
porque, al ser una misma persona la que califica y la que mide los datos 
no sé si se podrá evitar un sesgo involuntario.  
	                                                      Saludos.