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Re: [escepticos] Dogones



Hola, hola.

Esta mañana decía yo mismo:
> Aparece una referencia en el libro de Randi 'Fraudes Paranormales'
> (pag 75-78). Luego lo transcribo y esta noche lo mando.

Y como lo prometido es deuda, allá va (aunque aun no sea de noche):

El tema fue expuesto por el escritor Robert Temple en su libro de
1976 'The Sirius Mistery', que habla de la tribu dogon que vivía en
el África occidental y de su conocimiento superior respecto de Sirio.
Según Temple, los dogon conocían desde hacía mucho la existencia de
la recientemente descubierta 'estrella compañera', Sirio B (1862 es
algo 'reciente' en terminos astronómicos), y de su órbita de
cincuenta años alrededor de la estrella principal. La tecnología
utilizada por los astrónomos modernos para determinar este hecho
oscuro pero científicamente excitante era tan sofisticada que Temple
argumentó que los dogon debían haber recibido asistencia
extraterrestre para conocer estos hechos. La religión dogon (como la
de los antiguos egipcios) se interesa particularmente por esta
estrella, un objeto brillante y prominente en el cielo nocturno de
esa tribu.
Los antropólogos llevaron a cabo profundos estudios del pueblo dogon
de Malí. El hecho de comenzar el análisis de esta tribu con la imagen
habitual de seres primitivos paseándose desnudos, que
desafortunadamente aparece cuando se habla de una oscura tribu
africana, resulta totalmente injustificado. Los dogon han sido
expuestos a la 'civilización' occidental desde finales del siglo XIX
y es muy probable que un pueblo que, como el suyo, vive a lo largo de
importantes rutas de viaje y de comercio haya entrado en contacto con
europeos en numerosas ocasiones. De hecho, durante décadas, sus niños
asistieron a una escuela local fundada por los franceses y recibieron
educación universitaria en otra parte. La gente no tendría problema
alguno en incorporar nuevos hechos a su religión y cosmogonía.
¿Pero los dogon realmente daban por sentado la existencia de Sirio B
y estaban realmente enterados de su órbita de 50 años? Si
desarrollaron la idea de una pequeña y densa 'estrella compañera' y
determinaron la duración de su órbita, esto debe atribuirse a una
capacidad científica superior, a poderes psíquicos, a la asistencia
extraterrestre o a la buena fortuna.
Hagamos referencia al libro de Temple. Uno de sus grandes
descubrimientos es una imagen de arena hecha por los dogon para
explicar sus reivindicaciones. La órbita presenta una forma general
elíptica y dentro de esa curva se encuentran dos signos que
supuestamente representan Sirio A y Sirio B. Pero cuando consultamos
una fuente original -en este caso un estudio de los antropólogos
franceses Griaule y Dieterlen- encontramos un diagrama algo más
complejo que contiene nueve signos. Ninguno de los nueve descansa
sobre la circunferencia de la curva, tal como lo requeriría un
diagrama orbital adecuadamente trazado, sino que se encuentran dentro
de la elipse. ¿Y qué hay que decir de esa supuesta elipse?  Predomina
la forma de huevo y, en efecto, los dos científicos franceses nos
dicen que los dogon la describen como 'el huevo del mundo' y no como
una órbita. Frecuentemente representan objetos míticos dentro de esa
forma de huevo.
El diagrama de los dogon es indiscutiblemente simbólico por
naturaleza; de ninguna manera puede representar una realidad
astronómica. Un símbolo representa una tercera estrella (el 'sol de
las mujeres') y otro la 'estrella de las mujeres', que supuestamente
orbita alrededor de la tercera estrella. 'Sol' y 'estrella' se
refieren a distintas entidades, ya que los dogon, a pesar de su
supuesto contacto con los extraterrestres, no parecen saber que los
términos se refieren a lo mismo.
La fe que tenían los dogon en las personas que los visitaron debe
haberse difuminado al darse cuenta de que esa gente no conocía ni la
duración de su 'año estelar', para decirlo de algún modo. En efecto,
los dogon afirman que es de sesenta años y no de cincuenta. Uno
pensaría que unos viajeros que dominaban la astronáutica y eran
capaces de viajar millones y millones de kilómetros para aterrizar
sobre la Tierra se mostrarían más precisos.
Resulta muy dudoso que los dogon tuvieran realmente antiguas leyendas
que incluyesen un conocimiento sofisticado de las órbitas estelares.
Aun si las tuvieran, no sabemos si obtuvieron dicha información de
visitantes provenientes del espacio exterior. Existen muchos otros
medios por los que la información acerca del doble sistema de
estrellas de Sirio pudo haber caído en sus manos. El resto de su
cosmogonía sólo puede explicarse por los medios utilizados por
Temple: ignorándolas como algo inconveniente y extraño.
Me hubiera gustado creer que los dogon conocían las maravillas
astronómicas que estaban más allá de su propia capacidad para
determinarlas. ¡Qué maravillosa historia para contarla alrededor de
la hoguera! Pero simplemente eso.

Saludos, Carlos Ungil