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[escepticos] Feromonas y poligamia
[Teresa]
> Veo que no se menciona nada sobre las relaciones de poder que se
establecen entre grupos o sexos y que creo aportan mas luz
> que el imposible debate sobre lo que es instintivo o no.
[Elisenda]
Supongo que se debe a la mayoria absoluta de hombres que hay en la
lista.
[Mercader]
Perdonad que salte en este punto. No puedo evitar percibir en estas
frases una reacción de índole parecida al machismo, sólo que en sentido
contrario y con la misma o mayor fuerza.
No me importaría admitir que los roces entre hombres y mujeres estén,
principalmente, originados en las relaciones de poder si no fuera
porque estas relaciones de dominador - dominado se dan también en otros
contextos y no sólo entre distintos sexos.
Creo que esta referencia recurrente a la dominación (en vuestros
mensajes no se ha escrito expresamente esa palabra pero se advierte
entre líneas) es una explicación demasiado fácil, más propia de
colectivos feministas radicales y que olvida numerosos factores.
Yo creo que todo se podría resumir en el temor de buena parte de
mujeres -muchas de ellas con notabilísimo bagaje cultural- a admitir
que las evidentes diferencias de los sexos no se deben únicamente a
factores culturales sino también a un distinto diseño biológico. ¿Por
qué, si vuestro "hardware" es bien distinto al nuestro no va a ser
también distinto vuestro "software"?. El error está -entre nosotros y
entre vosotras- en asociar inconscientemente a esas diferencias una
valoración cualitativa. Sé que no es fácil abandonar la sensación de
que casi siempre que se habla de diferencias se está uno refiriendo a
que los unos son "mejores" que las otras o viceversa. ¿Por qué esa
resistencia a admitir de una vez que somos complementarios antes que
iguales?
Habreis leído otras veces que he hecho alguna observación acerca de las
diferencias que aprecio entre sexos en el desarrollo de mi trabajo.
Cómo he ido constatando las evidencias de cómo las mujeres presentan
mayores dificultades en la percepción espacial y en su relación con el
mundo físico y cómo, por el contrario, aventajan a los hombres en la
mayor minuciosidad y facilidad para memorizar secuencias de
operaciones, lo cual, sumado a una conducción menos agresiva, se
traduce finalmente en lo que más importa: Su menor implicación en los
accidentes de tráfico. Se puede resumir con una sola frase: conducen de
manera DISTINTA.
Hoy me he tropezado por enésima vez con un dato que expongo aquí para
que tengan la bondad de interpretarlo los expertos de la Lista.
Hoy examiné a un homosexual. Al menos, lo evidenciaba por sus gestos y
su acento nada disimulado. Cuando llegó a la maniobra en que, en un
noventa por ciento, suelen fallar las aspirantes de sexo femenino
¡falló! ¡También se equivocó al girar el volante cuando tuvo que hacer
marcha atrás!
Sólo me lo puedo explicar admitiendo que en su estructura cerebral
existe la misma conexión o serie de ellas que le asimila a una mujer en
su relación con el entorno espacial. No puede haberlo aprendido
culturalmente como puede haber aprendido unos gestos o un
comportamiento social. Tiene que haber una disposición especial -y no
sólo química- que le haya abocado a reaccionar de una manera tan
específica.
Aunque también puede ser que nada de esto sea verdad y que sea producto
de mi visión de Homus Hispánicus tirando a Neanderthal.
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Escribimos para que nos quieran.
Maite Santamaría. Filósofa.
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