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RE: [escepticos] tan pero tan evidente...



[danee] escribió

Yo soy uno de esos "exaltados": sois unos empiristas, los hechos
aislados realmente no valen, es necesario encuadrarlos en una teoría.

Para mí un hecho es, como bien dice el diccionario "algo que sucede".
Ese algo sucederá de forma natural o provocada. En el primer caso a la
observación del hecho la llamamos sencillamente "observación", en el
segundo caso lo llamamos "resultado del experimento". El mérito de
Galileo consistió en demostrar de una vez por todas que todos los
hechos son interpretados a la luz de teorías. Teorías que en muchos
casos están tan enraizadas en lo más profundo de nuestra cultura, que
somos inconscientes de ella. En el caso de la torre la teoría es el
geocentrismo. Nunca somos una pizarra en blanco.

Por éso, para mí lo fundamental de la ciencia no son los hechos, sino
las teorías y su discusión crítica. Los hechos se usan para apoyar o
refutar las teorías, pero sólo la discusión crítica decide si el hecho
es adecuado o no, o si ha sido mal interpretado. Uno no va por ahí
observando o experimentando. Uno hace conjeturas, las estructura en
hipótesis y busca hechos (observacionales o experimentales) que la
apoyen o la refuten. Si no encuentra ninguno que la refute, la somete
a discusión. Aquí se verá si la teoría aguanta la crítica y si los
hechos en los que se apoya son válidos o han sido mal interpretados.

[Pedro J]
Creo que hay otra manera de ver este asunto que va más allá de darle toda la
importancia a la teoría o toda la importancia al hecho. Es cuestión de
niveles. El hecho o la observación tienen un papel realmente fundamental.
Sigamos con el ejemplo del objeto que cae desde una torre. El hecho de que
para el observador este objeto cae con un movimiento rectilíneo es
perfectamente adecuado para el geocentrismo + la física aristotélica. Pero
Galileo pudo reconvertir la significación de este hecho y adecuarlo a su
marco de una Tierra en movimiento + la nueva física gracias a su discusión
del principio de inercia. Por tanto, tenemos un mismo hecho que encaja
dentro de dos modelos del mundo. Lo que cambia son las significaciones que
le damos dentro de un marco teórico u otro. Esto pone a la teoría en un
nivel jerarquico diferente al de los hechos. Desde luego que la ciencia no
tiene sentido como una amalgama de hechos sin relación alguna. La
importancia de la teoría es obvia. Pero creo que la clave está en la
interacción apropiada de ambos niveles: el de los hechos y el de los
significados.


[Daneel]

El que va buscando hechos y en torno a ellos construye teorías de
forma secundaria cae en el error, en mi opinión.

[Pedro J]

Estás diciendo entonces que la biología tradicionalmente no ha sido una
ciencia, puesto que en biología las teorías están en un marco secudario (si
exceptuamos la teoría de la evolución, importante excepción por cierto). No
creo que sea así. En física, el nivel teórico es probablemente más
importante que el de los hechos, porque la física se ha enfrentado siempre a
fenómenos que se han dejado domesticar por la matematización. Pero en cuanto
el conjunto de hechos se vuelve indomesticable ante la matematización, como
en biología, las amalgamas teóricas se convierten en intentos provisionales
de explicación, pero lo que dicen los hechos u observaciones concretas es lo
que sigue dominando. Por ejemplo, a pesar de que no existe ningún marco
teórico satisfactorio para la dinámica del sistema inmunitario, no deja de
ser importante que uno estudie el papel de determinada proteína en la
estructura de un determinado anticuerpo. Podemos considerar así que nuestro
conocimiento del funcionamiento del sistema inmunitario es más un conjunto
de hechos que una teoría, y no creo que esto carezca de valor.
    En cuanto a lo de los hechos revestidos de significado teórico, del que
siempre hacen uso los popperianos creo que es una observación elemental.
Aquí es donde empieza a aparecer la visión que cada uno tiene de lo que
tiene la ciencia que decir sobre "la realidad" objetiva, cualquier cosa que
esto pudiera significar. Uno se puede aliar a lo que no creen que exista esa
"realidad objetiva" o a los que sí, pero que es inaccesible, etc. Pero
siempre hay un hecho que aunque obvio, nunca es lo suficientemente señalado.
La buena ciencia es predictiva y a veces hasta útil. Por eso el método
científico no es más que una amalgama de todo lo mismo que envuelve a
cualquier empresa humana, incluída la pseudociencia. Pero la diferencia, si
uno se lee un artículo técnico es que uno suele señalar de dónde parte y a
dónde llega. El cómo es obviado (o en el mejor de los casos, relatado como
un proceso metódico y lógico que en realidad no se ha seguido), puesto que
el método seguido en realidad da igual. Sólo se pide que el resultado se
pueda incorporar a un conjunto que siga siendo esa cosa predictiva y a veces
útil de la que hablaba. Por eso, quien halla participado del juego de la
ciencia siempre encuentra un poco ingenuos todos los intentos que se hacen
de aclarar eso que llamamos el método científico. Reconozco que no he leído
mucha filosofía, es más, no me interesa demasiado lo que los filósofos
tienen que decir habitualmente sobre la ciencia. Generalmente creo que a
Galileo se le exprime demasiado desde todos los bandos filosóficos. La
revolución científica ha sido el hecho histórico sobre el que más se ha
escrito. Y de los ejemplos que allí se dieron se han sacado infinitas
conclusiones. Pero todo el mundo sabe que la situación no fue tan simple,
que la historia es más compleja de lo que uno tiende a pensar. El sistema
Ptolemaico era una teoría útil y bien refinada. Es sistema copernicanos
terminaría siendo más sencillos e igual de útil, aunque al principio no era
tan obvia la cuestión. Desde el punto de vista del siglo XX, los dos
sistemas son esencialmente equivalentes (sólo es cuestión de puntos de
vistas del observador). Y es más, ninguno estaba básicamente equivocado. Por
tanto, el establisment de la época defendía la utilidad del sistema, y las
pruebas observacionales (en aquella épocas las de sentido común y las
observaciones a ojo desnudo); lo mejor que pudo hacer. Galileo no tenía
mucho que ofrecer al principio. Su visión se fue consolidando posteriormente
por razones de sobra conocidas, pero podía haber estado equivocado. Nunca he
visto qué diferencia esencial hay entre todo esto y lo que sucede hoy en
día, lo que sucedió en los años veinte y lo que ha sucedido en varias
ocasiones más. Hay innumerables galileos como los de la denominada tercera
cultura estadounidense (los Gould, Gell-Mann, Penrose, Margulis, Kauffman,
etc). Ellos tienen un conjunto de ideas atractivas en lo diferentes campos
que van por una corriente distinta de lo habitual en la actualidad. Algunos
estarán en lo cierto, y otros equivocados, pero la historia es la misma.
¿Que intento señalar con todo este rollazo?. Pues que todos los puntos de
vista positivista, falsasionista, kantiano y demás de la ciencia son
concepciones muy estrechas del asunto. Hay un poco de todo y muchas cosas
más. Ya sé que no es decir mucho, pero es que no creo que haya mucho más que
decir sobre la ciencia. Y es más, para la labor del día a día de la ciencia
no hace falta decir nada, no hacen falta explicaciones. Lo importante es que
la maquinaria de la ciencia sigue avanzando de forma imparable.

Un saludo
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"Lo importante no es lo que diga, sino lo que quise decir"
 Richard Feynman
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Pedro J. Hernández
pjhdez en post9.tele.dk
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