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Re: [escepticos] Petición de artículo a Luis Rey.
>Hola a todos :-)
>
>Luis, ¿podrías enviar la primera parte del artículo (lo he perdido)? He
>intentado buscarlo en los archivos pero no he podido entrar el el ftp de ULPGC.
>
>Saludos.
>
>
>--
> Mario, León.
> mailto:mariof en mx3.redestb.es
Aquí va de nuevo (en dos emails) Espero no se pierda esta vez.
Luis Rey. Parte 1.
CIENCIA, SEXO Y EVOLUCION: EL DEBATE SOCIOBIOLÓGICO.
El positivismo en las ciencias en general siempre ha tratado de librarse de
prejuicios culturales y sociales... De aquello que pudiera significar ir en
contra de la objetividad "pura e imparcial" y de todo aquello que pudiera
tener un tinte de ideología política.... El acercarse al conocimiento se
tiene que efectuar teóricamente "con la mente abierta de un niño" (Como
diría T. H. Huxley).
La Ciencia debe ser un refugio seguro para la investigación absolutamente
objetiva, creando una mitología en donde los científicos son los
sacrosantos guardianes de la sabiduría.
Tratando de crear un puente entre lo social y lo biológico, la nueva moda
entre los científicos evolucionistas se llama "Sociobiología", o sea: el
análisis de nuestro comportamiento social y cultural visto a traves de la
perspectiva biológica y más especificamente, del Darwinismo.
Después de todo es un hecho que todos somos animales y que hasta muy
recientemente hemos estado sujetos a la Selección Natural como cualquier
otra especie. Nuestra llamada Civilización está dando la vuelta al asunto y
no precisamente para bien, como voy a tratar de demostrar en este artículo.
Todos los prejuicios de la civilizada Sociedad Occidental y nuestro sistema
socio económico patriarcal han estado influenciando demasiado evidentemente
las Ciencias a través de la historia (particularmente los tratados de
ciencias populares, que muchas veces han sido adaptados para lectura de
aceptación general, y especialmente diseñados para no alborotar la
conciencia social establecida) y parece que tales prejuicios no van a
desaparecer sin una larga lucha, oscilando dentro del clima político del
momento.
No debe sorprendernos. Siempre ha sido así. Incluso en interpretaciones de
hipótesis sobre hechos básicos y demostrados como la teoría de Evolución
por Selección Natural de Darwin... El mismo Charles Darwin dejó pasar
veinte años sin publicar sus descubrimientos (hasta que no tuvo más remedio
y las conclusiones simultaneas de
Alfred Russel Wallace lo forzaron a publicar; detalles del drama pueden ser
cotejados en cualquier biografía de Darwin) por miedo a la reacción general
y el ridículo que su persona padecería en manos de la ignorancia
manipulada por los prejuicios religiosos y sociales de la época .
El propósito de este artículo es analizar la evolución del ser humano
tomando las perspectivas tanto biológica como social y sexual, así que
comenzaré por un resumen del conocimiento primatológico básico y
actualizado.
La evidencia aceptada por la generalidad (excluyendo a creacionistas y
otras creencias místico-religiosas, pero este ensayo no trata acerca de
ignorancia y plagas emocionales que desgraciadamente continúan afectando a
la humanidad) consiste en que en el árbol genealógico evolutivo de los
Hominoides, los tres retoños supervivientes más cercanamente emparentados
son el Chimpancé común (Pan troglodytes), el Chimpancé pigmeo o Bonobo (Pan
paniscus) y nosotros (Homo sapiens sapiens).
Por si la similitud de caracteres morfológicos no fueran suficiente para
aclarar las dudas, el análisis Genético Molecular a resuelto cualquier
problema restante. Los estudios de Sibley y Ahlquist, aceptados
universalmente como "verdad absoluta" por todos los estudiosos de la
genética, demuestran rotundamente que los seres humanos compartimos el 98.4
por ciento de nuestro ADN con ambas especies de chimpancés con una muy
pequeña diferencia positiva hacia el Chimpancé pigmeo (alrededor de un
99.2 % de coincidencia en materia genética). Por si fuera poco, y acortando
aun más la distancia, la mayor parte de ese 1 % de diferencia es
considerado como ADN de "desperdicio" lo cual haría que al final la
diferencia real entre un chimpancé y un ser humano fuera de solo un .6%,
geneticamente hablando.
En nuestra propia linea (Hominidae): los Australopitécidos, Homo habilis,
Homo erectus y Homo sapiens neanderthalensis desafortunadamente se han
extinguido. Es muy difícil tratar de imaginarnos su comportamiento y
factores de evolución debido a que solo nos quedan restos fósiles de estas
especies. A los estudios obligatorios del habitat y características
biológicas de nuestros antepasados se puede ahora añadir el estudio
comparativo de los diversos grupos humanos y de los chimpancés para
especular acerca de los posibles caminos evolutivos que nos han llevado a
ser lo que somos y resucitar esos huesos fosilizados de las etapas
"primitivas" e intermedias en nuestro desarrollo.
Observaciones del chimpancé pigmeo en estado salvaje ha clarificado qué tan
similares son a nosotros. Aparte del grado de inteligencia reconocido
tradicionalmente y común a todos los chimpancés y hominoides en general,
sus relaciones sociales son altamente complejas y de una solidaridad
inusual (como chimpancés) entre todos los miembros del clan. Dentro de las
características físicas, el caminar en forma bípeda al menos el 25 por
ciento de su estancia en tierra firme (mucho más que el chimpancé común,
debido a que pasan más tiempo en los árboles lo que les ha generado una
postura mucho más erguida) es un estado que se vislumbra claramente
intermedio entre los chimpancés comunes con su andar cuadrúpedo sobre los
nudillos de la mano (donde el bipedalismo es muy excepcional ) y los
Homínidos, bípedos obligatorios. Ultimos descubrimientos en fósiles de
homínidos primitivos con sus huesos de la mano aún ligeramente curvos para
mejor balancearse en las ramas y una construcción de pies donde el dedo
gordo era extendible para mejor agarrarse de tales, sitúan el desarrollo
del bipedalismo más ligado al arborealismo, desbancando las teorías
tradicionales del desarrollo bípedo en la sabana Africana.
Es también evidente que tienen menos densidad de pelo corporal que el
chimpancé común... Todo esto se asocia al factor que nos une aún más como
especies: ¡Ellos también están locos por el Sexo!
El sexo en la sociedad Bonobo es la herramienta más poderosa para crear
unión y solidaridad, la más efectiva forma de decir "¡Hola!". Todo el
mundo hace el amor con todo el mundo y cualquier excusa es buena para
juegos sexuales. Hembras con hembras, machos con machos, juveniles con
adultos... Lo que sea y como sea.
Aunque las hembras continuan teniendo períodos definidos de estro (o
recepción sexual), dichos períodos son mucho más frecuentes que en los
otros chimpancés y la interacción sexual es abierta, muy frecuente e
incluso llega a efectuarse durante los susodichos.
Encuentros violentos y peleas son disminuídos y menos evidentes que en el
chimpancé común. El cuidado de las crías es también mucho más una cuestion
social distribuída entre todos los miembros de la tribu (incluyendo el
hecho de que a veces las mismas crías "eligen" a su madre o madres) y
huérfanos pueden sobrevivir bajo cargo de la tribu (algo único en las
sociedades primates no-humanas).
El consenso general es que hay tantas similitudes con nosotros que es muy
tentador el reconocer su comportamiento como algo parecido a nuestro
hipotético estado primordial o "precultural" (en el sentido humano) y que
su observación es el mejor material que tenemos a mano para estudiar
nuestros orígenes y como nos desprendimos de la linea evolutiva de los
chimpancés en general, sin dejar de ser uno de ellos.
No confundamos y pensemos que debido a que somos tan similares, los humanos
somos una especie "descendiente" de los Bonobos... De ninguna manera. Solo
estoy enfatizando un comportamiento primate muy cercano a nuestra propia
rama en nuestro árbol evolutivo y que ocurre en un habitat tan similar al
que tenían nuestros ancestros que algunas hipotéticas conclusiones pueden
obtenerse de ello, especialmente en lo que se refiere a la sexualidad y al
sentido de sociabilidad. Ese "apoyo mutuo" que se nota entre los miembros
de la tribu... Puede parecer paradójico hablar de ello como característica
"humanoide" si lo comparamos con la humanidad actualmente, pero sus raices
están ahí . ¡Sí... Somos capaces de ser como los Bonobos!
Nuestra evolución nos ha llevado un paso más allá. Nos hemos convertido en
un "despliegue" sexual permanente. La hembra humana ya no tiene etapa de
estro; sus períodos de ovulación se han escondido y son receptivas
sexualmente en cualquier momento de su ciclo.
Creo que el hecho de que el sexo femenino humano tenga el estado de
"ovulación oculto" es más un factor de atracción sexual constante que un
freno. Lo que consecuentemente nos lleva más a una economía sexual
originalmente plural o compartida, que a una economía sexual estrictamente
monogámica. Una hembra que es sexualmente atractiva constantemente no está
diseñada por la naturaleza para ser atractiva a solo un compañero, sino a
tantos como ella elija, de acuerdo a su propia estrategia.
Por añadidura, al hecho de que en lugar de que los genitales adquieran un
tono rosa brillante o se inflamen en períodos de estro (como en los
chimpancés) la evolución ha convertido el cuerpo de la mujer en un
despliegue sexual permanente. Las hembras humanas son los únicos primates
que tienen los senos permanentemente henchidos y el trasero redondeado,
diferenciándose notablemente y permanentemente en su anatomía con respecto
a los machos. La diferencia en tamaño a pasado a ser superflua.
En los machos, es obvio que los humanos son los simios que tienen el pene
proporcionalmente de mayor tamaño, algo que siempre ha intrigado a
científicos evolucionistas... No tanto un misterio si consideramos también
al pene como un órgano de despliegue para miembros femeninos o masculinos
de la tribu.
El poderoso despliegue sexual de ambos sexos ha sido aún más fortalecido
por el cambio hacia la permanente postura erecta y bípeda, desarrollada
primero en los Australopitécidos y después en la linea Homo. Es también
posible que este despliegue fuera generado por la misma postura erecta. La
forma de cópula ventral fue prevaleciendo como un contacto corporal más
placentero (esta es la forma normal de "cópula" hembra con hembra del
bonobo, uno de los descubrimientos que ha significado el golpe más
definitivo a los teóricos del "sexo para reproducción solamente"...).
Es muy claro que el sexo es utilizado primordialmente como forma de
socializar. Dos hembras copulando no pueden estar "pensando" en la absoluta
prioridad inmediata de expandir su material genético a través de la
reproducción, incluso aunque su nivel de socialización y de hacer alianzas
repercuta en ultima instancia para un mejor exito en cuestión
reproductiva). Las relaciones sexuales son, dentro de los antropoides y
humanos, un medio social indirecto encaminado a una finalidad evidente,
tanto orgánica como genética. Pero la distancia de ese camino entre el
principio (placer - liberar energía orgánica - socializar) y la meta final
(reproducción) es suficientemente considerable como para transformarse en
una enorme fuerza creativa que ha afectado nuestros procesos evolutivos en
forma muy definida.
Debido pués a que parece que en nuestros parientes evolutivos hay una
relación entre la frequencia de actividad sexual y la cooperación social
(Un incremento en la actividad sexual como catálisis placentero de
conflictos)...¿Podría haber una relación entre el Sexo y el origen de la
inteligencia?
¿Es posible que la promiscuidad o la serialización de frecuentes,
discriminadas o indiscriminadas relaciones sexuales dentro de un clan
creara la cuna de un avanzado estado en cuanto a uso de imaginación y
raciocinio, como vehiculo para distribuir más material genético y por
consecuencia especiación y selección natural?
A pesar de enormes esfuerzos científicos para tratar de demostrar que somos
una especie monogámica, no hay nada en nuestros genes ni en el
funcionamiento y construcción biológica de nuestro organismo que implique
que seamos monógamos por obligación. Monogamia en los humanos es una
estrategia cultural determinada más que nada por circunstancias
socio-económicas.
Parece obvio que no tenemos una relación de parentesco especificamente
estrecha con los Gibones (Monógamos por decreto genético) o aún menos con
los Álbatros ( ¡A pesar de que ha habido bastantes esfuerzos en compararnos
con ellos!).
Parece sin embargo que la Monogamia (o la Poliginia, es decir varias
hembras para un solo macho) es tomada de hecho como característica
obligatoria de los seres humanos en todos los estudios científicos
evolutivos.
Una interpretación reciente de nuestra historia evolutiva ha sido planteada
por la investigadora Sarah Hrdy. Ella postula que en las sociedades
primitivas, la paternidad exclusiva era menos importante (Lo mismo que en
sociedades chimpanzés en la actualidad). A nivel evolutivo el incremento de
actividades sexuales en general culmina con el ocultamiento total del estro
con el objetivo de mantener a los machos interesados, no solamente a nivel
sexual en las hembras sino también en el cuidado y protección de los recien
nacidos y jóvenes. Después de todo, cualquiera podría ser pariente directo
o indirecto, hijo o hija; los lazos sociales aumentan en complejidad (Tal
como la etapa "intermedia" representada por el Chimpancé pigmeo nos podría
demostrar) . Sabemos a través de los estudios de Sarah Hrdy acerca de
antropoides y primates en general, que los machos tienen la tendencia al
infanticidio cuando se encuentran con la cría de una hembra a la cual no
conocen..
También se puede añadir que con semejantes despliegues sexuales, la
competición violenta cedió a una interacción más sutil que demandaba más y
más sofisticación intelectual (Una tendencia típica de los grandes simios)
lo que también explicaría otro tipo de actividades sexuales, más en
conexión con el hecho de fortalecer lazos sociales. Una competencia sutil
puede resultar también en atracción, explicando muy bien en última
instancia el fenómeno de la Homosexualidad como una estrategia social
natural, sin necesidad de utilizar modas deterministas absolutistas, como
la búsqueda de un "Gene Gay".
Mi propuesta es que el sexo generalizado parece haber inventado a ese simio
supremamente inteligente que se conoce por "ser humano".
El problema de la inteligencia es que es una herramienta, justo como la
computadora que estoy usando en este momento, y es una herramienta poco
entendida y de doble filo. Nuestros cerebros son demasiado grandes para
nuestro "bien" (O al menos para nuestras expectativas culturales y como
especie)... Hay demasiadas posibilidades y pre-adaptaciones que pueden
haber sido el producto de la selección natural o bien el producto de una
mutación fortuita, sin utilidad adaptativa inmediata. Una tendencia hacia
el crecimiento cerebral desmedido que empezó justo al comienzo de la rama
de los Primates y que en nosotros a llegado a un apogeo fuera de toda
medida, con ventajas que podrían parecer obvias, pero precariamente fuera
de balance en lo que podríamos llamar el departamento de "despliegue
ilusionario". No precisamente un "monstruo fortuito " hecho por la
naturaleza, pero sí un monstruo fortuito potencialmente creado por nosotros
Luis Rey
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