[escepticos] RE: ARPIOS COBARDES (EL SITIO DE ZARAGOZA) (largo)

["carlitos" <180807@...>]

Hola, hola.

Escribe Ernesto:
> [E] La crítica que más se repitió era que los de ARP se habían negado a
> debatir. Por lo que dices, parece que se aceptó por ambas partes que no
> hubiera debate. ¿Es así?

Primero se organizarón las conferencias magufas.  Buscando por Internet, uno
de los organizadores (el coordinador de las actividades culturales en el
Cerbuna, o algo así, un chico muy majo) encontró la página de ARP y me
envió un mensaje proponiendo organizar a la semana siguiente una conferencia
escéptica.  Este mensaje me lo envió el fin de semana anterior a las
conferencias de Iker y demás, que fueron martes, miercoles y jueves.
Yo reenvié el mensaje a algunos miembros de ARP que se pusieron en
contacto con el colegio mayor y fijaron finalmente dos conferencias para la
semana siguiente, fueron finalmente martes y jueves.
Durante los días en que se celebraron las conferencias magufas la
organización sustituyo los carteles anunciadores por otros donde se avisaba
además de las conferencias escépticas de la semana siguiente, lo que sentó
muy mal a alguno de los conferenciantes.  Claro que cuando negué que se
hubiera huido del debate se me dijo que yo no tenía ni idea.  Y esa fue toda mi
intervención en los turnos de preguntas, no considero que eso sea reventar
nada.

> [E] No hace falta, ya lo decían. Se referían al asunto como "la pelea". Yo
> me puse muy pesado corrigiéndoles: no fue una pelea, sino una serie de
> amenazas. También me puse pesado con lo de las amenazas de ARP al rector, y
> acabaron admitiendo -pero con ironía- que no hubo tales amenazas, sino que
> sencillamente convencieron al rector. No me imagino a Eustoquio Molina
> amenazando a un rector.
> [E] Eso les decía yo, pero eludían el tema, le quitaban importancia, lo
> llamaban "pelea", etc. Creo que fue Iker quien dijo que eso no tenía
> importancia, que lo importante era que los de ARP se habían negado a
> debatir.

Eso de  'la pelea' suena muy bien, pero no creo que sea una manera objetiva
de describirlo.  El único momento en que levante la voz fue para decir que no
me pusieran la mano encima, por lo demás no era yo el que gritaba ni
bloqueaba el camino de nadie.

En esta esquina, con 58 kilos de peso, Carlos 'el arpío' Ungil