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[escepticos] RE: Brutalidad.



[Mercader] De ahí la explosión cultural -yo no le quito
importancia, que conste- que, en medio millón de años tenía que
superponerse a una herencia que ya duraba TRES MIL MILLONES DE AÑOS
desde que la primera ameba emitió un pseudópodo hacia aquello tan rico
que olía a huevo frito.
Pero medio millón de años, insisto, es muy poco tiempo para colocar poco
más que un barniz en la cáscara de los seres vivos.

[Ernesto] La evolución del comportamiento no consiste necesariamente en
añadir finas capas de cebolla que "reprimen" o "canalizan" todo el instinto
anteriormente acumulado. Eso es un tópico. No hay nada en la
teoría de la evolución que obligue a los seres vivos a hacer más complejos
sus sistemas nerviosos mediante este mecanismo. La recapitulación de
Haeckel ya no es creíble, y la teoría del cerebro-cebolla me parece que
tampoco.
La "etología popular" (llamada así pues es la que mejor se ha divulgado
entre la gente),  suele hablar de homínidos que acumulan instintos
específicos "de cazador" sin eliminar los antiguos "propios de los
primates" ¿? Cuando surge la explosión cultural, ésta se superpondría, como
dices, a todo un bagaje de instintos, que seguirían determinando de forma
"oculta" nuestra conducta a pesar de que se puedan "redireccionar" en
parte.  Es interesante el gran parecido de esta interpretación con
las teorías freudianas.
Las cosas no son necesariamente así. En primer lugar, los instintos se
pueden modificar. No necesariamente aparece un nuevo instinto que se
superpone al otro, produciéndose una acumulación, sino que el antiguo puede
transformarse en en el nuevo y sustituirlo. La etología popular tiene una
fuerte tendencia a
pensar en los instintos como caracteres de lenta evolución, conservadores,
persistentes, etc., a pesar de que no hay ejemplos en la naturaleza que
apoyen esto. Un instinto puede ser tan variable evolutivamente como la
forma del pico. En segundo lugar, los instintos se pueden perder, igual que
se pierde un miembro o el pelo durante la evolución. La neotenia, el
proceso que ha hecho que nos parezcamos a crías de mono más que a adultos
de mono, es un posible mecanismo destructor de instintos.

Supongamos que nuestros antepasados simios tenían una serie de instintos
"de simio" (sea lo que sea eso). Cuando evolucionan hacia
nosotros, pueden mantenerlos subyacentes, pueden cambiarlos, o pueden
eliminarlos. Las tres posibilidades deberían contemplarse. La etología
popular
solo contempla la primera.
Ahora imaginemos que nuestros antepasados homínidos tenían una serie de
instintos "de homínido" (relacionados por ejemplo con la jerarquía de la
tribu, la caza, etc.). Si suponemos que el lenguaje es "otro instinto"
(Chomsky lo cree, y Gould también), que habría empezado a evolucionar hace
unos 500.000 años, también podemos suponer que a partir de ese tiempo
pueden haber cambiado muchas otras cosas. La etología popular no admite
cambio alguno: todo permanece igual, salvo una pequeña capa de cebolla que
se añade. Bien, podemos ser favorables o no a estas posturas, pero hay que
tener en cuenta que hay otras alternativas, quizá incluso bastante más
razonables.


[Mercader]
Yo he planteado exactamente esto, hace tres o cuatro dias, como uno de
los posibles ingredientes de la pederastia, pero no he merecido vuestra
atención. :'-(    ¡Ingratos!

[Ernesto]
Pues creo que en parte puse lo de Gould por tu mensaje. Asociación de
ideas, vaya.
De todas maneras no he podido participar todo lo que me habría gustado. Y
ahora me voy unos días.

Ernesto J. C.
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