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[escepticos] agno 2000 y TEOTWAWKI
Una aportacion mas al año 2000.
Saludos
TEOTWAWKI
Salvador Giner
Sólo falta una año para que llegue Teowtwawki, el cataclismo
informático cuyas imprevisibles repercusiones afectarán nuestras
vidas de modo bien poco agradable. A las 0 horas del 31 de diciembre
del año 2000, cuando muchos de ustedes estén celebrando la
arbitraria llegada del milenio, Teotwawki aparecerá con precisión
implacable. Y no lo hará sin aviso, porque hace ya tiempo que
sabemos de su llegada. Al fin y al cabo este Godzilla, este
Leviatán, esta Bestia Apocalíptica, no es como las otras. La hemos
manufacturado los seres humanos, le hemos dado una fecha y hora de
llegada y le hemos conferido poderes destructivos sin cuento,
literalmente sin cuento, puesto que desconocemos el alcance de los
daños que va a provocar. Lo hemos hecho a sabiendas de lo que
hacíamos. Su germen se halla clonado por doquier en nuestras
computadoras y aparatos informáticos, de los que hemos logrado
depender todos. Bancos, lineas aéreas, modestos ordenadores
portátiles independientes de la red, sistemas telefónicos, archivos
de hospitales, centrales de control fiscal, y una miríada más de
ingenios, entrarán en barrena y se congelerán. Como es sabido
resulta que estos ingenios contadores no saben contar y que el salto
del doble dígito 99 al 00, no indicará el año 2000. Convino a
algunos, para ahorrar gastos a corto plazo, poner sólo dos cifras.
Algunos ingenieros avisaron de los riesgos, ya en los años 60, pero
el primer usuario gigante, el Pentágono, prefirió ignorarlo. Todo
parece indicar que los esfuerzos frenéticos que se están realizando
para subsanar el desaguisado no van a llegar a tiempo ni a cubrir
más que a un número muy limitado de aparatos.
Que no cunda el
pánico, por favor, pues abundan los remedios. Para empezar, pueden
ustedes ponerse a leer en clave de humor los varios tratados
optimistas sobre la llamada "sociedad de la información", y verán
que bien se lo pasan contemplando la estupidez profunda de sus
autores mientras se aproxima la fecha fatídica. También pueden
plantar a tiempo coles, acelgas y patatas, puesto que la agricultura
informatizada, controlada por chips y computadoras va a fallar y la
agroindustria con ella. Váyanse preparando a ir más a pie y menos en
automóvil -la distribución de combustible está informatizada, y
sufrirá un fuerte revés- con lo cual aumentará su salud. Y tomen
trenes lentos y antiguos, puesto que los de velocidad alta ya no
saldrán a partir del 1 de enero del 2000. Y así sucesivamente. Vida
sana, independiente, austera y, por fín -qué suerte- sin televisión.
No todo iba a ser dañino. No seamos agoreros.
Vivimos en la era de
la incertidumbre. No sabemos si habrá dinero para pagar las
pensiones en nuestra vejez, si el paro bajará de una vez y en serio,
si controlaremos o no el crecimiento de la capa de ozono, si
decrecerá la pobreza en el mundo. (Al paso que vamos, más bien no).
Tampoco sabemos qué nuevos desastres y guerras nos acechan. Pero
sabemos una cosa: al llegar el 2000 el progreso técnico se fulminará
a sí mismo. Se practicará el harakiri, se autofagocitará. Y ello en
medio del jolgorio general por una fecha completamente inventada.
(Ya saben ustedes que el Fundador del la religión mediante la cual
algunos contamos la historia nació unos cuantos años antes de la
fecha que se le atribuye, es decir antes de sí mismo, lo cual, dicho
sea sin irreverencia alguna, no es poco milagro).
Los
aficionados al humor negro pueden encontrar datos sobre todo este
engorroso asunto, puestos al día (qué digo al día, al minuto), en
http://www.teotwawki.com. Teotwawki no es una palabra urdu, ni
vascuence, ni azerbaijana, sino el acrónimo de the end of the world
as we know it, es decir, "el fin del mundo tal cual" o "tal cual lo
conocemos", en inglés. Si tienen la bondad de consultar las señas
(eso sí, antes de que sus computadoras se estropeen merced al Bicho
Milenio, o al A2K, como también se llama al evento) verán que la
información suministrada no es para neurasténicos ni arbitristas,
sino que reúne a sesudos expertos, responsables estadistas y serios
periodistas. Lo digo por si a algún amable lector se le ocurre
pensar que este humilde artículo es una inocentada.
Hay quien tiene
tal fe en la técnica, y sobre todo en la obsesión de muchos por
ganar dinero a espuertas, que asegura que pronto nos venderán unos
diskettes para arreglar el Bicho Milenio, y evitar así los zarpazos
TEOTWAWKI. De momento, señales de ello no hay. Los gastos e
inversiones del arreglo van a ser superiores a los de la recesión
-que durará entre uno y tres años, y será más potente que la de
1973- y eso frena el desarrollo del contraataque. Ojalá nos
equivoquemos quienes no percibimos suficiente consciencia de lo que
se echa encima. Porque sus efectos no serán solamente directos, en
términos de cosas que no funcionen, sino también indirectos. Es
probable que se genere un aumento de la delincuencia -las policías e
Interpol dependen de archivos vulnerables al Bicho. El sensacional
desbarajuste administrativo potenciará no poca confusión mental y
mayor incertidumbre. Ésta fomentará la inclinación de las gentes a
aferrarse a alguna ideología simplista y mágica.
No digo que
volveremos al oscurantismo. Ya estamos en él. Prueba de ello es que
sabíamos lo que iba a pasar y, sin embargo, le pusimos sólo dos
dígitos al año 2000. Como si tal cosa. Feliz Año Nuevo, esperando a
TEOTWAWKI. Salvador Giner
Salvador Giner es catedrático de sociología en la UB
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T. Glez
"Right Error!"
------Crazy error message on Human Systems--------
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