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Re: [escepticos] Del dolor y el sistema sanitario



"Adela G. Espelta" wrote:


> Ahora hablamos un poco los usuarios del sistema publico de salud, haciendo

> En definitiva, creo que sois los medicos quienes teneis la pelota en el
> tejado, pues no se puede pedir al paciente que de informacion sobre la

> P.D. No te ofendas Julio y el resto de profesionales de la salud si
> hablamos asi, es dolor no curado a nuestro alrededor, y mala sangre
> acumulada también, por el sistema de sanidad actual y por el alternativo
> que se nos viene encima, mas madera...

Para mí que estás mezclando tres temas diferentes:
(1) La medicina y pseudomedicina en cuanto a su eficacia respectiva.
(2) La práctica de la medicina (los médicos y su actuación en la consulta).
(3) El sistema sanitario público español.

Elisenda se quejaba (y creo que con razón en muchos casos, con ninguna en
otros, depende del médico, claro) de algo que afecta al punto (2): "Los médicos
prestáis poca atención al dolor del paciente". No tiene que ver con el (3) -se
refería, supongo, tanto a los médicos privados como a los públicos-, y tal vez
tenga que ver con el (1) como contraposición (los pseudomédicos se ocupan más
de los aspectos personales del paciente).

Creo que conviene diferenciar estos tres aspectos, cuando menos, so riesgo de
montar un lío difícilmente desliable. Si el sistema público no cubre
determinadas especialidades o mantiene unas listas de espera del carajo la
vela, es un problema político que poco o nada tiene que ver con la actitud de
los médicos en la consulta o con si las pseudomedicinas son eficaces o no. Si
los médicos en su consulta actúan como burócratas especializados, es un
problema profesional (en lo público puede venir facilitado por una mala gestión
del sistema, evidentemente, pero nunca determinado). Y si las pseudoleches son
eficaces o no, es un problema científico; la evaluación de la eficacia de las
pseudo no la va a resolver la postura personal del médico o del pseudomédico,
ni un sistema de salud mejor gestionado.

Ni que decir tiene que los malos profesionales y el desastre de gestión del
sistema público abonan el aumento de las pseudomedicinas. Pero no aportan un
ápice a la eficacia de éstas. Ni restan nada de su carácter fraudulento y
charlatanesco. El éxito social no aporta credibilidad científica.

En nuestro caso, nos hemos limitado, al menos hasta ahora, a señalar que los
argumentos esgrimidos para introducir las pseudomedicinas en el sistema público
(fundamentalmente su éxito social) son falaces, y que su eficacia no ha sido
demostrada, por lo que tal introducción supone riesgo para la salud además de
ser un derroche de dinero público. Que el argumento científico, en suma,
recomienda no introducir dichas pseudo en el sistema de sanidad pública. Es
decir, nos hemos mantenido dentro del punto (1).

Creo que pretender dar alternativas a los puntos (2) y (3), el comportamiento
técnico profesional y la gestión del sistema, cae hoy por hoy fuera de nuestro
ámbito de acción. Son problemas no científicos (ni pseudocientíficos), sino de
orden profesional y político de considerable complejidad que, en cualquier
caso, requerirían de una discusión mucho más profunda y compleja que la que se
ha desarrollado hasta ahora.

Y todo ello, sin decir que no sea verdad todo lo que han apuntado Dela y
Elisenda, por supuesto, en cuanto a los fallos del sistema y la situación de
indefensión del paciente. De todo ello conozco también, por desgracia.

Saludos

JM