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[escepticos] Un investigador peculiar: el Sr. Hoax.



Todos, creo, hemos visto "Parque Jurásico". Se ha especulado sobre la
posibilidad de volver a la vida esos animales que todos habíamos visto en
nuestras colecciones de cromos de paleontología, cuando íbamos al cole y
nos contaban historias fantásticas sobre magos, gnomos o la Santísima
Trinidad.

De entre todos los animales prehistóricos, uno me llamaba especialmente la
atención: el Pterodáctilo. Pues bien, se ha descubierto recientemente una
historia que, aunque apareció relatada en varios periódicos parisinos de
principios de siglo, sufrió el olvido por parte del gobierno francés
(¿estamos ante un expediente X del país galo?) y que cuenta las andanzas
(¡en pleno siglo XX!) de un ejemplar de tan temible especie. Si este suceso
ha salido a la luz, ha sido gracias a la acción desinteresada de un
británico, John Hoax, que estaba repasando los artículos de los noticiarios
parisinos de la pre-guerra para su tesis doctoral (sobre una pequeña reseña
de esta historia, ver "EL PAIS" 7 de julio del presente año).

El Sr. Hoax, a quien no le agradecermos bastante su contribución en el
esclarecimiento de este caso tan singular, descubrió accidentalmente unos
recortes de prensa que hablaban de unos supuestos ataques realizados por un
extraño animal. Reproduzco el primero y el segundo por su indudable interés
documental:

París, 4 de noviembre de 1911. (recorte de prensa de Le Humanitè que lleva
por título: UN EXTRAÑO INCIDENTE):

"El señor Georges Plot, farmacéutico de la calle Valigirad, declaró haber
sido agredido ayer por un extraño volátil. El animal, tan grande como un
perro al decir del farmacéutico, le había atacado en el momento en que
bajaba la puerta metálica de su establecimiento. Se trata de un extraño
incidente que nos veríamos tentados de adjudicar a un exceso de bebidas
alcoholicas si el Sr. Plot no hubiera tenido profundas marcas de arañazos
en la cara".

París, 6 de novimebre de 1911 (recorte de prensa de Le Matin que lleva por
título: UN TAXI ATACADO POR UN PTERODÁCTILO. ¡DOS MUERTOS!).

"A las 23 h 30 de la noche de ayer, en el momento en que entraba en el
puente Change, un taxi conducido por el Sr. Armand, llevando a dos
pasajeros a bordo: el Sr. Troupaquet, oficial de reserva, y Boissieux,
profesor de la Sorbonne, fue atacado por un monstruo volátil salido del
fondo de los tiempos. La agresiva béstia  se lanzó como un ave rapaz sobre
el taxi haciendo que el chófer perdiera el control de su vehículo, el que
franqueo la balaustrada del puente y cayó al Sena. El Sr. Troupaquet y el
chófer fueron arrastrados por el automóvil. Sólo el profesor  Boissieux
pudo escapar a la muete y logró nadar hasta ganar el muelle en donde fue
socorrido. El profesor afirma haber identificado el animal, ¡se trata  de
un pterodáctilo! los pterodáctilos se extinguieron  durante el Cretáceo. Es
obvio afirmar que esta afirmación, proviniendo de un hombre de letras, pide
ser acogida con la mayor perplejidad. Evidentemente, el objetivo de estas
líneas no es poner en duda las palabras del profesor Boissieux, pero éstas,
despiertan sorpresa. Científicamente, la reaparición de estos animales
desaparecidos hace tanto tiempo es absolutamente imposible y ninguna tesis
podría  sostener el retorno de esta especie prehistórica".

El Sr. Hoax pudo recopilar varios recortes, simpre pequeños por cierto,
donde se relataban algunos ataques o apariciones del supuesto Pterodáctilo,
más o menos hasta el día 20 de ese mes. Le extrañó bastante que no se
hiciera mención ninguna de la resolución de ese misterio (si es que
realmente lo era) en los periódicos de la capital francesa a partir de esa
fecha, así que se dirigió a la Sorbonne donde se entrevistó con el  Sr.
Simón Flageolet, historiador y especialista en prensa franco-británica.
Dijo no saber nada, pero le ofreció toda su ayuda.

A pesar que Flageolet no pudo darle ningún tipo de información, la
casualidad quiso jugar a favor de Hoax. Por aquel entonces estaba invitada
por la Sorbonne  la americana (de origen holandés) Mia Scarecrow. Había
llegado hacía un año y estaba trabajando precisamente en la prensa francesa
de principios de siglo (el trabajo de investigación estaba dirigido por
Flageolet pero quien trabaja de verdad era ella). La Srta. Mia fue la
primera en hablarle de Adèle Blanc-Sec. 

Adèle, prototipo de mujer liberada de los 60 ¡en los primeros años del
1900!, había llegado al mundo posiblemente en 1885 (aunque otras fuentes
que pudo consultar Hoax más tarde sitúan su nacimiento en 1883). Esta
extraordinaria (y bellísima, a juzgar por la única fotografía que se
conserva de ella) mujer se dedicó al periodismo de investigación cuando
prácticamente sus compañeros de profesión hablaban del tiempo, de la pesca
y de las mujeres.

Entre 1912 y 1922 publicó una serie de historias noveladas en un centro
vegetaliano que regentaba un viejo anarquista, el Sr. Leo Malet (aficionado
al espiritismo y también al acohol). En estas historias, Adèle daba a
conocer sucesos que no pudo publicar en los distintos periódicos que había
trabajado. Pues bien, en una de estas historias aparece el extraño suceso
del Pterodáctilo. Parece ser que Adèle tuvo contacto con alguien que
conoció al responsable de que un fósil viviente se paseara por París
durante poco más de 10 días. Este señor era el Sr. Robert Esperandieu,
director adjunto del Museo de Historia Natural del Jardin des Plantes, en
París. El genio que hizo posible la resurección, un tal Boutardieu (en
ningún momento aparece el nombre), un viejo amigo de Robert que vivía en Lyon.

Por aquel entonces (y ahora también, si os acercáis a París id a verlo), el
Museo de Historia Natural tenía una importantísima colección de fósiles,
reconocida en todo el mundo francófono. Una de las piezas más curiosas, un
huevo de Pterodáctilo encontrado cerca del Polo Sur por una expedición
francesa en 1907. 

Según Adèle, Boutardieu había desarrollado un sistema de estimulación de
energía psicométrica (un S.E.E.P) que le permitía alterar el sentido de
giro de los electrones en los átomos de materia orgánica (o con alto
contenido de materia organica, como la espina de una sardina, por poner un
ejemplo). Boutardieu había perfeccionado de tal modo su S.E.E.P que podía
hacer mover un pollo muerto. El Sr. Esperandieu se burlaba de las
excentricidades de su amigo, así que le propuso una apuesta: utilizar el
S.E.E.P en un organismo no desarrollado, o a punto de nacer. Un huevo.
Claro que se lo quiso poner difícil: el huevo fosilizado.

Esa noche de noviembre, Boutardieu puso en práctica su plan y, ¡resucitó!.
Sin embargo había algo que no funcionaba, perdía el control de su "hijo" a
las primeras de cambio, cuando se sentía agotado después de una sesión de
S.E.E.P: ¡el animal seguía vivo y sin control!. Entonces, afloraban a la
luz los instintos asesinos que la sabia naturaleza le había otorgado,
provocando el desconcierto entre los asiduos de la noche parisina.

El final de esta historia está ligado al nombre de Justin de St. Hubert.
Este famoso cazador de elefantes (solía decir que "un elefante tiene sus
colmillos, yo mi rifle con balas explosivas, por lo que la contienda
siempre es justa") fue contratado en secreto por el Ministerio del Interior
para terminar con algo que podría estar provocando problemas de orden
público si continuaba durante mucho tiempo. 

El Sr. Justin preparó una emboscada cerca del Jardin des Plantes, donde las
autoridades creían que había anidado. Finalmente, abatió al animal de un
disparo. El señor Boutardieu fue encontrado muerto en su casa de Lyon
víctima de un ataque al corazón por la mujer de la limpieza. 

La Srta. Mia no daba importancia a las historias de Àdele. Le parecían eso,
sólo historias. Pero ¿y los recortes de periódico? El Sr. Hoax intentó
entrevistarse varias veces con personal del Ministerio del Interior, con
idéntico resultado: nadie sabe nada.... ¿oh sí?

Saludos veraniegos a la corrala.

Òscar.