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RE: [escepticos] Aborto y Pensamiento Unico



Bueno, después de las travesuras del servidor :)), sigamos con el tema del
aborto. Contesto a Ángel Riego después de sus últimas precisiones, esperando
no recibir tropecientas veces su respuesta :))))), que la última me la
aprendí de memoria.

Yo, intentando sintetizar tu postura, te planteaba si quedaba bien recogida
en lo siguiente:
a) Desde el momento mismo de la concepción nos encontramos ante una vida
humana, si bien en una fase muy primaria de su desarrollo. No se trata, por
tanto, de un ser humano "en potencia" sino de un ser humano en acto.

Y tú contestaste:
Cierto, yo a la vida biológica la llamo "en acto", la palabra "en potencia"
no me gusta, parece que se refiere a algo que no existe físicmente.

Pero fíjate Ángel que yo te preguntaba si lo que estaba en potencia era un
ser humano, no una vida biológica sin más, como contestaste, algo que nadie
ha discutido hasta ahora. La pregunta sigue indemne: ¿es el cigoto un ser
humano o no? En cualquier caso asumo que tu contestación es afirmativa. Y
aquí nos encontramos ante un problema de difícil solución, casi una aporía,
porque yo afirmo justo lo contrario y parece que la ciencia no va a venir en
nuestra ayuda, como creo que asumes tú también (en un mensaje tuyo a Manuel
Tamayo escribes: "en este debate no pedimos que se sepa definir al 100% lo
que es un individuo en todos los casos. Bastaría con que se supiera definir
en el caso concreto del embrión, feto o como se llane, en el que también
todos los colisteros hemos dicho que es una cuestión ética, no científica.)

Pues si de ética se trata, vamos a ello. Coincido contigo en que es
fundamental determinar si el aborto destruye a un ser humano o no, porque
ese punto resulta vital para toda ética que quiera poner en su núcleo la
defensa de la vida y los derechos humanos, y yo sostengo una ética así. Por
ello quiero que entiendas que cuando digo que el aborto no destruye a ningún
ser humano también estoy llamando a las cosas por su nombre, sin intentar
ampararme en ningún subterfugio argumentativo, es el punto de vista en el
que creo sinceramente.

 Me alegra que nos dispenses de rebatir tu argumento de "si lo haces no
nace, si no lo haces sí nace", o al menos que reconozcas que hay que
refinarlo, porque, ciertamente, en su refutación podemos llegar a absurdos
condenando conductas moralmente neutras (tú mismo citas una: "si determinado
día hubiera, supongamos, un 100% de posibilidades de embarazo si una pareja
hiciera el acto sexual, se podría decir que "si lo hacen, nace, y si no lo
hacen, no nace", luego el comportamiento casto equivaldría al aborto. Esto
es absurdo, claro"; claro, pero hay bastantes más). Por lo tanto sigamos
adelante.

Para allanar el camino, vamos a dejar claro en lo que sí coincidimos:

a) El aborto destruye vida. Esto es una obviedad, como también la destruye
una histerectomía (la de las células del útero) o una masturbación (que los
espermatozoides, aunque con medio depósito genético, tambíén viven y tienen
su corazoncito).
b) El aborto destruye, por otra parte, cigotos o fetos de la especie humana.
Esto también es evidente, ¿de qué especie si no es el feto? y
c) Podría concluirse válidamente, por tanto, que como el aborto destruye
vida y esta vida es humana, el aborto destruye vida humana. Y esta
conclusión sería también aceptable si no fuese por la anfibología del
término "vida humana", pues parece quererse homologar a "ser humano", siendo
que aquí está precisamente el error conceptual en el que vengo insistiendo;
digamos que esta es "la madre de todas las discrepancias" :))))

Por mi parte sobra entonces la discusión de si el cigoto es un individuo y
de si está vivo o no, pues parto de la base de que sí lo es y lo está.

¿Qué nos queda entonces? Pues determinar nada más y nada menos si con el
aborto estamos acabando con un ser humano, cazi ná; por lo que la primera
tarea habrá de ser determinar qué demonios queremos decir cuando hablamos de
"ser humano"

Resignados a prescindir de la guía del conocimiento científico, lo más
práctico será recurrir en primera instancia a una generalización del
concepto, a una especie de definición de amplio espectro que procure el
máximo de adhesiones. Dejando de lado, si te parece, la concepción de ser
humano como aquella entidad corpórea en donde reside el alma (no creo que
por aquí logremos el máximo de adhesiones, la verdad, al menos no la mía),
propongo la siguiente definición de ser humano, que tiene su versión
"fuerte" y su versión "débil", la fuerte sería: "aquel individuo del que
puede predicarse tanto su pertenencia biológica a una especie (la humana)
como su condición de ser sujeto de derechos". La gama de estos derechos es
sumamente variable, aunque se puede fijar un tronco nuclear de "derechos
básicos" como el de la vida, la integridad física, etc. (ya sé que
Pinochet no estaría muy de acuerdo con esto, pero eso es harina de otro
costal). Esta versión tiene un envés que habrá que aceptar: si no se es
sujeto de derechos, no estamos en presencia de un ser humano. Me apresuro a
anticiparme a ciertas objeciones lógicas: entonces, ¿los negros esclavizados
el siglo pasado no eran seres humanos? ¿Y los judíos en el III Reich? Pues
está claro que no lo eran para el negrero ni para el nazi (o no lo eran
"tanto") y sí para los que sostenían una moralidad distinta, como todos
nosotros. Ya, ya, pero "objetivamente" esos negros o judíos ¿eran seres
humanos o no? Mucho me temo que no hay respuesta: nos movemos en un terreno
donde la objetividad es una quimera, no existe. Con el término "ser
humano" no sólo hacemos referencia a una entidad biológica, sino, además, a
una entidad social, inserta en una cultura y en un determinado momento
histórico. En cualquier caso, podríamos acotar el tema diciendo que todo
individuo de la especie humana que pueda vivir fuera del seno materno es ya,
de por sí, sujeto de derechos (opción "débil"). De esta forma
circunscribimos el problema solamente al aborto y de paso nos evitamos el
mal trago de tener que aceptar, aunque sólo sea teóricamente, que alguien
pueda negarle su calidad de ser humano a otro por la vía de negar sus
derechos básicos. La definición de "ser humano" según esta opción podría
quedar así: "aquel individuo con capacidad de vida independiente del que
puede predicarse su pertenencia biológica a la especie humana, siendo por
tal motivo sujeto de derechos". Ya sé que esta definición deja fuera de
rango al feto, así que si lo prefieres puedes usar la primera, que tiene los
peligros ya comentados, para llegar a donde quiero llegar da lo mismo.

Si alguna de las dos propuestas se acepta, queda claro por un lado que
"individuo
perteneciente a la especie humana" lo es tanto el cigoto, el feto, el
adolescente o incluso el mismo Héctor (es broma, Héctor, no te ofendas :)))
Pero la cosa cambia cuando pasamos a eso de "sujeto de derechos", y aquí
hablaríamos sólo del feto "para abajo" :)). En este punto se puede pensar a)
que los tales derechos provienen de la esfera del Derecho Natural, es decir,
de una fuente externa y superior al derecho positivo de cada pueblo, o b)
que esos mismos derechos son los que otros seres humanos le otorgan como
fruto de una convención social concretada en
las leyes; vamos, que los derechos son productos de la gente para la gente.

Los que defienden a) postulan la existencia de leyes trascendentales,
dictadas por un ser superior (y no hablo por supuesto de los diez
mandamientos), que no pueden ser ignoradas bajo ningún concepto (el derecho
a la vida, entre otros). En cambio, los que defienden b) se ciñen al
consenso entre los hombres como forma de legitimación del derecho, pues
refleja su apreciación ética de las cosas; sin renunciar, claro está, al
establecimiento de derechos de validez universal por esta misma vía (la
declaración de los derechos del hombre, p. ej.). Ambas posturas, en el tema
del aborto, me temo que son irreconciliables, pues para los de a) el aborto
debe perseguirse siempre como una transgresión a la ley natural, que no
admite componendas; pero para los de b) el aborto será o no perseguible
dependiendo de dónde ponga la sociedad el límite para establecer los
derechos del nasciturus (viabilidad extracorpórea, desarrollo del S.N.C.,
momento de la concepción, etc), que es tanto como decir a partir de cuándo
le considera un ser humano.

Ocioso es decir, por supuesto, que los postulados de uno y otro grupo pueden
coincidir -y de hecho lo hacen- en múltiples ocasiones, pero esto ni añade
ni quita nada al problema de la distinta legitimación de sus postulados: la
ley natural o ley divina por un lado, y la ley social por el otro.

Pues bien, el centro de mi argumento es este: detrás de las posturas pro y
antiabortistas laten dos concepciones del mundo y del ser humano
radicalmente opuestas que no admiten conciliación. La una, la opción a)
basada en el Derecho Natural, trascendente y eterno en tanto que precepto
divino, que asigna valores intrínsecos e inatacables a la persona por el
mero hecho de serlo, y la otra, la b) basada en la idea de que el Derecho es
un constructo humano de carácter evolutivo, que refleja más o menos
acertadamente lo moralmente válido para una comunidad en un determinado
momento histórico.

Si miramos el problema más de cerca, nos percataremos de que en realidad el
debate Derecho Natural vs Derecho Positivo es una arista más del clásico
enfrentamiento entre el sentimiento religioso (trascendental si quieren) y
el laico (humanista o materialista, como prefieran), de forma que, subiendo
un peldaño, el debate sobre el aborto se revela ahora como la traslación a
este ámbito del problema de la existencia de dios. Ojú, que diría el otro.

Y como de eso se trata, y dando también por sentada la (casi segura)
imposibilidad de llegar a acuerdos mediante la argumentación racional ya que
no se enfrentan raciocinios sino sistemas éticos y convencimientos morales,
declaro solemnemente :)) que para este que suscribe el individuo viviente
expulsado en un aborto no es un ser humano, por mucho que sí sea -o haya
sido- un feto
vivo de la especie humana, puesto que sólo en etapas muy avanzadas de la
gestación, cuando ya podría ser capaz de sobrevivir por sí mismo fuera del
seno materno, considero que comienza a ser un sujeto de derechos. De ahí que
el abortar o no sea, como decía en un mensaje anterior, un problema moral de
la madre que sólo a ella concierne, pues no resultan seres humanos
perjudicados por su decisión.

Esperando la pertinente reprimenda por la extensión del mensaje, que, por
otro lado, me tendría merecida, se despide atentamente este que lo es,

José Alonso

P.D. Anda que como éste se repita setenta veces :DDDD