Re: [escepticos] El despertar de la ciencia

[Héctor Walter Navarro <hwnavarro@...>]

Peter Villanueva Hering dixit:

> una de las cosas que más me sorprenden del gran público de la música
> "culta" es lo bestia, inculto y borrego que es. Le eches lo que le
> eches, se lo come, aplaude y es feliz, se siente culto. Yo he asistido
> a conciertos desastrosos, el recuerdo más reciente uno en que los
> intérpretes estaban desfasados ¡varios compases! Tuvieron que retomar
> el movimiento desde el principio, y se pasaron el resto de la obra
> "patinando", digamos. No importó: todo fueron aplausos, vivas y la
> fanfarria que el público necesita producir. Pero aquello era una mierda
> -y los que no pitamos, estando en el deber moral de hacerlo, unos
> cobardes-. Estas meteduras de pata las he presenciado varias veces -
> algunas hasta las he protagonizado :DDD- y el resultado es siempre el
> mismo: aplausos incondicionales. Siempre me ha sorprendido esto -sobre
> todo en los casos en que hasta las ratas deben de darse cuenta de que
> la soprano no estaba en su sitio-, y he llegado a la conclusión de que
> la mayoría de la gente prefiere irse a casa con la sensación de haber
> vivido una buena velada musical a enfrentarse con la realidad.

    ¿Quién es este Peter Villanueva Hering? Debiera escribir más porque
es de lo más fresco que he encontrado en esta corrala. O no. Basta
que cada tanto escriba algo para renovar el aire que está un poco
cargado últimamente.
    Respecto a lo que dices Peter, cuántas veces nos hemos amargado
cuando vamos a escuchar a los "grandes" y nos encontramos con un
fiasco. Una vez en Rosario fui dispuesto a "adorar" a un gran actor
argentino, Alfredo Alcón, que traía "Las brujas de Salem". Se ve que
por problemas de escenografía directamente no presentaron la escena
en el bosque. Nuestro gran actor no supo meterse en el papel del
protagonista, un puritano que sufría la atracción del pecado de la
carne, y estaba vestido y tenía la apostura de un play boy.
Recuerdo con vergüenza ajena sus pantalones ajustados, jeans
avant la lettre, y una sobreactuación efectista y ramplona a la vez.
Sin embargo el Teatro El Círculo casi se hunde con los aplausos.
Yo protesté, pero mis befas fueron
totalmente tapadas por el entusiasmo popular, que, como sabes,
nunca se equivoca.
    Tuve el privilegio de ver dos veces a Lola Flores, La primera
fue algo mágico. La segunda, veinte años después, triste.
Pero igual hubo aplausos delirantes. Solamente una voz,
y no era yo, que le pidió a Lola casi al final: "Canta algo español,
Lola". Tanto había desbarrado la diva.
    Soy de familia de músicos, tanto populares como cultos. Un tío mío
tuvo más de cincuenta años una orquesta de tango en la Argentina.
Me contaba que una vez un cantor cantó todo un tango en un tono
distinto que el resto de la orquesta. El tipo se agarró tal amargura
que nunca más subió a un escenario. Me pareció algo tan grave que
le pregunté a mi tío cuál fue la reacción del público. Le extrañó la
pregunta. Me contestó que el público tiene un tapón de corcho en
la oreja y que nunca se da cuenta de nada.
A José Alonso:
        Comparto tus dudas de que a Vladimir Ilich se le puedan achacar
los cien millones de muertes producidos durante este siglo en conflictos
donde estuviera implicado el comunismo, porque la segunda guerra
mundial no podemos decir, sería un abuso, que el culpable haya sido
el comunismo y menos aún Vladimir Ilich.
    Lenin tuvo la ventaja de morir al poco tiempo de la Revolución.
Siempre quedará la duda si habría reaccionado a tiempo o se habría
anquilosado al ver el fracaso de sus proyectos. Recordemos que fue
el factotum de la NEP. Tal vez la NEP no habría sido algo transitorio
si él habría seguido con vida. He visto documentales y leído trabajos
donde se lo culpa de haber comenzado métodos perversos de
opresión que Stalin llevó a su máxima expresión. Pero no me han
convencido.
A Enrique Reyes: Utilizas el ejemplo del dos para demostrar que
los números existen. Yo creo que el dos existe tan sólo en la mente
calenturienta de los matemático, lo mismo que dios en la mente
igualmente caldeada de los religiosos. El dos es algo bastante
singular (aunque no sea singular). Hay idiomas, como el croata,
que además del singular y el plural tienen el dual, con toda
una declinación propia, como un gran aporte a la confusión
general. Es que el par es de lo más fascinante. Y los hombres
y mujeres andamos buscando continuamente la completud que
significa aparearse. Entonces te parece que negar que exista
el obvio número dos te parece algo muy extraordinario. Pero
puedes hacer el mismo ejercicio mental: ¿Existe el número 19?
Y no digamos el 3.452.835.
Entonces te digo Enrique: Dios existe tanto como el número 2.
Ambas son creaciones de la mente humana. Y Dios tiene la
ventaja, sobre el 2, que fue creado a imagen y semejanza del
hombre. Aunque reconozco que en algunos pueblos adoran
al trueno, animales, etc.
    Tú y Ernesto, han hecho el mismo esfuerzo mental
que hicieron los matemáticos cuando crearon el dos. Definieron
a Dios como el origen de todo, omnisciente, todopoderoso, etc.
y luego dijeron: Hágase la luz, y la luz se hizo. Y ahí estáis,
discutiendo si el Dios que habéis inventado existe o no.
Seguid la discusión, que esto ya me aburre.
                                        Héctor Walter Navarro
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