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Re: [escepticos] Naturaleza de la credulidad (BIS)



"Jose M. Bello Dieguez" wrote:
> 
> [Miguel A. Lerma]
> >Nota que no estoy diciendo que tengamos que renunciar al
> >cuento de los Reyes Magos, tan solo que, en mi opinion,
> >seria mejor contarlo como lo que es: un cuento.
> 
> Supongo que por ahí van los tiros. En casa, con el asunto de los Reyes,
> nunca dijimos sí ni no. Cuando mi hija nos preguntaba, la respuesta era,
> más o menos, "es una historia bonita, ¿no?". Y a la pregunta directa de si
> existen o no, era "es una historia; si es cierta o no, a ti te toca
> decidirlo".

Bien, es una opción; el caso es que el reproche sería el mismo: si sabes
que la historia es falsa, ¿por qué optas por eludir el tema? No le toca
a tu hija decidir si es cierta o no, es demasiado pequeña, tú deberías
indicárselo, te dirían. ¿Por qué no le dices claramente a la enanilla
que todo es un camelo? Y tú mismo das la respuesta: la historia es
bonita. Y yo añado algo más: aparte de bonita está limitada en el
tiempo, no le llega al niño al decenio (hasta me pasé) porque antes ha
descubierto su falsedad, y eso es positivo, hace que desarrolle su
sentido crítico.

> No tengo claro que sea bueno darle una "verdad" elaborada y
> contradictoria con la existente en su grupo social de enanos; 

En cambio, yo sí pienso que sería contraproducente (en este caso
concreto, ojo, prohibido extrapolar).

> me parece más
> positivo proporcionarle los elementos correctos, no engañar dando por
> cierto lo que no lo es, y que sean los pitufos los que se las apañen.

De todos modos engañas por omisión al no decir lo que sí es: una trola
como un camión :)) A mis enanas les mentimos conscientemente sobre los
Reyes (bueno, a una ya no) y la ilusión con que viven esos días (o que
viví yo en mi momento) es impagable. Esa sensación sería irreproducible
en caso de conocer la verdad del mito (no, Miguel, la lucecita no sería
la misma).

En cualquier caso, cuando la mayor (Amanda, que ahora tiene 17)
reflexionó en su momento y nos planteó que eso de los Reyes le sonaba a
chamusquina "lo confesamos todo" y la incorporamos a nuestro grupo de
conspiradores para gran gozo suyo, ahora con la única misión de engañar
a su hermana. Amanda siempre repite que nos agradece que la engañáramos
a ese respecto: no sólo le llenó de ilusión esos días en su niñez,
además aprendió que reflexionando adecuadamente se sale de los mitos.

Estos son pues mis dos argumentos para perpetuar en mis hijas el mito de
los Reyes: les alegras esos momentos (¿artificialmente?, no me importa)
y le proporcionas una oportunidad para que se cuestionen críticamente la
veracidad de una historieta y terminen finalmente por desecharla. La
primera de la larga serie de fábulas que tendrán que superar en su
camino (espero) hacia un sano escepticismo.

Por supuesto, no acepto que al involucrar a los hijos en las historias
de los Reyes Magos o en la del ratoncito Pérez (que también lo hago)
esté uno fabricando futuros magufos. Esa afirmación debería argumentarse
requetebién y yo ya tengo afiladas mis armas :))

Saludos baltasarianos


José Alonso