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[escepticos] ¿Mundos más allá de lo masculino y lo femenino?



http://www.chasque.apc.org/lola/notas/cyborg_esp.htm

¿Mundos más allá de lo masculino y lo femenino?

La visión del cyborg en el ciberespacio


por Eva Ursprung

Desde que Internet se volvió realmente popular, hay un número creciente de comunidades en la red. Como en la
vida real, allí se puede encontrar de todo ? desde clubs de fans de Michael Jackson hasta mujeres científicas
de computación, o amas de casa que intercambian recetas de cocina. Las personas se encuentran en MUD (Juego
Multiusuario de Roles o Dimensión Multiusuaria)1 y MOO (MUD orientado a objetos)2, creando sus propias
sociedades y mundos sustitutos mejores. Sin embargo la mayoría de las comunidades son simples listas de correo:
un grupo de personas que comparten algún tipo de interés, que se comunican fuera de línea mediante mensajes de
correo electrónico enviados a todo el grupo. Una de las listas de correo internacionales de mujeres es
«faces»3.
Además de reunirse en forma virtual, estas comunidades en crecimiento permanente se encontraron para realizar
cenas en Glasgow (Gran Bretaña), Belgrado (Croacia), Bielefeld (Alemania), y por último en Graz (Austria). El
artículo se basa en los antecedentes y resultados de la conferencia Cara a Cara, realizada del 6 al 11 de julio
de 1998 en Graz, Austria. La reunión incluyó una serie de talleres, presentaciones, eventos, exposiciones y
experimentos, intentando crear una atmósfera interactiva, sin jerarquías, que promoviera la discusión en la
realidad virtual y en la «real».

Si hablamos de comunidades en el ciberespacio, los términos «identidad» y «personalidad» se tornan bastante
cuestionables: en ambientes basados en textos como los MOO y las listas de correo, se puede crear el cuerpo que
se prefiera, darse una nueva biografía, posición social y profesión. Y se puede elegir el género que se
prefiera. En algunos casos incluso se puede elegir ser neutro, un animal, o cualquier otra opción.

En 1985 se publicó el «Manifiesto Cyborg» de Donna Haraway, que postulaba la existencia de un mundo
post?género: «Un cyborg es un organismo cibernético, un híbrido de máquina y organismo, una criatura de la
realidad social y también una criatura de ficción (...). El cyborg es un problema de ficción y una experiencia
vivida que modifica lo que se considera como la experiencia de la mujer a fines del siglo XX. Los cyborgs son
criaturas de un mundo post?género».

La mayoría de nosotros ya somos cyborgs, usamos máquinas como extensiones de nuestros cuerpos: teléfonos para
ampliar nuestra capacidad de hablar y escuchar a grandes distancias, computadoras para crear redes dentro de
las oficinas o vía Internet en todo el mundo... Y no olvidemos los progresos en la medicina, donde se implantan
miembros y órganos artificiales (casi tan buenos como los propios), podemos obtener una nariz diferente o
cambiar nuestro sexo. Y si estamos en línea, no importa si somos hombres o mujeres, de todas formas nadie puede
comprobar nuestro género.

De esta forma las identidades de género se han vuelto un tema problemático, flexible y producible.

Los millones de personas que utilizan nuevas tecnologías en su trabajo o participan en MOO, MUD o juegos de
computadora en sus casas, ¿ya están más allá de los femenino y lo masculino?

Evelyn Teutsch y Birgit Huber informaron sus estudios, en los que inspeccionaron los «logfiles» (registros) que
realizaron de 80 horas de conversación y actividades en algunas MUD y MOO, analizando el comportamiento de
hombres y mujeres en mundos virtuales.

Hay muchos más hombres que juegan el rol de mujer que a la inversa. En los MOO las mujeres a menudo eligen
géneros como «spivak» y «neutro», porque quieren escapar de la atención que las mujeres generan en estos
mundos. Los personajes femeninos en los canales de conversación y MOO a menudo son tratados como objetos
sexuales, se hacen ofertas sexuales, se reproduce la discriminación a la mujer con personajes con nombres
femeninos. A los hombres les gusta elegir personajes femeninos para atraer su atención, porque para ellos solo
es un juego, de esa forma lo pueden disfrutar. Separan completamente RV y VR (realidad virtual).

Como el cambio de género (genderswapping) es tan fácil en la RV, el género siempre es cuestionable y debe ser
probado permanentemente mediante acciones interpretativas. Si un hombre actúa según lo que se supone el
comportamiento típico de una mujer, los otros usuarios lo creen, y lo asumen como real. De esta forma los
participantes que cambian de sexo básicamente repiten normas de comportamiento estereotipadas de la vida real.
Por lo tanto la posibilidad de construir y cambiar el género no amplía el espectro de posibilidades de
comportamiento, sino que las reproduce. Si una mujer usuaria de este ambiente hace de mujer, pero actúa como lo
haría un hombre en la vida real, no es aceptada como una mujer que está ampliando su identidad social, sino que
es vista como un hombre tratando de actuar como una mujer, pero no lo suficientemente bien.

Para los hombres, el cambio de sexo no afecta su comportamiento en la VR, ni siquiera reflexionan sobre sus
roles. Las mujeres que cambian de sexo informaron que aprendieron nuevas formas de comportamiento para la VR al
hacer de hombre o de neutro en la RV; algunas de ellas incluso aprendieron a comportarse como una «mujer real».
Pero la posibilidad de elegir un sexo diferente en la RV no necesariamente afecta el comportamiento de la vida
real, solamente en el caso de gente que de todas formas no se adapta a sus roles sociales, y por lo tanto ya
están sensibilizados.



Cyborgs y Cibermujeres

¿Qué es ciberfeminismo? Cornelia Sollfrank (Berlín) enunció «La Verdad sobre el Ciberfeminismo», siguiendo la
definición de Donna Haraway: «La ironía tiene que ver con contradicciones que no se resuelven en totalidades
mayores, ni siquiera dialécticamente; tiene que ver con la tensión de mantener unidas cosas incompatibles por
que ambas o todas ellas son necesarias y verdaderas. La ironía tiene que ver con el humor y el juego serio.
También es una estrategia retórica y un método político...»

En este sentido, Sollfrank ve la conexión entre los términos (según su opinión) contradictorios «ciber» y
«feminismo». La cibernética es una disciplina científica, basada en los resultados de investigaciones
empíricas, en las que se encontró que existen analogías entre sistemas de regulación orgánicos y técnicos, que
transmiten y procesan información. En los años ochenta el autor William Gibson agregó una nueva dimensión: el
«Ciberespacio», el espacio virtual, sin espacio, de las redes electrónicas.

El feminismo es mucho más difícil de definir. Después de todas las luchas feministas, desde las sufragistas del
siglo XIX por el derecho al voto hasta las revueltas estudiantiles de los años 60 («lo privado es político»),
el movimiento feminista se ha dividido o se ha institucionalizado y muchas mujeres no pueden identificarse con
él. No hay un «ser mujer» que conecte a las mujeres entre sí de forma natural, no hay identidad común,
política. El feminismo tradicional ya no funciona. Haraway: «las identidades son contradictorias, parciales y
estratégicas. El género, la raza y la clase ya no son la base para la creencia en una unidad «esencialista».
Entre todas las separaciones, parece desarrollarse una nueva estrategia posible para construir una coalición:
afinidad en lugar de identidad».

Las postfeministas no se guían por un manifiesto o código de conducta estricto. No quieren verse a sí mismas
como víctimas. En lugar de quejarse sobre la situación real y sus desventajas, prefieren crear visiones
utópicas para el futuro. Una de estas categorías postfeministas son las Cibermujeres Futuristas Utópicas: «Las
cibermujeres usan una máquina (por ejemplo, la web) y crean un espacio social (por ejemplo, el ciberespacio)
para practicar una acción social «sin asunto». Los cibernautas con identidad femenina exploran estas
posibilidades. La mente femenina, incorpórea, libre de connotaciones de género, se puede reconcer a sí misma y
su representación en el medio ambiente tecnológico mediatizado. Las cibermujeres se esfuerzan para importar las
condiciones anacrónicas del mundo real al ciberespacio y se ríen de todos los que se preocupan por la violación
en el ciberespacio» (Steven Kurtz, un filósofo cultural citado durante la conferencia).

Irena Aktufanova y Alla Mitrofanova del Club Ciberfeminista de San Petersburgo dejan claro que tanto ciber como
feminismo significan cosas diferentes en Rusia. En la historia cultural y política de Rusia, las mujeres
siempre tuvieron una posición muy importante ?tanto en la religión ortodoxa como en el sistema comunista. Es
así que el feminismo no se conocía hasta el momento de la apertura al oeste. Mientras tanto, era un término de
moda, que se usaba para todo. Para Aktuganova el ciberfeminismo es muy importante, porque significa una
esperanza de acceder a redes internacionales. Para ellas el ciberfeminismo no implica la disolución de los
cuerpos en la red, sino por el contrario, ruegan por la existencia de un sujeto sexuado, recombinado,
monádico4, que se reconstituya permanentemente mediante experiencias corporales específicas.

De forma pragmática, la conexión entre «ciber» y «feminismo» se puede explicar de la siguiente manera: el
feminismo es una lucha constante contra la injusticia de género, en conexión con el potencial emancipador y
utópico de las nuevas tecnologías. Las condiciones del espacio real se deben cambiar, pero al mismo tiempo
deben crear nuevos espacios para las utopías.

Se debe crear una nueva forma de hacer política, una forma paradójica, que sea opositora, que tenga el coraje
de ser utópica, que pueda discutir desde distintos puntos de vista al mismo tiempo, y que además permita una
acción política eficaz.

Con esta forma de política, nos acercamos al arte.

En 1997, el grupo de mujeres artistas de Cornelia Sollfrank «?innen» fundó una red llamada obn (Old Boys
Network: www.obn.org) ? la primera organización ciberfeminista. En la Documenta X organizaron un encuentro,
donde se reunieron 40 mujeres de 12 países (teóricas, activistas de la red y artistas) proclamando este
encuentro como la «Primera Internacional Ciberfeminista». Por medio de las redes y el uso de los medios, el
término ciberfeminismo consiguió ingresar en el terreno de lo artístico, y va camino de convertirse en un mito:
Ciberfeminismo como política y arte.


Eva Ursprung vive en Viena, Austria, es artista, curadora de Bellas Artes en el Forum Stadtpark Graz, y
organizadora de la conferencia face2face.

Contacto: usprung en mur.at



1 Los MUD son sistemas interactivos a los que pueden acceder vía Telnet muchas personas al mismo tiempo, y
comunicarse en tiempo real. Los primeros MUD en los ochenta fueron creados como juegos de computadora de
fantasía, pero ampliados por las posibilidades interactivas, sociales y de comunicación de Internet. Cada
participante puede elegir su «personificación», o representación simbólica de su cuerpo, principalmente como
personajes de tiras cómicas que representan a cada participante.

2 Los MOO se basan en el concepto MUD pero el tema principal consiste en experiencias de interacción social, de
comunicación y de aprendizaje. El ambiente se describe solamente mediante textos, y la interacción se realiza
por medio de comandos simples. Son como mensajes breves de correo electrónico, que se envían a un grupo de
personas, y la respuesta de cada una de ellas se puede leer en la pantalla al mismo tiempo. En este momento
existen más de 1100 MUD en la red.

3 «Faces» es el resultado del proyecto «Face Settings» (http://thing.at/face) ? una serie de instalaciones de
interpretaciones artísticas y eventos de cocina, creado por Kathy Rae Huffman y Eva Wohlgemuth. Para reunir
mujeres en una experiencia de comunicación de apoyo, crearon el proyecto «Face Settings»: cibereventos de
cocina en conjunto en el espacio virtual y real, cenas reales y mesas reales como forma de contacto y marco
social y estratégico para la comunicación. En setiembre de 1996 en la atmósfera estéril, limpia y dominada por
la tecnología de la ISEA en Rotterdam, realizaron su primera cena oficial para mujeres: una gran mesa, donde
comenzaron a cocinar, a comer y a hacer migas, al mismo tiempo en línea y conversando con mujeres de todas
partes del mundo. La lista de correo «faces» tiene más de 150 suscriptoras de países como Japón, Australia,
EE.UU., Rusia, Yugoslavia, Inglaterra, Escocia, España, Austria, Alemania. Para suscribirse a la lista de
correo «faces» escribir a la siguiente dirección: diana en mrf.hu o kathy en vgtv.com

4 Mónada? Cada uno de los seres indivisibles, pero de naturaleza distinta, que componen el universo, según el
sistema de Leibniz.



Traducción del inglés al español por Soledad Domínguez


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