Estás sufriendo una inversión de perspectiva en la que se cree
falsamente que lo que está en primer plano está en el segundo y
viceversa. En este caso estás dando más importancia a una acto
propuesto (que, ¡ojo! no llega siquiera a intención de cometer el
acto) que a un acto efectivamente realizado. No sé si hay que
recordar que un acto propuesto *no* es después de todo un acto sino
otra cosa (tal vez merecedora de reproche, no lo prejuzgo).
Evidentemente es más censurable una acto que la simple y llana
propuesta de un acto en sentido absoluto (Sí, es mucho más grave un
puñetazo que la propuesta *sin más* de un genocidio. Otra cosa es
que a la propuesta le acompañen otros actos tendentes a proveer el
propuesto).