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[escepticos] La minoría. Era: Tiros por la espalda
[Antoni Mont]
Este tipo empieza a caerme bien. ¿Será el sindrome de
"Solidaridad_con_el_apestado"?
[Mercader]
No te digo que no me esté pasando a mí lo mismo. Me muevo en una
fluctuación de amor-odio hacia el personaje. Mis manifestaciones de que
no era mi colistero preferido venían arrastradas por la inercia de
mensajes anteriores. Pero hay algo más que eso:
Fíjate que, en toda esta historia, el que ha mostrado un temple
increíble, aguantando sin despeinarse el diluvio de insultos graves, ha
sido Navarro.
Incluso ahora se dirige, como si nada hubiera pasado, a la persona que
quería ejecutarlo, en un tema paralelo de la lista. Algo que a mí, que
he venido presumiendo de impertérrito. me hubiera costado bastante
trabajo. Todo esto denota un control de sí mismo y de la situación que
para sí quisieran muchos de los que presumen por aquí de civilizados.
Fíjate en que la minoría -o mayoría- silenciosa a la que se refería
Navarro va emergiendo lentamente, sin aspavientos, porque las personas
prudentes no necesitan vociferar ni armar ruido -el ruido que no tienen
empacho en producir los mismos que se quejan de él.
Una característica del personaje que no sé si es voluntaria o
inconsciente es su propiedad de estimular la tontosterona en algunos de
sus lectores. Cosa que, por otra parte, ha resultado de una utilidad
notable para hacer emerger sus definiciones de sí mismos y el
verdadero aspecto del foro que se estaba autodefiniendo de manera
apresurada como el crisol de las esencias democráticas. Y es que se me
ha revelado, como una de esas verdades inspiradas por un dios de los
magufos, algo que ya sospechaba pero que no me había atrevido a
manifestar: que se puede ser un competentísimo investigador,
informático, médico, enseñante, director de museo, ingeniero o lingüista
sin que ello impida presentar graves lagunas en otros aspectos humanos,
como la tolerancia, la flexibilidad, el respeto o el sentido del humor
(que también se ha revelado como rara avis en un foro en el que podía
esperarse lo contrario).
Creo que Héctor Walter Navarro ha conquistado definitivamente su puesto
en esta lista, mal que les pese a algunos. Por no decir que, a lo
mejor, se lo merece más que otros si, como parece, su labor como
cazador de sectas, coincide de pleno con alguno de los objetivos que se
tratan en esta lista.
Saludos.